Los Simpson y Apple

martes, 2 de diciembre de 2008

No cabe duda que los Simpson son una de las series más exitosas, su popularidad ha ido más allá de Estados Unidos debido a ese carácter ácido y lúdico para criticar la cultura estadunidense. Los Simpson no dejan de deparar sorpresas y así como lo hicieron en el pasado al dar cuenta de Bill Gates, ahora le han dedicado un programa a Apple. En el mismo se hace una parodia de la empresa fabricante de los iPhone y los iPods, rebautizados en la serie como Myphone y Mypod, que en realidad le hacen un reconocimiento a los productos de la empresa de Steve Jobs.

A pesar de no ser la primera ocasión en que se hace alusión a la empresa de las manzanas, sí es la primera ocasión en que se le dedica casi por completo a la misma y en donde a pesar de los chistes y críticas a Steve Jobs se hace en realidad un apoyo y reconocimiento a los productos de dicha empresa.

En todo caso el programa deja en claro que Apple ha dejado de ser la otrora firma contracultural, que lejos han quedado muchos de aquellos ideales que le dieron vida y que ahora su iPod lo mismo puede ser usado por los pilotos militares estadunidenses mientras bombardean a las casas y habitantes de Irak o también lo usa Gerge Bush para hacer más agradable sus habituales recorridos en bicicleta.

En todo caso lo que me queda claro es que prefiero la franqueza ácida de South Park.




La red social YouTube



No es frecuente escuchar que YouTube es una red social, pero como dice Patricia Lange dicho sitio es más que un espacio difusor de materiales audiovisuales. En su trabajo la autora pone el acento en un doble aspecto, porque por un lado va en contra de lo que comúnmente se afirma, demuestra que YouTube es una red social además de que profundiza en el terreno social.
De acuerdo con Lange YouTube, va más allá de ser un medio de comunicación tradicional porque su objetivo no está sólo en enfatizar en la captación de la mayor audiencia posible, sino que pone en marcha el concepto de “medios de comunicación en circuito” con el que designa las mecánicas en que se puede presentar u organizar el intercambio de videos. De acuerdo con eso, YouTube estaría conformado por diferentes capas, cada una representando diferentes rangos de audiencias de los materiales.
De esta manera quienes colocan sus materiales en dicho sitio no sólo producen sus materiales audiovisuales, sino también sus audiencias que pueden ser abiertas o cerradas.
A través de una serie de entrevistas y seguimiento del comportamiento del consumo de los materiales audiovisuales, Lange se percató que dicho sitio oculta ámbitos y posiciones intermedias entre lo privado y lo público. Según Lange en YouTube se da una fractalización de ambas dimensiones y hay diferentes escalas de difusión. Existen un conjunto de prácticas privadas, de manera que las mismas permiten intercambiar videos entre personas que previamente se conocen o que saben de buena fuente de determinados materiales que se intercambian.
Los posts “públicamente privados” hacen referencia a videos personales, revelando la identidad del productor, pero para los cuales quien los remite se arregla para limitarlo a la publicidad a un círculo cerrado. Sólo las personas que encuentran el video pueden leerlo. De modo que las etiquetas que agregan los usuarios a los materiales (tagging) incorporan un código extraño conocido por un pequeño grupo que lo conoce.
Tal como se encuentra el sistema de herramientas de YouTube se pueden preservar zonas borrosas y usar el sistema de tagging para no inscribir el video en una extensa biblioteca pública de términos de referencias, sino etiquetarlo con un código que sea privado.

Esto que para algunos puede ser un extraordinario ejemplo de cómo se gestan en los confines del ciberespacio los lazos comunitarios o se articulan las cofradías, también tiene su lado oscuro cuando puede servir para compartir materiales dudosos o aptos para violentar normatividades y que pueden desembocar en delitos.


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Sanción a Google

Entre la etapa de exploración e innovación de una empresa y la consolidación y ampliación de su marca, hay cambios notorios en su recepción social. En la primera, una firma puede concentrar el interés e incluso la simpatía de muchas personas, pero, posteriormente, cuando se internacionaliza y cobra auge, aparece su afán de crecimiento, y puede terminar porque los mismos gobiernos le pongan frenos y no es extraño que empiecen a acumular problemas legales.
Esto es lo que acontece con Google, una empresa que no frena ni la crisis que vive Estados Unidos incluso hace poco se dieron a conocer las negociaciones entre Google y Hollywood, a través de los cuales éstos pondrán a disposición de YouTube algunos de sus filmes para que puedan ser vistos por los millones de usuarios de dicho sitio. Este convenio refleja que la mentada convergencia en el entretenimiento se vuelve una realidad, pero también que Google es una marca que sigue su crecimiento imparable.
Pero ese anuncio se dio en medio de situaciones nada agradables, ya que apenas días antes el Tribunal de Comercio de París sancionó a Google con 100 mil euros por competencia desleal. Este “castigo” se dijo que se debía al nada pulcro manejo de los vínculos comerciales que indexa o clasifica su sitio de anuncios de empresas, Adwords. La empresa Cobrason demandó a google.fr porque el vínculo que la anunciaba si bien remitía a un sitio, no era precisamente al suyo, sino al de su competencia: homecinesolutions.fr.
En este caso existen algunos aspectos que vale la pena reflexionar, para empezar Google y varios de sus servicios se han vuelto imprescindibles, porque son medios socorridos para que una empresa se posicione, pero también, es cierto, no queda muy clara la manera en que se clasifica el orden de aparición de los lugares cuando alguien coloca en el buscador una palabra o nombre de empresa y puede ser grave que se engañe a los usuarios que en vez de ingresar a un sitio anunciado sean llevados a otro, que pueda generar una competencia desleal, e incluso dar cabida a publicidad falsa con la finalidad de conducir a las personas a sitios diferentes a los que se anuncian.
Pero esa situación que estableció el jurado galo también se presta a confusiones o peligros. Es difícil contar con términos o palabras que sean neutras, porque siempre es probable que seleccionar un término pueda conducir a determinadas empresas y eso puede ser ubicado como una manera deliberada de facilitar o promover un sitio, o lo peor: en qué momento puede ser considerado que un enlace publicitario puede derivar en censuras, o lo más duro para Google: si este tipo de sanción se generaliza en otros países, se verá fuertemente socavado su modelo de negocios.

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Yes we can

El “Sí podemos” se multiplicó el martes pasado por las redes sociales, sitios y chats para demostrar el frenesí que está detrás de la obamamanía. Ya desde antes se había difundido esa frase por la red, pero ese día en espacios como Twiter o MySpace, los usuarios de procedencia latina, jóvenes en su mayoría, trataban de convencer a los indecisos de votar por Obama, lo que determinó que varios sufragaran de última hora por él.
En pasados procesos electorales estadunidenses, internet había sido usada, pero nunca en los niveles de las pasadas elecciones, hoy las redes sociales marginaron el uso del correo electrónico, que en esta ocasión fue el menos socorrido. La utilización de la red en el proceso electoral fue resultado de la existencia de condiciones tecnológicas maduras, de redes sociales que aglutinan una serie de tecnologías, la existencia de Obama que despertó un interés inusitado entre la ciudadanía y que él mismo fuera una persona que decidiera acudir a la red como un poderoso instrumento de propaganda política.
La red parece haber madurado y Obama desde el inicio de su precampaña lo entendió, al grado que durante las elecciones, después de la televisión, internet fue la que concentró los mayores gastos de su inversión en propaganda. Incluso hoy se sabe que más del 90 por ciento de los empleados de las tres grandes del top ten de las nuevas tecnologías: Microsoft, Apple y Google, aportaron dinero a la campaña de Obama. Los datos, hasta fines de octubre, indican que los mayores aportantes a dicha campaña fueron corporaciones y empleados de las mismas (Open Secrets: www.opensecrets.org). Aunque eso sí, como nunca antes en la historia electoral estadunidense las aportaciones provinieron tanto de la clase media como de la baja.
Además de la participación de los jóvenes, lo destacado fue la rebelión de las clases medias que residen en los suburbios ricos de las grandes ciudades del sur y el noreste de Estados Unidos, quienes huyeron del Partido Republicano demostrando su descontento por ocho años de bushismo, caracterizados por salarios estancados, desigualdades crecientes entre clase media y grandes millonarios, y las consecuencias inmediatas de la quiebra de Wall Street. Para ellos un voto para Obama fue un acto de protesta, amén de que las ocho casas y 13 vehículos del matrimonio McCain y los 150 mil dólares de gastos en vestuario de Sara Palin… no abonaron a la imagen del Partido Republicano. Pero el “Sí podemos” de Obama no quiere decir que eso se traduzca en un cambio radical de la economía de Estados Unidos y en un entorno más justo e igualitario.

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Limitacionesl del IFE

Difícil y hasta imposible parece que será aplicar en toda su magnitud la nueva legislación electoral. Al IFE le tocará vigilar la totalidad de medios electrónicos en el país, para que los partidos políticos y los particulares no contraten los medios electrónicos para hacer propaganda alguna en cuestiones políticas y electorales, ya que desde la pasada reforma electoral quedó prohibida la compra de espacios publicitarios. Sin embargo, dicha normatividad es difícil que prospere en un terreno como internet, en donde las proscripciones no sólo son difíciles de implementarse, sino que por su característica requieren de inversiones altas para lograrlo parcialmente, de las cuales por cierto carece el IFE al aplicársele un recorte presupuestal.
Además, en el hipotético caso que contara con toda la tecnología, sus intenciones y eficacia sólo podrían afectar a información que esté en servidores nacionales. A diferencia de lo que algunos consejeros electorales han referido, controlar la red es difícil, e incluso intentarlo puede ser laborioso, desgastante e ineficaz. En un medio en donde la velocidad y la transitoriedad están a la orden del día, en donde desplazarse y cambiar de sitios de hospedaje es normal, en donde crear blogs y generar podcasts, por ejemplo, está a la mano de cualquier usuario y en donde los sitios gratuitos permiten montar diversos contenidos multimedia, es difícil poder pensar en un control de los materiales electorales y/o políticos.
Por eso, ante las taxativas que se han impuesto a la propaganda la red se volverá en un espacio protector, en donde la nueva normatividad en materia electoral estará condenada a no alcanzarla, lo peor es que sitios estilo Sendero del Peje (senderodelpeje.com/sdp/), que son espacios de denigración y en donde la calumnia está a la orden del día, pueden multiplicarse. Además, en caso de que algunos ganen notoriedad, se podría pensar en que puedan ser frenados, pero si éstos están fuera del país entonces será mucho más complicado porque la legislación mexicana entra en contradicción con las de dichas naciones y porque su alcance no puede ir más allá del territorio nacional.
Lo absurdo ha sido tener una legislación que da la espalda a las nuevas tecnologías, a las nuevas formas en que se narra y gesta el espacio público en los tiempos que corren. Nuestros legisladores deberían mirar al pasado inmediato, aprender del reciente proceso electoral estadunidense en donde la red evidenció que es un sólido medio de propaganda, que entiendan que la política y las propagandas se hacen, también, en el ciberespacio.

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El retorno de las naciones

Desde tiempo atrás se tenía la idea de que la red sería parte del proceso imparable de erosión de los alcances y poderes del Estado, que la misma abría un océano infinito carente de regulación alguna. Sin embargo, paulatinamente los gobiernos han ido tomando mayores decisiones para controlar esa inacabable extensión digital. Es así como hace su aparición una especie de geopolítica de internet que pasa por las estrategias que ponen en marcha los estados nación para intentar controlar los contenidos que circulan por el ciberespacio.
Uno de los objetivos están centrado en los servidores y las redes existentes físicamente y en particular en el Sistema de Nombres de Dominio (DNS por sus siglas en inglés), que es administrado por diversas empresas que en teoría son reguladas por el considerado gobierno de internet (ICANN, Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), un organismo no gubernamental creado en 1998 por el gobierno de Clinton y en donde participan representantes de diversos países.
El problema es que todas las direcciones del mundo, todos los domicilios electrónicos, están en un depósito central que es como una especie de sección amarilla o guía telefónica mundial, que se mantienen distribuidos en 13 servidores raíz DNS que están ubicados en las siguientes regiones: 10 en Estados Unidos, dos en Europa y uno en Asia. Esos servidores se identifican por las letras del abecedario (de la A a la M), contienen información sobre los dominios .com, .edu, .org e incluso de los nacionales como .mx. Cada vez que un usuario teclea milenio.com la computadora busca la dirección en dichos servidores raíz y permite ingresar al sitio.
Para evitar que el proceso de búsqueda sea tardado, se han instalado copias de los mismos en diferentes partes del mundo, de hecho en México existe desde marzo de 2003 una copia del servidor raíz F. Sin embargo, el ICANN quien es en teoría el encargado de regular esto y de distribuir los nombres de dominio y direcciones numéricas que se usan para acceder a la red, no controla la infraestructura de internet porque está concentrado en una computadora del Departamento de Comercio de Estados Unidos, que es el que replica las direcciones del "catálogo telefónico" de internet para los otros 12 servidores. Y este control de los mismos como la asignación de lo dominios es, en realidad, la verdadera disputa que se da alrededor de la red y que en los meses venideros seguramente tendrá un vuelco cuando Estados Unidos pierda el control que hasta ahora tenido en la administración de la red.


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Patentes y censura

Recientemente, la Oficina de patentes de Estados Unidos acaba de otorgarle a Microsoft (MS) una patente (la 7,437,290) que protege una técnica de censura automática de los flujos de audio sobre internet. Es una tecnología creada para usarse en redes empresariales. Con esta tecnología se puede detectar cualquier palabra o timbre de audio y difuminarlo, desaparecerlo de inmediato y sustituirlo por un “bip”, que puede anular palabras o cadenas de términos específicos.
Dicha tecnología, tal como se dice en el resumen de la patente, permite que se pueda hacer que un archivo de audio sea procesado por un filtro automático en tiempo real, admiten que el fragmento o partes censuradas se alteren de manera que las palabras o frases no deseadas sean incomprensibles o inaudibles. El filtro de censura automático detecta los fonemas y/o las palabras que se comparan con los términos a censurar. Si un fonema o palabra en la secuencia de datos de audio corresponde con un fonema o palabras que se quieren eliminar se altera la salida de los datos de audio de modo que sean incomprensibles o inaudibles.
De esta manera esta tecnología permitiría erradicar, por ejemplo, de las conversaciones en línea, palabras obscenas o que se consideren cuestionables o censurables. Pero si dicha tecnología es eficaz terminará por tener un espectro amplio de adeptos. Podría ser un instrumento muy útil para algunos gobiernos que desde tiempo atrás vienen manteniendo una fuerte censura en la red, ya que les permitiría manipular las conversaciones instantáneas. Pero también alcanzará otros ámbitos porque podrá transformar completamente los intercambios verbales entre dos personas, de manera indistinguible, ya que si se posee el timbre de voz de los interlocutores será fácil hacer las sustituciones. Por lo mismo, esa tecnología de alteración y sustitución vocal tiene un gran futuro para la lucha antiterrorista, para los estafadores en línea, para la manipulación de la opinión pública, para llevar o alterar la paz en los hogares, etcétera.
Pero en estos tiempos en que los políticos circulan sus discursos por la red, esta tecnología puede tener un uso destacado y ser de utilidad a los equipos de campaña en los debates ya que pueden distorsionar los discursos y reemplazar el nombre de una determinada persona por el de otro o incluso cambiar frases en un momento determinado. Aunque al lado oscuro y nefasto de dicha tecnología también está el lúdico, porque permitiría jugar con contenidos en las campañas electorales y hacer ediciones de los mensaje de los candidatos que podrán poblar lugares como YouTube.

Pu
blicado en Milenio.

Un fantasma galopa

sábado, 25 de octubre de 2008

Por doquier escucho y leo que es la actual crisis económica que golpea al mundo. Pululan las ideas de que varios ya la habían previsto y que muchos lo venían advirtiendo desde tiempo atrás. Sin embargo, cuando uno tiene la oportunidad de leer las causas que lo originaron, las rutas adecuadas para combatirla y cuáles serán sus efectos, las opiniones dejan mucho que desear, parecen más trazos de claravidentes frustrados que de especialistas o expertos en la materia. Dibujan escenarios, proponen recetas y no se ponen de acuerdo sobre el alcance de cada una de ellas e incluso terminan por contradecirse.
Pero más que ser expresión o síntoma del precario conocimiento que tienen de la materia que hablan, son la expresión de cómo los humanos somos devorados por nuestras propias creación, que parece que nuestros inventos y conocimientos mismos se independizan y emprenden rumbos incontrolables y después únicamente nos conformamos, o no nos queda otra, con caminar detrás de sus sombras.

Violación de la intimidad

Las asociaciones “Electronic Frontier Foundation” (EFF) y “Public Knowledge” recientemente hicieron efectiva una denuncia contra el Delegado de Comercio de Estados Unidos (US Trade Representative) por negarse a informarles sobre un nuevo proyecto de acuerdo internacional para la lucha contra la falsificación.
El proyecto en cuestión, AntiCounterfeiting Trade Agreement, según refiere la conocida EFF, está actualmente siendo “pulido” y, sobre todo, sometido a un proceso de negociación secreto.
Son varios los países que están implicados en la implementación de dicha ley, y según EFF son los siguientes: Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Suiza, Japón, República de Corea, Singapur, Australia, Nueva Zelanda, México, Jordania, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos. Si bien el texto sigue siendo secreto, fugas de su contenido permitieron conocer su existencia y parte del mismo.
Según refiere Gwen Hinze, de la EFF, este nuevo acuerdo conlleva una serie de afecciones severas a la libertad de expresión y lo que los estadunidenses designan como libertades públicas, con lo que las autoridades de aduanas en aeropuertos y cualquier zona fronteriza pueden efectuar análisis de los contenidos de los equipos de cómputo portátiles, o incluso de cualquier sistema electrónico u óptico que transporten las personas, con la finalidad, por ejemplo, de poder buscar archivos que estén ilegalmente cargados en dichos equipos. El supuesto objetivo de luchar, de esta manera, más eficazmente contra la piratería termina justamente por afectar y violentar la intimidad de los mismos usuarios, ya que no sólo se conocerá si una persona tiene software o incluso hardware pirata, sino que irrumpirá directamente en los contenidos e informaciones que los equipos contengan, vulnerando el derecho que tiene cualquier persona a tener información personal (de preferencias sexuales, intereses políticos, etcétera) y podría ser usado con otros fines.
En México nada de esto se ha informado, pero de ser cierto también se pondrán en marcha severos controles sobre los proveedores de acceso a internet, exigiéndoles una mayor vigilancia de los archivos descargados por los usuarios. Una cuestión, que se debe decir, no es nueva en México ya que gracias a eso fue, que en el mes de abril, detuvieron en Morelos al joven Edgar Rubio y lo condenaron por piratería a seis años y medio de prisión además del pago de la multa correspondiente. Por lo pronto habrá que estar atentos a esto ya que una normatividad de corte internacional en la materia limitaría severamente las libertades individuales de las personas y violentaría también tanto su vida privada como su intimidad.

Publicado en Milenio diario.

La obamanía

lunes, 13 de octubre de 2008


La obamanía galopa por el ciberespacio y conforme el proceso electoral se avecina en Estados Unidos, internet se llena de interesados por las elecciones en ese país. A diferencia de unas cuantas semanas atrás, cuando lo que sucedía en la red no correspondía con lo que pasaba fuera de la misma, cuando ambas dimensiones no tenían semejanza porque fuera del ciberespacio los datos favorecían a McCain, ahora lo virtual y lo real coinciden en que Obama ganará.
Con la recesión ya en firme y con la bolsa deprimida y ebria de terror y sin que el millonario rescate de la banca estadunidense frene la histeria del sistema financiero a escala mundial, Obama se reafirma y desecha la vieja idea de que las elecciones en el vecino país del norte vayan a ser una especie de referéndum entre dos aspirantes a la presidencia (uno negro y otro blanco), al contrario: será un verdadero happening que será el colofón del reconocimiento a la diversidad racial en Estados Unidos y que un amplio sector de ciudadanos enarbola desde tiempo atrás. Con el negativo entorno económico parece que el racismo retrocede y en su lugar lo ocupa la esperanza de un nuevo presidente que por ser distinto a todos los que han tenido es una apuesta, que para muchos incluso es seductora como lo ven los menguados inversionistas de riesgo en el Valle de Silicio, que han decidido apostar de manera directa por Obama.
La sociedad estadunidense parece evolucionar, cambiar su mentalidad, que aflora o se presenta justamente en este momento de temor por el devenir, apabullada por la crisis económica, muestra su rostro cultural diversificado, con múltiples etnias y procedencias geográficas. Y curiosamente, se asiste con el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos a la idea de que él no sólo representa la frescura de un roído sistema político, lo diferente, sino también el cambio, la esperanza y la ilusión de que el “sueño americano” se puede cumplir.
Por si fuera poco, los mismos medios de comunicación han aderezado la cuestión y las grandes cadenas se han dedicado más que a narrar la historia de un político que lucha por llegar a la presidencia de la república, a relatar el cuento de un joven afroestadunidense que está ante la maravillosa oportunidad de convertirse en el hombre más poderoso del planeta.
Por lo pronto, sitios como Intrade (www.intrade.com), Real Clear Politics (www.realclearpolitics.com) y Five Thirty Eight (www.fivethirtyeight.com) son la constatación del auge de la obamanía reflejada en encuestas y sondeos. Así que, si no llega a aparecer de aquí a las elecciones un video de Osama Bin Laden o a suceder algún ataque terrorista Obama será el próximo inquilino de la Casa Blanca.

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Google, diez años de dominio

Google nació hace 10 años y al poco tiempo de haber surgido ya había pasado a ocupar el primer lugar entre los buscadores, esto gracias a que inmediatamente fue adoptado por los usuarios y su capacidad para indexar sitios. Muestra del auge que dicha empresa ha tenido es que ya tiene más de 50 oficinas a lo largo del planeta, una de ellas, por cierto, en nuestro país, y su valor ha subido como espuma al grado que pasó de un poco más de 439 millones de dólares en 2002 a más de 16 mil millones de dólares en 2007.
Nació en un garaje de California pero pronto Google se convirtió en una multinacional que hoy emplea a cerca de 20 mil personas a escala planetaria. Para bien o para mal, Google se ha vuelto una referencia obligada entre los usuarios de internet, un sitio inevitable e imprescindible cuando se busca información. Pero el accionar de dicha empresa es propio de los caníbales, como Microsoft, y según algunas estimaciones el 90 por ciento de las búsquedas en la red pasan por los motores de dicha empresa. Gracias a esa posición dominante su futuro parece prometedor en el campo de la publicidad en línea, al grado que su volumen de negocios, durante el segundo trimestre del presente año, fue de 5,4 mil millones de dólares.
Conforme ha ido creciendo Google también ha dado paso a una googlemanía, consistente en que los usuarios la defiendan a capa y espada y no le vean defecto alguno a la concentración informativa que acumula y que a la larga puede ser mucho más peligrosa que la presencia del sistema operativo de Microsoft en más del 90 por ciento de computadoras de escritorio.
Al mismo tiempo se incrementan sus enemigos, en primer lugar la referida Microsoft, pero también empresas de publicidad o la misma Viacom, propietaria de la cadena MTV y de los estudios cinematográficos Paramount, quien desde el año pasado entabló una querella contra uno de los sitios más exitosos de Google, YouTube, por violación de derechos de autor.
Pero a pesar de que toque el cielo, el comportamiento de Google en la bolsa ha sido muy incierto y el martes pasado sus acciones tuvieron una caída considerable, perdiendo más del 100 por ciento de su valor. No se puede, a partir de eso, vaticinar el futuro de Google, pero en un escenario tan crítico como el que vive la economía estadunidense, la nueva economía, en la cual está inserta dicha firma, tampoco quedará sin ser afectada.

Publicado en Milenio diario

Sicarios y YouTube

domingo, 21 de septiembre de 2008

Se ha vuelto prácticamente normal que de internet se hable tanto en sentido positivo como negativo. La reciente ola de violencia que se ha gestado en el país, los ataques terroristas que se dieron el pasado 15 de septiembre en Morelia ha sido motivo para cuestionar uno de los sitios que goza de gran preferencia entre los jóvenes, YouTube. Dicho sitio ha sido utilizado para subir videos o programas de televisión y los mismos grupos delictivos han hecho uso de ese espacio para aterrorizar a la población de diversas partes del planeta.
Por eso no extraña que apenas se habían encontrado en Mérida, Yucatán, los 11 ejecutados y decapitados ya estaban subiéndose sus imágenes a YouTube. Incluso es probable que mientras el gobierno federal ponía en marcha la Operación Mérida, los sicarios ya habían colocado en dicho sitio las escenas en donde se podían observar siete cabezas alineadas en el suelo pegadas a una pared, mientras que de igual número de cuerpos escurría sangre. Poco tiempo después serían removidos del sitio a petición de la policía nacional.
En el caso del acto terrorista efectuado en Michoacán el 15 de septiembre pasado, fue filmado por los mismos asistentes que fueron testigos de los efectos y secuelas del estallido, los cuales reflejaron en imágenes retomadas posteriormente por diversos medios de comunicación. A pesar de que en este caso no se mostraban cuerpos en situación tan grotesca como la de los decapitados en Yucatán sí existen algunos con imágenes estremecedoras. La difusión de los mismos llevó a varias personas a cuestionarse su difusión a través de dicho sitio.
El problema es que la red, nos guste o no, es la mayor caja de resonancia que ha encontrado la delincuencia. No sólo le sirve para difundir sus fechorías sino incluso para acordarlas. Pero esto no es nuevo, cada tecnología es usada por los delincuentes para reflejar las aberraciones humanas. A lo largo y ancho del ciberespacio encontramos escenas sangrientas, tomadas por los perpetradores de atentados y en donde aparecen cuerpos mutilados, cráneos estallados, intestinos que ruedan del cuerpo de las personas, o masa encefálica saliendo de las cabezas de los fallecidos. Todo el repertorio que uno se quiera imaginar y que los amantes de la cinematografía gore envidiarían tiene un espacio en el ciberespacio. Lo peor es que si tales sitios existen y cuentan con fieles seguidores, es porque eso refleja que quienes acuden a los mismos celebran sin rubor alguno las matanzas e incluso hacen bromas sobre las imágenes y las maneras en que son asesinadas las personas.
Pero internet no fomenta que las personas se vuelvan asesinas. Esas atrocidades expuestas en la red no son las primeras ni serán las últimas. Los delitos o la abundancia de sicarios en México no los originó internet, sino la carencia de un estado incapaz de monopolizar la violencia. Si los delincuentes usan YouTube es porque les sirve para propagar sus actividades y aterrorizar a la población. Sin embargo, esos aberrantes actos que pululan en la red, al final, no sólo denotan que es nuestra sociedad la que rinde un tributo constante a la violencia, sino que transparenta también la calidad de los políticos de nuestro país, de su corrupción y de su ineficaz policía.

Chávez contra internet

Una de las maneras que los países han desarrollado para tener un control de la circulación de los contenidos en internet es estableciendo un punto único o servidor de acceso a la red. Esa es la vía usada en Laos, China, Vietnam o Cuba para frenar el acceso de los usuarios de internet a determinados sitios o incluso para conocer qué tipo de información es la que intercambian las personas y con quiénes traban contactos.
La amenaza a las libertades en el ciberespacio y el control a distancia son factibles si las comunicaciones de internet de un país se concentran en un servidor. La paradoja es que conforme este siglo avanza corroboramos que aquella idea del fin de la historia era más demagógica que realista porque retrocedemos en materia de libertades civiles en muchas partes del orbe. El caso más reciente es Hugo Chávez, que está obsesionado en controlar todo lo que sucede en los medios de comunicación y ahora quiere ponerle una fuerte mordaza a internet.
En Venezuela se prepara una legislación de telecomunicaciones dirigida a establecer sólo un punto de conexión a internet que pertenecerá al Estado y al cual estarán obligados a enlazarse todos los proveedores de servicios de conexión a internet. De esta manera, los venezolanos dejarán de explorar libremente el ciberespacio, ya que el gobierno podrá establecer qué sitios se podrán visitar e incluso vigilar los contenidos de los correos electrónicos.
Cabe aclarar que en todos los países con censura ese control de los correos electrónicos es usado selectivamente, porque establecer un seguimiento eficaz de todos los usuarios implicaría que no lo hicieran robots sino seres humanos, para lo cual se tendría que contar con una infinidad de personas para llevar a cabo esta tarea, lo que es algo prácticamente imposible de efectuar.
No es un secreto que en Venezuela después de haberse puesto fuertes mordazas a la televisión, la alternativa fue internet, en donde empezaron a circular gran cantidad de comentarios adversos a Chávez. A estas alturas internet ha cobrado un interés especial por la forma tan crítica en que se trata al gobierno chavista, de allí que Chávez intente someter la red a un severo control. Con la nueva normatividad Chávez muy bien podría, como también se puede hacer en Cuba o China, desconectar por completo la red y dejar sin comunicación a ninguna persona, organismo civil o universidad.
Con el fin de cerrar el círculo, Chávez se apresta a tender un cable de fibra óptica desde Venezuela a Cuba con la supuesta finalidad de brindarle un servicio de conexión de banda ancha a los cubanos, lo que a mediano plazo haría factible que los venezolanos pudieran muy bien convertirse también en los guardianes de los usuarios cubanos de internet.

Google, la nueva amenaza

martes, 9 de septiembre de 2008

Google avanza y lo hace de manera firme, cubre todos los flancos con la finalidad de hacer clara su rivalidad con Microsoft (MS) y de afianzarse en el terreno de las nuevas tecnologías. Desde hace buen rato ya se veía que Firefox le servía de referencia para perfeccionar y lanzar su propio navegador, cuestión que ha efectuado la semana anterior, cuando dio a conocer Chrome (www.google.com/chrome), que a primera vista parece ser una copia de Firefox.
Pero más allá de estas cuestiones técnicas o de modalidades de la interfaz, lo que despierta la atención es que el lanzamiento de Chrome ha sido la oportunidad para que se multipliquen lo comentarios en foros y blogs que son refractarios a la empresa MS y su navegador Explorer, ya que al ponderar demasiado las bondades del nuevo navegador de Google en realidad están manifestando su odio o rechazo hacia la empresa de las ventanas. A pesar de que todavía no se puede opinar con certeza sobre los pros y contras de Chrome, porque para ser sinceros se requiere aún de tiempo para hacer una evaluación justa de su rendimiento, en realidad la simpatía por dicho navegador es de facto el rechazo a Explorer y todo lo que huela a Windows.
Y esto tiene que ver, por supuesto, con cuestiones monopólicas, porque muchos usuarios ya están más que furiosos de ser rehenes de MS, pues al adquirir una máquina prácticamente ya viene precargada con el sistema operativo Windows y dicha empresa es quien decide si mantiene o no determinada versión de su sistema operativo. Sin embargo, no deja de ser curioso que un amor tan ciego sea justificable, porque no toma en cuenta que eso simple y llanamente es alentar la sustitución de un monopolio por otro. Porque no podemos soslayar que la potencia organizadora y sin rival de Google plantea muchas interrogantes, puede incluso ser más importante que la de MS. No olvidemos que la googolización de la red y de una serie de aplicaciones conexas será de mayor envergadura que el embargo efectuado por MS de las PC con su sistema operativo, ya que Google en realidad se dirige a controlar la esencia misma de la denominada sociedad de la información: la información misma y el tratamiento de su contenido.

Publicado en Milenio diario.

¿El fin de Firefox?

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Recién acaba de sacar su navegador propio Google, Google Chrome, que se ha dado a conocer con la finalidad de competir directamente con el Explorer de Microsoft. El mismo sobresale por su auteridad, por su simplificidad y en buena medida parece una copia del Firefox, que ya había sido adquirido tiempo atrás por Google. Tal parece que la programación y experencia acumulada en Firefox se traslada a este nuevo navegador, pero no sólo eso ya que es factible que eso sea el proceso que lleve al paulatino fin de Firefox, al menos el abandono de Google de este navegador para impulsar el suyo.

Por lo pronto no hay grandesde novedades en este nuevo navegador, ya que parece una copia de Firefox, pero esperemos, que nos sorprenda en futuras actualizaciones.

Gibson y el ciberespacio

domingo, 20 de julio de 2008


Hace 24 años cuando se escribió Neuromante de William Gibson, pocos se atrevían a pensar que lo descrito en su obra pudiera dar paso a una cultura que se ha extendido a lo largo de la década pasada. Al momento de escribir la obra Gibson (1948) no era un ilustre desconocido, pero tampoco gozaba de la notoriedad que adquirió con dicho libro. Éste le permitiría obtener los tres principales premios estadunidenses que se otorgan en el terreno de la ciencia ficción: Nébula, Hugo y Philip K. Dick. Poco después ganó el premio nipón Seiun y el australiano Ditmar, con lo que prácticamente se consagró y de pasó la trilogía que abría Neuromante tenía asegurado el éxito.
Además de las premiaciones y el reconocimiento lo interesante fue que la obra se tornó en una especie de guía o incluso de Biblia para una tribu juvenil que en ese entonces se articulaba alrededor de las emergentes tecnologías de comunicación, en particular las computadoras e internet, y que tenía una postura ambigua y contradictoria sobre la tecnología misma. Autodenominándose como cyberpunks (que también fue el subgénero de ciencia ficción al que dio vida Gibson), sus fieles seguidores se regaron como pólvora y se tomaron en serio lo que la obra describía y replicaron en sus cuerpos y ciberespacio lo que la obra representaba.
La novela no sólo tuvo la virtud de acuñar el término ciberespacio, sino que el autor dejó que el vocablo fuera de dominio público y debió enfrentar feroces batallas cuando algunas empresas más adelante quisieron patentar el término. Lo interesante de Neuromante fue desplegar intuitiva y anticipadamente lo que pocos años después advendría en el campo de las nuevas tecnologías y lo que se viviría en el ciberespacio.
El mismo Gibson ha dicho al respecto que el término ciberespacio es un recurso, una metáfora, una región en donde se concreta el proceso civilizatorio actual, e indica que en el momento que “la gente en el momento que usa internet es cuando navega en el ciberespacio. Al usar internet entra en un territorio en el cual la geografía ya no existe”.
En todo caso lo interesante de Neuromante fue que a partir de su publicación no sólo quedaron plasmados los cambios que se dieron poco tiempo después en materia cultural y tecnológica, sino que su carácter global conformaría incluso nuevas prácticas sociales que terminaron por modificar conceptos clásicos como identidad, sociedad, política, antropología, etcétera. Desde entonces el ciberespacio es una realidad social y tecnológica, además de un rasgo distintivo de este naciente siglo XXI.

Ciberbulling


El diccionario de la Real Academia española define como chisme a una “noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”. El término describe prácticas humanas de socialización añejas, pero que pueden tener un carácter tóxico y envenenar la vida de personas o grupos humanos. Los individuos no hemos tenido límites en materia de invención de rumores, de noticias y somos bastante competentes para hacerlas circular.
Por eso no extraña que en el mismo ciberespacio se esparza el conocido ciberbulling, que es una práctica que se mueve entre el chisme, las invenciones y el acoso u hostigamiento. El mismo se extiende, sobre todo, entre adolescentes y jóvenes vía correos electrónicos, sitios web en donde difunden fotos y comentarios de compañeros de clase, vecinos o diversas personas. Sobresale en esto el ejercer un maltrato psicológico, al burlarse de las discapacidades de algunos o simplemente inventar y deformar aspectos de su vida privada.
Así como la red es bastante eficaz para divulgarr noticias o llamar a la solidaridad ante alguna desgracia, también lo es para propalar los chismes y hacer de la misma una grandiosa verdulería en donde se irradian las invenciones de todo color y sabor. No se exagera al decir que muchas relaciones han sido contaminadas por este tipo de prácticas y en muchos casos sus daños son irreversibles al generar conflictos entre personas y efectos psicológicos en quienes son atacados por tales comentarios.
Pero no sólo los jóvenes han sido diestros practicantes del ciberbulling ya que también la difusión de mentiras y rumores se deja caer sobre personas que tienen una actividad pública buscando desacreditarlas y arruinar su imagen. Vale la pena decir que en ciertos casos esta práctica arranca como una broma pero conforme se difumina adquiere efectos negativos.
En varios casos se acude a programas de diseño que permiten manipular fotos de personas que después se propagan o se suben a sitios. Es por eso que tampoco puede pasar desapercibido que las nuevas formas de comunicación (correos electrónicos, videos en youtube, blogs, mensajería instantánea, mensajes SMS…) también tienen su lado nocivo al incentivar el rumor y estimular en buena medida la exclusión social.
Lo que al inicio puede parecer una broma o un chisme para quienes lo sufren o son sus víctimas puede ser un arma que lastima sus emociones, al grado que en algunas ciudades de Estados Unidos se ha convertido en una enfermedad infecciosa y las mismas autoridades la consideran una auténtica lacra social. Al señalar esto no se trata de ninguna manera de pensar en poner fuertes candados al uso de la red, pero sí de advertir que también son necesarias la creación de normas claras para Internet porque no podemos soslayar que en el ciberespacio coexisten lo mejor y lo peor del ser humano.

Telepresencia


Según Scott Fisher, pionero de la telepresencia, la misma designa a la tecnología que permite sentirse presente en un lugar o en un tiempo diferente. Mientras que Howard Rheingold la define como el conjunto de técnicas que permiten ver a través de los ojos de una máquina, y con los movimientos naturales seguir que aquellos manipulen el mundo físico. Durante los años noventa se pensaba que la telepresencia y la realidad virtual estaban llamadas a complementarse y ser el pivote de una revolución cognitiva y de la misma economía. Ambas darían vida no solo a una nueva de operar en ambientes hostiles (centrales nucleares, profundidad de los océanos, etcétera), sino que darían paso a una nueva era de relaciones del hombre con el entorno.
Incluso en cierto momento se asoció que una de ellas, la realidad virtual, sería la solución al consumo de drogas duras ya que con ella se podría convertir los viajes psicodélicos en algo inocuo ya que se fabricarían muchos programas destinados únicamente a generar viajes similares a lo implementados por el LSD pero sin el efecto y secuelas que generan las químicas.
Sin embargo, fueron demasiadas expectativas generadas y muy magros los resultados de ambas disciplinas al grado que actualmente sus experimentos quedan como parte de una resaca y de una alucinación despertada por el auge de las nuevas tecnologías. Por eso no deja de ser curioso que ahora en plena bancarrota de la realidad virtual, la empresa Cisco ha dado vida una tecnología que, asegura, podría convertirse en el sueño de las multinacionales y sus altos ejecutivos. Con dicho término esa firma la multinacional bautiza a un sistema que es capaz de enviar la imagen de una persona, en tamaño real, a una sala situada a miles de kilómetros.
Pero por más importante que esto se quiera ver, no es más que la continuación de lo que ya se viene haciendo con las teleconferencias, pero para nada es una telepresencia o una presencia a distancia, ya que para ser eso en realidad se requeriría que la persona pudiera manipular objetos a distancia, que incluso pudiera tener una interfase multisensorial que pudiera hacer mucho más realista la telemanipulación.
El uso de las teleconferencias en el mundo empresarial e incluso el sector educativo no es nuevo, aunque la virtud de esta nueva etapa de las videcoferencias estaría en que se da vida a un sistema con alta calidad en la transmisión de imágenes, con alta definición, y que la misma fluye en verdadero tiempo real. A pesar de ello no se puede decir que estemos ante un escenario realista, ya que no se da la posibilidad interactiva entre las personas que supuestamente se esperaba daría un día la famoso telepresencia.

El reino de lo falso

La red es un espacio en donde lo falso y la piratería van de la mano. En el ciberespacio existen productos e imitaciones para todos los gustos. Allí lo mismo se puede encontrar un reloj Cartier por 75 dólares, lentes Gucci por 9 dólares, o hasta una caja de Viagra por 39 dólares… Pero todos esos productos son falsos, al grado que existen datos que indican que alrededor del 10 por ciento del comercio mundial lo conforman falsos productos.
Presas de su propia notoriedad las empresas sufren una pérdida de ingresos y, también, un deterioro de imagen y notoriedad. Las grandes empresas argumentan, sin comprobarlo, que el consumidor que compra un producto falso no regresará nunca a adquirir el producto original. Las grandes marcas invierten cuantiosas sumas para frenar la piratería, como por ejemplo Cartier quien gasta más de cuatro millones de dólares anuales para luchar contra la piratería de sus productos.
Para el consumidor un falso DVD cuesta la mitad de precio y es una buena inversión y con una baja calidad del producto. Pero para quienes se dedican a la piratería es un negocio muy rentable, de poco riesgo y se han ido especializando al grado de que combinan astucia y tecnología para dar paso a “mercancías” piratas.
Los productos pueden ser creados en una fábrica que en el día se dedica a confeccionar productos legales, pero en las noches se dedica a crear los falsos. Al mismo tiempo se emplean estrategias de diseño y materiales que los imitan casi a la perfección y a tal grado que distinguir un producto original de un falso requiere de un estudio químico para saber cuál es el verdadero, y eso no sólo en cuestiones médicas, sino también en los productos textiles.
Nuestro país es un terreno fértil para lo faso, se puede conseguir con relativa facilidad desde pasta de dientes y manzanas, hasta discos y computadoras. Internet ha sido una eficaz caja de resonancia para promocionar e incluso vender todos esos productos. Pero sin duda Asia es el principal productor de enseres piratas, sobre todo China que es la mayor fábrica de los mismos, al grado de que el 70 por ciento de mercancías falsas a escala mundial provienen de dicho país.
Por ello no es raro recibir por correo electrónico las promociones de productos estilo Viagra o Cialis a precios bajos. Ellos son ejemplo de los miles de medicamento ofertados todos los días en la red, en donde gracias a millones de mensajes se promocionan y venden infinidad de productos. A tal grado es esto que el 7 por ciento de los medicamentos a escala mundial son falsos e incluso con sustancias peligrosas. Pero todo es reflejo de que lo falso al refugiarse en el anonimato y la inmaterialidad de la red termina por convertirse en algo imparable y global.

Erotismo digital

Negar a estas alturas la presencia del erotismo y la sexualidad en línea es absurdo, sobre todo porque millones de usuarios se vuelcan con desenfreno todos los días a practicar los intercambios eróticos. Millones de usuarios frecuentan de manera cotidiana los múltiples hoteles de tránsito que se amontonan en cada esquina de un chat o en los servicios de mensajería instantánea. La fauna es diversa y los gustos lo son de igual manera, de suerte que no sólo los heterosexuales usan la red para vivir sus aventuras sexuales, sino también homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y travestis que se han apropiado de las salas del chat en México y Latinoamérica.
En nuestro entorno la revista electrónica Adonis (www,adonis.com) es un reflejo de cómo la red se ha convertido en una oportunidad para abordar la problemática homosexual y la sexualidad en su conjunto, pero reflejando como en los últimos 10 años una buena parte de la población mundial ha tenido que cambiar una buena parte de sus hábitos personales. La comercialización y masificación de internet trastocó prácticas eróticas y afectivas de infinidad de personas.
Lo curioso es que ante la avalancha de contenidos sexuales que se multiplican en la red, todavía no podamos tener un dominio exclusivamente para tales contenidos, en donde lo mismo podrían caber sitios dedicados a promocionar desinteresadamente las más disímbolas prácticas sexuales que quienes se dedican a la comercialización y explotación de las imágenes sexuales.
Es absurdo que la Corporación para la Asignación de Nombres de Dominio (ICANN), presionada por el gobierno estadunidense retrocediera en la conformación de un dominio XXX que no sólo permitiría a quienes están interesados en consumir tales contenidos hacerlo de manera mucho más fácil, sino que padres de familia y enemigos de la pornografía pudieran evitar el acceder a dichos materiales.
La ICANN no sólo hace que con tales decisiones su papel sea cuestionado, que su supuesta neutralidad en la administración de la red se vea cuestionada, sino que se pasa por el arco del triunfo una realidad: que más de la mitad de las personas que diariamente acceden a la red para usar los servicios de mensajería instantánea o los servicios de tertulia digital como los chats, se vuelcan a la red no sólo para conocer amigos, sino para trasladar a lo digital todas sus fantasías sexuales y eróticas.


Amores digitales

Buscar la media naranja en la red ya no es un tabú. Ese fenómeno alcanza a todas las edades, quienes gracias a la red conforman relaciones durables, simples aventuras o hasta son timados. A unos cuantos años de masificación de internet el fenómeno de los encuentros amorosos y los ligues en línea, han alcanzado una popularidad increíble. Cualquiera conoce hoy día a alguien que tiene algún amigo por internet, que anda en busca de amor o que de plano ya lo encontró. Se ha derrumbado el tabú de la necesidad de la presencia y del cuerpo para enamorarse. Muchas personas que mantienen una relación amorosa por la red no se conocen físicamente. Muchos otras, en cambio, están convencidas de que encontrarán a su complemento en alguna esquina de internet.
El enamoramiento por internet ya alcanza a una población amplia, ya no es como cinco años atrás cuando sólo las mujeres de entre 30 y 45 años usaban internet para encontrar alguna pareja. Hoy la usan para tal fin adolescentes, jóvenes y hasta adultos mayores. Tiempo atrás cuando uno ingresaba a los chats se encontraba sobre todo con hombres, en particular especialistas en computación, con tímidos o con exhibicionistas. Hoy, en cambio, se puede decir sin temor a exagerar que toda la sociedad está representada en la red.

Cambios de postura
También disminuye el número de usuarios que al primer contacto deciden entablar relaciones amorosas, aunque por otro lado se incrementan los usuarios que usan la red para mantener únicamente relaciones sexuales. Lo testimonian infinidad de sitios que abundan en la red dedicados a promover tales relaciones. En lo que respecta a los orientados a unir corazones, uno de los preferidos, Match.com, indica que del total de matrimonios que se dan a escala mundial ellos contribuyen con 200 mensuales.
Además, las páginas dedicadas a hacerla de “alcahuetes” sigue siendo un sector que se comporta de maravilla, ya que después del advenimiento del crack de la nueva economía a fines de la década pasada no ha frenado su crecimiento. Por lo mismo la abundante oferta de sitios promotores de los encuentros amorosos, da la sensación de que estamos ante un supermercado de relaciones amorosas.
Sin embargo, el problema es cómo encontrar el amor entre millones de perfiles, qué criterios usar para seleccionar y moverse en ese mar de oferta de necesitados de amor. Aunque algunos de los preferidos han sido los que privilegian las fotos, como es el caso de HotOrNot.com que permiten listar las fotos de los miembros por región. Si dos personas se seleccionan mutuamente, se establece el contacto. Esa fórmula tiene gran éxito en Estados Unidos, pero en la era photoshop la sinceridad de las imágenes deja mucho que desear.
Para la generación Google, habituada a las búsquedas en línea, sabe que solo bastan con algunas palabras claves para obtener un ramillete de posibilidades. Pero esa desbocada manera de precipitarse a los sitios de encuentros amorosos a colocar datos personales, apenas es el inicio de una tendencia que en el futuro se volverá mucho más masiva de lo que ya es. Al menos esa será la tónica en los países desarrollados y en los sectores medios de países como el nuestro, que usarán la red para establecer encuentros eróticos, amigables o amorosos. Por ahora lejos de aislar o uniformar a los individuos, la red ayuda a socializar. Ha auxiliado a encontrar pareja sobre todo a madres solteras que no tienen la posibilidad de salir de su casa, a persona tímidas y a separados. La red es artífice de una revolución relacional, da vida a una nueva era en los contactos y ligues.


El orgasmo vía internet


Los romanos acuñaron la palabra "sexus", aunque la función sexual se remonta a mucho tiempo atrás y todo indica que seguirá continuándose. A lo largo de la historia humana la práctica del sexo ha cambiado y en dicho proceso la tecnología ha jugado un papel importante: desde los manuscritos hasta la masificación de internet, la sexualidad ha sido alterada por las interfaces. Hoy una parte significativa de la población mundial ha encontrado en el ciberespacio un entorno perfecto para vivir su sexualidad. Sexo real o simulado siempre ha habido, pero el que se da en internet es diferente, afecta al antiguo tabú y a la virtud, a la cuestión de género y su frontera, a los pecados y a las normas, al placer y su futuro, al deseo y a la misma sexualidad.

Aproximaciones y vicios
Hoy es normal que hablemos de “intimidad conectada”, “telesexualidad”, “telepresencia erótica interactiva táctil” o “cibersexo”, para designar el amplio y discontinuo universo de interacciones sexuales desatadas a lo largo del ciberespacio. Lo evidente es que gana adeptos la sexualidad mediada por bits, a lo ancho del planeta se gestan encuentros sexuales entre dos o más personas en ese infinito lecho que es internet. La experiencia sexual simulada galopa por todo el orbe.
Algunos practicantes del cibersexo se apoyan en interfaces para lograr alcanzar de inmediato el mayor placer, a otros les es suficiente con las teclas y la imaginación. Aunque se aprecia en los últimos tiempos el crecimiento de usuarios que usan el cibersexo como medio o preámbulo para encuentros sexuales en la vida real. Hoy la fiebre por el cibersexo ya no sólo se despliega por internet, alcanza a los teléfonos celulares o asistentes personales.
Una de las variantes del cibersexo que se gesta en un ambiente de realidad virtual tiene que ver con la teledildónica, que es la interacción sexual de dos humanos por intermediación de internet y la computadora, aunque esto es más un deseo que una realidad. A pesar de que ya se pueden manejar a distancia vibradores, aún son rudimentarios los guantes o trajes sexuales. Sin embargo, que frecuentemente se hable de teledildónica es el reflejo de lo que nos depara el futuro en materia sexual. Es curioso que aún en plena edad de piedra el cibersexo despierte gran interés, anunciando que en el devenir será parte fundamental de la existencia de amplios sectores y hasta es probable que se reivindique como una más de las formas en que se reproduce la sexualidad del ser humano.
Admitamos también que el cibersexo tiene algunos adeptos fanatizados; para esos practicantes él es más interesante que una conversación en un bar. En un momento en donde proliferan las relaciones videoclip, el sexo virtual gana millones de seguidores. Mientras muchos van empujados por su ego hacia gimnasios con el fin de cultivar su cuerpo y de paso socializar y hallar compañero sexual, para prontamente percatarse que dichos espacios son cuna de narcisismos, otros más encallan en el ciberespacio dedicándose a practicar el cibersexo. En esos confines muchas personas se adentran en un gigantesco supermercado de ilusiones y de fantasías eróticas. Aunque no faltan los que caen enfermizamente en los brazos digitales y pierden toda referencia con su ambiente.
Aunque la idea de la frialdad de las computadoras está extendida, los amantes del cibersexo reflejan que por éstas e internet transitan pasiones desenfrenadas, proyectándose en ella aspiraciones y deseos eróticos. No es raro, por eso, que dos ilustres desconocidos inicien una charla en un chat a media noche y al amanecer ya tengan un ramillete de orgasmos encima. Los lugares preferidos para desplegar el cibersexo son los chats y los servicios de mensajería instantánea, en ellos las personas viven una aceleración del tiempo y una contracción del espacio por lo que los ligues se alcanzan en nanosegundos.
Es así como muchas personas empiezan a sustituir lo real por los bits, se desnudan de su pretérito y las interfaces se hunden en su piel. Ellos hablan, y las máquinas también, y el frágil narcisismo humano sufre, se acongoja y en otros casos de plano se hace el orondo ante tanta osadía. Olvidándose que eso es resultado de un largo proceso de creación de interfaces que el hombre empezó a poner en marcha desde que inventó el arco y la flecha y que ha desembocado en situaciones paradójicas como la creación de robots que son capaces de procrear.1
No es raro ver caminar y correr lúdicamente a los practicantes del cibersexo en los pasillos virtuales, con el semblante alegre varios autopromueven como expertos practicantes del tantra y aptos para hacer el amor durante varias horas. Pero no entienden que en esos confines el arma socorrida se llama imaginación, con ella los clones arman orgías que envidiaría cualquier alucinado por las novelas de Sade y otros similares que en el “colmo de la inactividad física” han alimentado un alud de “orgasmos” gracias a la fusión entre palabra escrita e imaginación.

Frente de ataque
Actualmente el cibersexo es atacado desde dos frentes, por un lado están los conservadores y religiosos que lo ven como una estructura malsana que fomenta la disolución de matrimonios, que va en contra de las buenas costumbres, por la otra están las feministas y especialistas de la conducta que lo ubican como una dimensión de poder que limita el disfrute de los derechos sexuales, que somete la sexualidad a lo clandestino. Para la segunda el cibersexo es un dispositivo de control que moldea el cuerpo de hombres y mujeres y les asigna, cual si fuesen entelequias, un papel sexual. La primera línea es comprensible, no se puede esperar otra cosa proviniendo de los grupos religiosos conservadores. En el caso de la otra, es una postura que abona, curiosamente, en favor del conservadurismo debido en gran medida al desconocimiento de lo que está en juego en el cibersexo; su postura es heredera de la teoría marxista en el sentido que la tecnología está directamente vinculada al poder.
Hoy sabemos que la sexualidad se practica de muchas maneras, la cibernética es una más, pero si no se tiene la tolerancia y respeto por la manera en que otros construyen su dimensión sexual, entonces se pronuncia en realidad por la defunción de su sensibilidad. Cuando eso sucede la persona ya se ha extraviado en el presente, no sabe qué acontece actualmente. Por eso la muerte por desfase puede ser violenta o resignada, según se quiera ver, pero es deceso al fin.
A diferencia de lo expresado por los especialistas de la conducta, el cibersexo representa un juego lúdico y erótico, más que temor ante el contacto se está ante una práctica liberada de esquemas y modelos sostenidos como únicos para ejercitar el contacto sexual. El cibersexo representa una nueva forma de opción sexual, expresa que para alcanzar el placer no existen rutas definidas. Pero sobre todo no se debe olvidar que el cibersexo es generador de sentido para sus practicantes.
Además, una buena parte no teme al cuerpo y tampoco es puro onanismo ya que en Estados Unidos y otros países el cibersexo sólo es trampolín para los contactos sexuales fuera de la red, no por algo en dicha nación se piensa seriamente en clasificar el cibersexo como un problema de salud pública, debido al afán de muchos usuarios heterosexuales y gays de concretar el mayor número de cogidas posibles vía internet, por lo cual terminan rodando cada fin de semana en camas diferentes pero sin hacer uso del condón. Sin embargo, el cibersexo tampoco ha generado, como dicen algunos fundamentalistas digitales relaciones que rompan radicalmente con las barreras raciales y los estereotipos de género, ya que ambos aspectos son nota destacada en los encuentros sexuales reales derivados del cibersexo.
Se suele ridiculizar el cibersexo porque sus practicantes no poseen ninguna información sobre las personas con las que hablan, porque ellas pueden ser del sexo contrario del que dicen tener. Pero a un segmento importante no le interesa la simulación realista, no la consideran necesaria ni la desean. Además, la recreación del otro es algo normal en los procesos amorosos fuera de la red; la historia sabe, y mucho, de enamoramientos de personas desconocidas que les fue suficiente con la palabra escrita para establecer vínculos afectivos y eróticos. En internet más de la mitad del atractivo sexual del otro radica en lo que construyen e imaginan las personas y no en lo que realmente poseen.

Frialdad entredicha
"Cuando nos introducimos a través de la pantalla en una comunidad virtual, reconstruimos nuestras identidades del otro lado del espejo",2 sostiene la psicóloga Shirley Turkle, quien ha sido pionera en el estudio de las relaciones cibernéticas. En su conocido Life on the screen ella indica que los usuarios enfundados en sus máscaras virtuales se encuentran y se separan, se enamoran y pelean, construyen y desarrollan sus fantasías, ponen en juego mecanismos psicológicos compensatorios o proyectivos.
Turkle es psicoanalista lacanania y a diferencia del grueso de sus compañeros de ruta abandonó los cartabones para sostener que si bien las relaciones sexuales digitales ocurren más en la mente que en el cuerpo, también muchas de las vinculaciones fuera de la red no serían nada de no ser alimentadas por el cerebro o nutridas por la realidad virtual que gestiona en demasía la mente.3 La relación entre personas y computadoras cambia la forma en que pensamos y sentimos. Según ella "Las pantallas son el nuevo escenario para nuestras fantasías, tanto eróticas como intelectuales".
Polémica y neofeminista, Turkle dice que si alguien no tiene correo electrónico se pone lejos de nuestros deseos y búsquedas eróticas. Y quien no está en internet se aleja todavía más. Sin autoproclamarse en la salvadora del feminismo, critica a las feministas porque se aferran al papel de víctimas al acercarse al uso de las nuevas tecnologías, ya que reducen las mismas a una conspiración masculina, por lo que las invita a abandonar esos clichés y avanzar hacia una relación menos tormentosa y dolorosa con la técnica.
Como refiere Alejandro Piscitelli,4 Turkle se dedica a investigar y, sobre todo, a trascender lo liminal. Ese concepto fue acuñado por el antropólogo Víctor Turner, con el cual describió los fenómenos y las cosas que están en transición, cuando las caducas estructuras se han derrumbado pero las nuevas no tienen aún rostro claro. La historia ha registrado estos momentos en donde “no se está ni aquí ni allá”, son periodos de gran densidad cultural, cuando todo lo viejo adquiere nuevos significados y lo nuevo derrumba lo antiguo.
Turkle, la máxima celestina de la red, indica que todo el universo de Lacan está en internet. Para ella el ciberespacio es lacaniano, está formado de nudos, tejidos de sentido, cadenas, ritos, etcétera. En ella hay fragmentación (un yo múltiple que se moldea conforme los sitios y contextos); intertextualidad (el hipertexto como vía de bifurcaciones del individuo); descentramiento (múltiples usuarios adaptados a la ilógica del ciberespacio)...

Más allá de nuestra comprensión
El cibersexo se produce y reproduce a una velocidad mayor que nuestra reflexión sobre él. Se ha convertido en cultura para millones de personas y tratando de comprenderlo intentamos interpretarnos y entender nuestro tiempo. Todo usuario de la red está involucrado en esa moratoria psicosocial generada por el universo digital y las máquinas que permiten a muchas personas alcanzar su identidad sexual y explorar su propio yo. Un proceso que tiene sus duelos y que nos negamos a asumir, pero como dice Turkle: "construimos nuestras tecnologías y nuestras tecnologías nos construyen a nosotros en nuestro tiempo. Nuestro tiempo nos hace, nosotros hacemos nuestras máquinas, nuestras máquinas hacen nuestro tiempo. Nos convertimos en los objetos que miramos pasivamente, pero ellos se convierten en lo que nosotros hacemos de ellos".
Pero tal vez lo más importante del cibersexo no está en la práctica como tal, sino en lo que simbólicamente manifiesta: es reflejo de cómo las nuevas generaciones viven su espectro erótico; es el reflejo de un deseo por domesticar, a su manera, la sexualidad. El cibersexo es la expresión de que vivimos en una sociedad electrónica, a diferencia de la era industrial, generadora de segmentación y soledad, ésta produce unidad y simultaneidad. Estamos ya en una época poscivilizatoria de comunicaciones en tiempo real, que conduce al hombre a una dimensión tribal. Al igual que en las sociedades primitivas el sexo es más laxo y menos importante. La sexualidad se desmitifica, termina el exclusivismo, la obsesión, la sacralización de lo sexual, el esencialismo heredado de la revolución sexual que deposita en el cuerpo todo el valor de la sexualidad. Se puede decir que las nuevas generaciones no son asexuadas, más bien extienden su espectro erótico, le abren nuevas dimensiones espontáneas a su sexualidad. Hoy, en la era de las redes digitales y de la realidad virtual lo importante está en la intuición, la sensibilidad y el saber liberar la propia espontaneidad.
Tenemos como satisfactores primarios de nuestros goces al sexo y al alcohol, lo que es producto de lo limitado y “condicionado” que está nuestro sistema nervioso biosocial. El espectro es muy pobre y debe ampliarse. El animal humano posee una gran versatilidad genética, por lo que el cibersexo preludia nuevas variantes sexuales que se presentarán, por ejemplo, cuando el útero pierda, en el mediano futuro, su función reproductiva.5
Internet al ser un medio para el contacto sexual, se vuelve una dimensión que revoluciona las costumbres. Evidencia que no existe una sexualidad construida por seres humanos naturales, ausentes o fuera de determinación social alguna, ya que nuestros inventos también modifican nuestros comportamientos. Todo individuo es resultado de procesos culturales específicos, el hombre al construir y significar su sexualidad no se disocia de los objetos que también construye, los cuales modifican su imaginario sexual. Pero mientras no sepamos claramente a dónde nos conduce ese pasaje liminal en el que estamos inscritos, la red es un enorme laboratorio sexual que seguirá dando de que hablar, así como afectando al deseo y la misma sexualidad.

Notas
1. Véase iblnews.com/noticias/05/128161.htm.
2. Sherry Turkle. La vida en la pantalla, Paidós, Barcelona,
3. Esta visión embona con lo expresado desde tiempo atrás por el francés Pierre Lévy. Qué es lo virtual,
4. Alejandro Piscitelli. Internet, la imprenta del siglo XXI, Gedisa, Buenos Aires, 2005.
5. FRÉDÉRIC JOIGNOT, Niños de máquina, http://www.elpais.es/articulo.html?d_date=20050612&xref=20050612elpepspor_3&type=Tes&anchor=elpportec, Madrid, 12 de junio de 2005.

Auge ambiental


La lucha por el ambientalismo tiene muchas historias y leyendas. Sus raíces se remontan a las prácticas de los indígenas que poblaron desde tiempos lejanos nuestro continente, algunos historiadores incluso fechan su arranque a partir del medioevo y otros dicen que es una cuestión mucho más cercana a nuestra época, que proviene de los efectos destructivos generados por las dos guerras mundiales que se dieron en el siglo pasado. Desde las ciencias sociales esta cuestión es tema de debate, ya desde el siglo pasado algunos teóricos de la escuela de Frankfurt habían denunciado la destrucción ecológica que para ellos era resultado del iluminismo o la modernidad. Sin embargo, es un hecho que la especificidad de dicho movimiento y pensamiento nace en los años sesenta del siglo pasado.
El punto de partida se puede fechar en 1962 con la publicación del libro La primavera silenciosa, escrito por Rachel Carson, un texto pionero que sensibiliza a la opinión pública estadunidense acerca de las agresiones químicas al entorno y que terminó por influenciar el emergente interés de diversos sectores sociales por las cuestiones del ambiente. Nueve años más tarde esto adquiriría consistencia cuando Barry Commoner da a conocer El círculo que se cierra, un texto con una fuerte crítica al desarrollo tecnológico, pero que entraña una de las mejores conceptualizaciones de la relación entre ecología (en ese entonces ubicada como medio de estudio de los ambientes naturales) y los efectos ambientales generados por el ser humano, con lo cual nace, de igual manera, la ecología como un recurso político.
Desde los años ochenta del siglo pasado los grupos ambientalistas fueron pioneros en el uso de la red, en ese entonces la vía mayoritaria que utilizaban las organizaciones para conectarse era vía correo electrónico. A partir de ese entonces ha crecido el interés que desde la década pasada adquirió dimensiones alucinantes, una de las primeras fue la Asociación para el Progreso de la Comunicación (APC: www.apc.org), que se tornó en el espacio en el cual confluyeron organismos interesados en causas tan diversas como calidad del aire, contaminación del agua o agotamiento de la misma, biodiversidad, radioactividad, calentamiento global…
En todo caso lo que refleja la red es que los ecologistas, a pesar de sus inconsistencias y contradicciones, son el asidero utópico que nos queda para pensar en luchar por un entorno sano, para tratar de que la especie tan equívoca y contradictoria que somos por lo menos pueda frenar su apetito por acabar con el medio ambiente, que esa ansia científica de dominar la naturaleza, ya denunciada por Heidegger, se frene y evitar así que las políticas de desarrollo carentes de sustentabilidad sigan causando más daños a la naturaleza.

Diversidad sexual


La diversidad es lo que se reproduce en la red, lo diferente ocupa una buena cantidad de sitios de información en el ciberespacio. Las idiosincrasias y las maneras de ser se expresan y renuevan continuamente en internet, quien se ha vuelto una arena simbólica por donde desfilan gastronomías, vestimentas, músicas y un sinfín de expresiones que hablan de cómo ser diferentes en medio de un apabullante medio globalizador por excelencia como la red.
En este concierto a favor de las diferencias sobresale el de la diversidad sexual, que de alguna manera ha venido a trastocar comportamientos de algunos usuarios, que gracias a sus periplos por la red han encontrado afinidad con ciertas prácticas a las cuales en muchas ocasiones terminan por adherirse y apoyarlas demostrando con ello que una de las zonas que con mayor frecuencia se ve sometida en la red a ser alterada es la relativa a la identificación sexual.
Giddens menciona que existe una relación directa entre los procesos de globalización de la modernidad y la intimidad, o mejor dicho que la propia dinámica de la modernidad termina por alterar o afectar la vida cotidiana y el ámbito privado. Esto es una realidad en internet, que se ha vuelto en el artefacto más económico y asequible de globalización que tiene a la mano cualquier persona, que le permite vivir su intimidad de una manera novedosa y que la pone siempre al borde del cambio.
Es un hecho que, para muchos usuarios, en el momento en que la intimidad y preferencia sexual son filtradas por los bits éstas adquieren un significado destacado, que entra en conjunción con las de otras personas, con lo que el espacio simbólico que se genera en estos intercambios da paso a una dimensión plural, en donde se articulan diferentes maneras de concebir y entender lo que es la sexualidad y la práctica sexual. Es así como entre periplos e intercambio epistolar, los usuarios están siempre expuestos a una impresionante cantidad de prácticas y creencias que regulan la actividad sexual que no está disociada del entorno cultural, pero que ponen sus creencias en una situación de validez relativa.
Sin embargo, a pesar de la cantidad de expresiones culturales y sus vasos comunicantes con las cuestiones sexuales, es claro que en la red la diversidad sexual se reduce a lo no heterosexual. No obstante que cada cultura valora y otorga mayor valía a determinadas prácticas sexuales y menosprecia a otras a partir de una específica concepción de la sexualidad, en la red los usuarios pueden encontrar una vía importante para hallar empatías, que se facilitan gracias a los chats, en donde se acude al anonimato y se genera una confianza entre los participantes para que posteriormente abandonen el clóset y den rienda suelta a su sexualidad.
No cabe duda que la red ha sido un espacio democratizador en el campo de la sexualidad, en donde se expresa que la diversidad sexual es un valor fundamental y un recurso para luchar contra todo tipo de fobias sexuales. Pero eso no termina por eliminar las disputas simbólicas de las creencias, y sin duda alguna el ciberespacio será en el devenir una mayor caja de resonancia de lo que hoy son las batallas en torno al reconocimiento de la diversidad sexual.

Brecha digital


A pesar de lo mucho que se habla de conexión lo cierto es que vivimos ya en medio de una división digital, de una brecha que se expresa en doble vía o sentido. Por un lado los conectados se separan de quienes no usan la red, en México según las cifras optimistas ya tenemos más de 20 millones de usuarios, pero dicha realidad se esfuma al momento en que el mismo INEGI reconoce que sólo dos millones 318 mil 243 hogares mexicanos tienen internet, 9 por ciento del total, muy bajo en comparación con Dinamarca que alcanza el 64.2 por ciento; u Holanda, Reino Unido, Canadá, Alemania y Estados Unidos que están arriba del 50 por ciento.
Sin embargo por el otro lado de la brecha es la que se da entre quienes únicamente se conectan a la red, y pueden intercambiar mensajes, pero no cuentan con las herramientas y elementos suficientes para explorar el ciberespacio o para sacarle mayor rendimiento a su computadora.
Y esto se refleja también a escala mundial. Es un hecho que quien no explore en la actualidad el ciberespacio se ve privado de acceder a múltiples conocimientos y de habilitarse en las nuevas competencias que se demandan en los tiempos que corren. Y si bien es cierto que a escala global el número de internautas aumenta sin cesar, todavía existen en el mundo dos mil millones de personas que carecen de electricidad y el 75 por ciento de la población del planeta no tiene acceso, o muy poco, a los medios de telecomunicación básicos.
Pero al mismo tiempo se deben contar con políticas públicas que se traduzcan en un acortamiento de la brecha cognitiva, que es mucho más honda y antigua que la misma computación e internet, lo que trae aparejado una división entre naciones y entre la sociedad misma. A la concentración de la riqueza que viven algunas naciones, como es el caso de la nuestra en donde ya tenemos al hombre más rico del planeta, se suma también una concentración del conocimiento, y en particular del de vanguardia, que incluye el manejo de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, en el actual tratamiento que se quiere dar a la tecnología, en particular internet, y esbozado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) de Felipe Calderón encontramos el interés por impulsar la conexión, pero nulas propuestas y plazos para que el conocimiento se vuelva una cuestión compartida, de amplio alcance y un factor de equidad. A partir de lo recién descrito vale la pena indicar que no se percibe en dicho PND una propuesta para invertir en el conocimiento, en una educación y ciencia de calidad, con lo cual se sigue poniendo en peligro el futuro del país.

Fin de la vida eterna

jueves, 3 de julio de 2008

Este día la Suprema Corte por unanimidad anuló la denominada cláusula e "vida eterna" , la declaró inconstitucional. Con esa decisión adoptada por ldicha instancia no sólo se marca el fin de un mecanismo que suministraba curules y prerrogativas a partidos que no merecían tenerlas o que no habían demostrado que realmente merecieran tenerlas. A través de alianzas se pactaban porcentajes que no se alcanzaban en los procesos electorales, o que no tenía claridad para la ciudadanía,
Es razonable que un partido que no alcanza los votos suficientes para mantener su registro lo obtenga de manera artificial, como ha sucedido hasta ahora. La decisión alcanza, también, a las entidades y eso llevará a un deceso enorme de partidos y políticos a lo largo y ancho del país.
Las elecciones de 2009 seguramente marcarán el fin de varios partidos, emergentes o pequeños. No está demás referir que en este escenario también ha sido positivo que la Comisión de Prerrogativas del IFE determinara no otorgar el registro a la Unión Nacional Sinarquista (Partido Solidaridad) y Rumbo a la Democracia, para la creación de dos nuevos partidos políticos nacionales. De acuerdo con el nuevo Cofipe ambos habían incurrido en irregularidades como efectuar algunas de sus asambleas basándose en medios corporativos. En todo caso, es de celebrar que desaparezcan varios partidos negocio,13 pero también es de lamentar que el sistema de partidos en México camine a resumirse en tres fuerzas políticas. La actual normatividad ha establecido que cada seis años se puedan crear nuevos partidos, lo que quiere decir que los próximos interesados en conformar un partido podrán hacerlo pasando el 2013 y si reúne los requisitos participarán hasta el 2015, lo que práctica

Arrebatos digitales

sábado, 14 de junio de 2008

Explorar el ciberespacio es, como dice Sherry Turkle, no sólo tener la posibilidad de acceder a una infinita cantidad de datos, de propalar contenidos de diversos calibre y color, sino también que las personas estén ante la contingencia, en la posibilidad de hacer fluir su estado emocional. Esto último es uno de los grandes cambios antropológicos generados por la red desde hace ya más de 10 años.
El recelo y pánico que al inicio causaron los intercambios epistolares entre algunos analistas de los medios de comunicación y algunas personas que apenas se acercaban a usar este medio fueron menguando cuando tomaron en cuenta la cualidad interactiva de esta tecnología. Muchas de esas posiciones negativas incluso vaticinaron que el uso de la red y la computadora arrollaría o acabaría con las relaciones humanas, pero todo eso era producto de la resaca televisual y de un discurso que veía a los medios como enemigos de las relaciones humanas, pero hoy día las cosas han cambiado y varios de los otrora enemigos de la red se han percatado que es mejor entender de manera más lúcida el ritmo de los tiempos que corren y las tecnologías que les acompañan, que tener una actitud hostil hacia la misma.

Un error frecuente entre quienes no gustan de los contactos digitales es pensar que quien sí los hace es un ser angustiado, un pobre desvalido extraviado en el tiempo digital y que por lo mismo no puede dar respuesta a todo lo que le llega a su buzón electrónico o que no puede satisfacer la necesidad de interacción de sus contactos en un servicio de mensajería instantánea. Por supuesto, tampoco faltan quienes piensan que quienes comparten su intimidad por la red son seres incompletos y que no saben lo que es el amor o carecen de una educación sentimental.
Sin ser una novedad, lo cierto es que la red es un entorno en donde gracias al torrente de letras y comunicados confluyen diversos estados emocionales y en donde se puede apreciar que para muchos usuarios el manejo mismo de las palabras puede ser como hacer el amor.
En esos contactos se erosionan las costumbres y los entornos culturales se difuminan porque los hábitos son dejados de lado cuando las leyes de la atracción digital se intensifican y terminan por derrumbar los convencionalismos.


Publicado en Milenio diario.

Lo íntimo y la red

jueves, 12 de junio de 2008

La paradoja con la red es que su plasticidad erosiona lo íntimo, no solo porque a través de la misma una porción significativa de usuarios a escala global ventilan sus intimidades, o porque se colocan videos o abordan aspectos de la vida íntima de diversas personas, sino porque los mismos usuarios desembocan en situaciones afectivas en donde son capaces de no solo de desnudar su alma ante otros, sino que se vinculan amorosamente con personas que incluso es factible que nunca vayan a ver en su vida. El periplo virtual es capaz de no solo de generar celos, sino de desembocar en depresiones terribles.
Tal vez porque no se puede negar ya el influyente papel que la red tiene en el ámbito de lo íntimo, es que en muchos países algunos jueces empiezan a tomar los correos electrónicos o los archivos de las conversaciones en los chats como pruebas de infidelidad o como causales para el divorcio. Sin duda alguna esto trae diversas implicaciones, como una nueva actividad de hurgar en las cuentas de correos y equipos de los usuarios con el fin de verlo como un nicho de mercado y de chantajes emocionales que lleva a pensar en reflexionar esto ampliamente, pero también para pensar en algunos marcos que protejan la intimidad de manera más severa.

Topodrilo

lunes, 9 de junio de 2008

Topodrilo ha retornado desde hace algún tiempo, aunque a diferencia de su primera etapa (1988-1997), la publicación se desenvuelve en un contexto completamente diferente. Con sus primeros cuatro números en esta segunda etapa se abre camino e intenta posicionar temas y convertirse en un medio propagador de ideas, como lo fue en su primera etapa.
Aunque su periplo inicia de manera melancólica porque en marzo pasado murió uno de sus miembros fundadores, Conrado Hernández, quien fue una más de las víctimas de la delincuencia que azola a la ciudad de México. Pero el asesinato de Conrado se torna en un acicate para que Topodrilo se haga eco de su pasión por la escritura y la reflexión, por hurgar en el pasado para entender los convergentes presentes.

Auge ambiental

sábado, 7 de junio de 2008

La lucha por el ambientalismo tiene muchas historias y leyendas. Sus raíces se remontan a las prácticas de los indígenas que poblaron nuestro continente, algunos historiadores incluso fechan su arranque a partir del medioevo y otros dicen que es una cuestión mucho más cercana a nuestra época, que proviene de los efectos destructivos generados por las dos guerras mundiales del siglo pasado. Desde las ciencias sociales esta cuestión es tema de debate, ya desde el siglo pasado algunos teóricos de la escuela de Frankfurt habían denunciado la destrucción ecológica que para ellos era resultado del iluminismo o la modernidad. Sin embargo, es un hecho que nace en los años 60 del siglo pasado.
El punto de partida se puede fechar en 1962 con la publicación del libro La primavera silenciosa, escrito por Rachel Carson, un texto pionero que sensibiliza a la opinión pública estadunidense acerca de las agresiones químicas al entorno y que terminó por influenciar el interés de diversos sectores sociales por las cuestiones del ambiente. Nueve años más tarde esto adquiriría consistencia cuando Barry Commoner da a conocer El círculo que se cierra, un texto con una fuerte crítica al desarrollo tecnológico, pero que entraña una de las mejores conceptualizaciones de la relación entre ecología y los efectos ambientales generados por el humano, con lo cual nace, de igual manera, la ecología como un recurso político.
Desde los años ochenta los grupos ambientalistas fueron pioneros en el uso de la red, en ese entonces la vía mayoritaria que usaban las organizaciones para conectarse era vía correo electrónico. Así, ha crecido el interés que desde la década pasada adquirió dimensiones alucinantes, una de las primeras fue la Asociación para el Progreso de la Comunicación, que se tornó en el espacio en el cual confluyeron organismos interesados en causas como calidad del aire, contaminación del agua o agotamiento de la misma, biodiversidad, radioactividad, calentamiento global…
Lo que refleja la red es que los ecologistas, a pesar de sus contradi-cciones, son el asidero utópico que nos queda para pensar en luchar por un entorno sano, para tratar de que la especie tan equívoca que somos por lo menos pueda frenar su apetito por acabar con el medio ambiente, que esa ansia científica de dominar la naturaleza, ya denunciada por Heidegger, se frene y evitar así que las políticas de desarrollo carentes de sustentabilidad sigan causando más daños a la naturaleza.

Lucha ecológica en Cuernavaca

lunes, 19 de mayo de 2008


Desde antes de su masificación internet estuvo unida a cuestiones ecológicas, ya que los grupos civiles organizados y los ciudadanos preocupados por el cuidado del entorno encontraron en ella una grandiosa oportunidad para propagar sus inquietudes, incrementar su capital ecológico, fortalecer su identidad e incluso ensanchar el espectro de interesados por la problemática ambiental. Hasta la segunda mitad de los años ochenta lo ambiental era en el ciberespacio un tema para un puñado de personas, pero a partir de mediados de los noventa se masificó con el surgimiento de la Web.
Desde hace varias semanas se viene articulando en la zona norte de Cuernavaca un movimiento ciudadano, el de los colonos de Subida a Chalma, que tiene como objetivo primordial no ser afectados por la creación de un relleno sanitario. En el mismo convergen intereses diversos, pero legítimos, ya que unos están con la mirada puesta en los efectos ambientales, otros en evitar que la zona se vuelva en el devenir cercano un caos vial y unos más porque sus propiedades no se deprecien con la afluencia vehicular y la proximidad del relleno.

Dos espacios en la red generados recientemente por habitantes de esa zona (groups.msn.com/NUEVOSCHALMEROS y es.geocities.com/porsubidachalma) testimonian el interés de los ciudadanos por proteger su entorno y su robustecimiento con el correr de las semanas. Al mismo tiempo el sitio refleja la manera en que los ciudadanos tienen que defenderse de las autoridades y representantes públicos, sin pasar por alto que es un ejemplo de la forma en que los ciudadanos se apropian de internet para difundir su lucha, para que no se implementen políticas de gobierno, en este caso por parte del Ayuntamiento de Cuernavaca, que pueden tener efectos colaterales importantes como dañar seriamente el ecosistema, acabar con algunas especies endémicas o multiplicar el caos vial de la zona debido al paso constante de camiones y tráilers cargados de basura.

Un movimiento que crece a pesar de que la alcaldía panista de Cuernavaca trata de impedir la libertad de reunión de los ciudadanos de dicha zona al amedrentar a los dueños de los sitios en donde se han propuesto llevar a cabo sus reuniones. Esa misma situación lo está llevando a convertirse en un movimiento social en la medida que cada día se incrementa el número de adeptos, e indica que si el alcalde, Jesús Giles, no frena un proyecto que no cuenta con el consenso entre los habitantes de varias zonas de esa ciudad y otros municipios, puede culminar en problemas que terminen por afectarlo políticamente.

Pero tal vez lo más interesante de ese movimiento esté en corroborar que toda demanda individual por una mejor calidad de vida o un entorno más saludable, puede devenir en algo político. Como se sabe lo personal se torna político cuando se vuelve acto público compartido, ya que al momento de dar a conocer sus posturas públicamente la ciudadanía hace de sus demandas un movimiento social, pero sobre todo político porque busca soluciones a la problemática que enfrenta, exige que sus representantes populares y gubernamentales resuelvan sus reclamos, pero principalmente porque se ponen en marcha formas de apropiación del espacio público.



Publicadoa en el diario Milenio.

 
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