Los dilemas de cobrar

martes, 29 de marzo de 2005

Los sitios de periódicos en internet gozan de una cantidad de visitantes considerable, en cambio la cantidad de lectores de las versiones impresas desde hace rato viene a la baja. Como indica Katharine Seelye, del New York Times, por ello su medio y otros más continúan con el mismo dilema que se presentó hace más de una década: ¿es mejor mantener un portal con acceso gratuito y generar ingresos por publicidad, o intentar obtener dividendos con abonados a su sitio?
De los casi mil 500 diarios estadunidenses que existen, sólo el Wall Street Journal (WSJ) es los grandes medios que tiene todo su contenido bajo modalidad de pago y permiten el acceso únicamente a sus abonados de la inversión impresa. Muchos otros ponen su contenido parcialmente a disposición de cualquier usuario, aunque cobrando por recursos especiales como búsqueda en sus archivos. Bajo tal modelo hay algunos que merecen ser destacados, el Milwaukee Journal-Sentinel ofrece por 34,95 dólares anuales cobertura exclusiva del equipo local de futbol americano. Pero también hay casos que han sido desastrosos como Los Angeles Times que intentó cobrar 4,95 dólares mensuales por una sección de entretenimiento que ha pasado sin pena ni gloria y ahora piensa cambiar esa situación y dejar todo gratuito.
El caso del WSJ, que pertenece a Dow Jones (DJ), se ha vuelto referencia obligada cuando uno habla de cobros en línea, pero la reciente compra del sitio MarketWatch por DJ reafirma que intenta alcanzar un público más amplio y busca elaborar ofertas atractivas para vender publicidad en línea. Si bien entre 1999 y 2000 el portal registró un crecimiento de 35 por ciento en el número de anunciantes, entre 2003 y 2004 ese índice se estancó, no superó el 3 por ciento de crecimiento. El año pasado el New York Times (NYT), que tiene sus secciones principales abiertas a todos los internautas, tenía un tiraje promedio de 1.12 millones de ejemplares, contra 1.4 millones de visitantes en su sitio. Actualmente cobra por el servicio de alerta de noticia y la consulta de archivos, pero también estudia cómo hacerse de ingresos en línea.
El editor ejecutivo de dicho medio, Bill Keller, comentó recientemente que el modelo basado en publicidad es tentador, pero que también genera dudas su viabilidad. Ellos no desean depender exclusivamente de esa vía de ingresos porque temen que la compra de publicidad en línea sea pasajera, no quieren depositar todos los huevos en una canasta. Pero Keller indica que le preocupa restringir el acceso al contenido del sitio, porque no quieren disminuir la presencia internacional del NYT. Mientras que Caroline Little, editora de la división de internet del Washington Post, admite que también estudian el tema.
La situación no es fácil porque si bien los datos refieren que la compra de publicidad en la red se incrementa, lo cierto es que los medios en línea todavía no cuentan con ofertas atractivas de venta de sus espacios para captarla. Al mismo tiempo el dilema está en que la única manera de garantizar cuotas altas por la venta de espacios publicitarios en internet está en asegurar un alto tráfico. Por otro lado, está claro que no todos los medios podrán vivir de esa modalidad, que pocos serán los que puedan alcanzar ingresos importantes de publicidad en la Web, pero también es un hecho que hacerse de abonados es muy difícil, no sólo por el rechazo que tiene entre los usuarios ese modelo, sino también porque los mismos medios fueron quienes los acostumbraron a que los contenidos debían ser gratuitos.
Publicado en Milenio diario, 27 de marzo 2005.

Derechos mochos de Milka y Armani

lunes, 21 de marzo de 2005

En teoría internet es una república democrática en donde cualquier persona puede domiciliarse y construir su sitio en el ciberespacio en completa libertad. Pero en los hechos no es así porque en estos tiempos de globalización, en que las marcas son mundiales, el derecho sobre los nombres y direcciones de internet no los tiene quien los registra primero, sino quien está respaldado por una empresa trasnacional. Esto se ha comprobado recientemente porque la vaca del chocolate Milka le ganó la partida a una modista llamada Milka. Lo peor de este embrollo no está en que la segunda nunca se imaginó que un sui generis regalo que le hizo su hijo hace cuatro años le ocasionaría un dolor cabeza, sino embarcarse en gastos excesivos para enfrentar una lucha en los tribunales galos por el aberrante esquema de derechos que prevalece en los nombres de dominio.
Después de una batalla jurídica entre la empresa y la modista, recientemente un tribunal francés condenó a la segunda y le ordenó devolver el nombre de su dominio (www.milka.fr) a la poderosa empresa trasnacional Kraft Foods, que produce el conocido chocolate Milka, cuyo símbolo es una vaca con manchas violetas. La incongruencia de esto es que la modista Milka Budumir no tiene ninguna vaca en su sitio ni el color usado en el mismo tiene relación con el de la transnacional, tampoco dio de alta su sitio con la finalidad de revenderlo, como acostumbran algunos que lucran con los dominios, sino que fue un obsequio de su hijo para que pudiera promocionar sus trabajos en el ciberespacio. Quien quiera conocer los pormenores de este caso puede acudir a la página, de esta poco conocida modista, en donde expone todos disparates de ese embrollo judicial.
Esta situación no es extraña si se toma en cuenta que en la mayoría de litigios por un dominio en donde intervienen personas o marcas conocidas contra otras que no lo son, salen ganando las primeras. Es una práctica que hace de marcas y personas famosas los únicos con derechos. Eso fue lo que llevó a Luca Armani a perder su dominio a manos de Giorgio Armani. El primero, un gris fabricante de sellos, nunca pudo defender su dominio de la influencia del conocido modisto, quien a fines del año pasado, después de poner en marcha la demanda respaldada en un batería de abogados, se quedó con el dominio armani.it. Luca por su parte obtuvo la benevolencia de Giorgio quien le ayudó a pagar parte de la multa que le impuso el juez. Estas dos historias son parte parte de las paradójicas y ridículas maneras de darse las batallas y disputas por los nombres de dominio, que se resuelven con base en principios que enorgullecerían al desaparecido Darwin.

Replicante a escena
La oferta de lecturas abundan en este mundo digital, una reciente es la de la revista Replicante (www.revistareplicante.com) editada por Roberta Garza y Rogelio Villarreal. Apenas en su segundo número la publicación combina la edición en papel y la electrónica y surge con el interés explícito de buscar los inexistentes lectores nacionales. Así que para un país en ruinas, como reza el eslogan de la publicación, ella ofrece una interesante propuesta editorial en donde se articulan frescura, irreverencia y reflexión.
Publicado en Milenio, 20 de marzo 2005.

La revuelta de los melómanos

lunes, 14 de marzo de 2005

De 1999 hasta el presente la industria musical ha vivido una de sus etapas más difíciles, sus ventas han venido descendiendo paulatinamente, de suerte que de esa fecha en adelante sus ganancias han sufrido un fuerte revés: han descendido en más de 6 mil millones de dólares. El consorcio discográfico achaca esa caída al intercambio de archivos musicales, por lo que emprende una intensa persecución judicial contra quienes hacen uso de los programas de intercambio de música. Ese río revuelto de suposiciones y altercados ha sido aprovechado por organizaciones parásitas que “velan” por los derechos de autor, para pedir que discos ópticos, DVDs y conexiones de banda ancha paguen un impuesto compensatorio por posibles usos violatorios del copyright.
Desde fines de la década pasada el consorcio discográfico ha cedido un volumen restringido de su catálogo a los sitios que venden música en internet como iTunnes, Emusic o el recientemente renovado Napster. Sin embargo, las melodías tienen un costo elevado, ya que cada una cuesta en promedio 90 centavos de dólar, lo que implica que si alguien adquiere 17-20 melodías, que son las que normalmente trae un compacto, alcanzan un precio de 15-20 dólares, cual si se adquiriera en una tienda convencional. Esto es absurdo porque al comprar en línea todo los costos recaen en los usuarios, que son quienes ponen la luz, la conexión a internet, el disco en donde se quemará la música bajada, además de que las melodías tienen candados que limitan su transferencia a diversos soportes y, sin olvidar, que la calidad del audio de los archivos comprimidos es menor que la estándar. Es increíble que la cadena de suministro de música en línea suprima más del 79 por ciento de los costos del modelo convencional y el precio de la misma siga inalterable. Tal parece, pues, que las discográficas desean desalentar la compra en línea, obligar a los consumidores a que sigan adquiriendo la música en el formato de disco compacto.

Defensa de los melómanos
Esto ha generado molestia entre los melómanos y ya se dan diversas protestas por esta situación. Recientemente en Francia artistas, investigadores universitarios, políticos y asociaciones profesionales dieron a conocer el documento “Liberen la música”, en donde demandan el cese de persecuciones judiciales contra los usuarios de internet que intercambian archivos musicales. El documento critica la actitud miope de la industria discográfica que no visualiza el relevante papel de las nuevas tecnologías para el desarrollo de la música. También en el país galo la mayor asociación de consumidores franceses, aglutinados en la Union Federale des Consommateurs-Que Choisir, demandó a las empresas Sony y Apple por afectar los derechos de los usuarios, por eliminar prácticamente la libre elección de seleccionar en qué tienda adquirir la música. Los productos de Sony y el iPod de Apple sólo permiten que lo usuarios se conecten a sus respectivas tiendas. Ambos usan la tecnología DRM que impone taxativas en el uso de la música comprada. En Italia las asociaciones de consumidores se oponen a una iniciativa de gravar a los usuarios de banda ancha con el fin de resarcir la piratería en la red, para paliar las posibles violaciones de los derechos de los creadores.
Después de cinco años de intercambio de archivos musicales en línea, ya no es posible seguir sosteniendo que ello no lesiona los derechos de autor, como dice la mayoría de usuarios de las redes P2P, pero tampoco se justifican los argumentos de la industria musical, que no ofrece esquemas de ventas en línea acorde a los tiempos que corren, pero sobre todo que la disputa entre creadores y discográficas termina por hacer trizas los derechos del consumidor.
Publicado en Milenio, 13 de marzo 2005.
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Microsoft vs Firefox

martes, 8 de marzo de 2005

A pesar que los datos no son del todo confiables, se dice que 90% de las computadoras del mundo usan Windows como sistema operativo, de los cuales poco menos de la mitad son piratas. Desde que Windows es el sistema operativo dominante, Microsoft ha debido sortear diversas batallas para conservar la supremacía, y una manera ha sido por medio de programas colaterales que lo hacen indispensable para el usuario. Actualmente el Explorer, uno de esos programas que afianza el uso de Windows, pierde fuerza respecto de Firefox.

Firefox, viento en popa
Según datos recientes, el navegador Firefox, en menos de dos meses, se hizo de 5% del mercado y estimaciones de expertos indican que es factible que capte el 30%. Es un éxito, no cabe duda; el programa ofrece soporte en todos los idiomas, estabilidad, versiones para todas las plataformas, bloqueo eficaz de ventanas emergentes o pop-up y ser más rápido que el Explorer.
Sin embargo, no es un programa revolucionario, porque en cuanto a navegación las interfases creadas después del establecimiento de las certificaciones ISO han desembocado en productos con mejoras mínimas, al grado que cualquier competencia del Explorer es prácticamente su calca. Y esto es extensible para todos los sistemas operativos.
A pesar de las virtudes relativas de Firefox es poco factible que a mediano plazo se imponga en la mayoría de equipos de cómputo, ya que la feroz, inteligente y chantajista estrategia que pone en marcha Gates para afianzar sus productos es notoria. No olvidemos que el crecimiento de Firefox es engañoso, pues Microsoft lo permite al no invertir demasiado en su navegador, pues su negocio está en el sistema operativo. Cuando surja la nueva versión del Explorer veremos si realmente Microsoft está dispuesta a dar la batalla.
No obstante, la existencia de Firefox es importante, es sano que haya una alternativa a los productos generados por Microsoft, porque su papel dominante es un impedimento para que avance el software orientado a la computación personal o de escritorio. A pesar de eso es difícil que un proyecto como Firefox se pueda desenvolver únicamente con base en el respaldo del ejército de entusiastas y desinteresados programadores que colaboran en el mismo.
Actualmente está disponible la versión 1.1 y la 2.0 estará lista hasta junio. Este lanzamiento se ha retrasado, lo curioso es que el anuncio de su demora se da poco después de informarse que Ben Goodger, quien está al frente del proyecto Firefox, y Darin Fisher, uno de sus mejores desarrolladores, se marchan a Google, donde todo indica que se encargarán de elaborar un navegador. En próximos meses se verá si Firefox continúa con renovado vigor o si los sueños de acabar con el ogro Microsoft eran sólo parte de una pasión juvenil.

Contra la piratería
En su afán de ponerle punto final a la piratería, Microsoft ideó recientemente una estrategia que consiste en que cualquier usuario que quiera actualizaciones de los parches de Windows deberá contar con copias legales.
Como una buena parte de los usuarios de Windows tienen copias piratas esto puede parece un duro golpe para ellos, pero eso terminará por afectar a los que usan copias legales. Los parches intentan paliar la intromisión de virus. Se trata de conminar a los usuarios para que adquieran software legal porque de lo contrario sus equipos estarán siempre al borde del peligro.
El problema es que cualquier usuario que cuente con una versión legal, que obtenga las actualizaciones puede transferirlas a quien guste, sin que no falten quienes las pongan en las múltiples redes P2P existentes, de donde cualquier interesado las tomará, pero lo peor de todo es que las bajarán los mismos piratas quienes las podrán poner a la venta. Pero tal vez con esto Microsoft esté alentando, sin proponérselo, el uso de Linux.
No deja de ser curioso que Microsoft decida lanzar en Brasil su nuevo esquema de actualizaciones de su sistema operativo, pues es una zona que destaca por tener una buena cuota de hackers y un uso intenso de las redes P2P. Seguramente muchos ojos estarán puestos en esta medida y unas cuantas semanas servirán para corroborar la eficacia de la misma.
Publicado en etcétera, marzo 2005.
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Enredos femeninos

lunes, 7 de marzo de 2005

En un texto clásico de John Naisbitt y Patricia Aburdene, Megatendencias 2000, los autores señalaban que la incorporación de las mujeres al campo profesional, particularmente en los del derecho y la medicina, durante un buen lapso estuvo dominada por los hombres, pero en cuanto ellas empezaron paulatinamente a estudiar dichas disciplinas su crecimiento fue tan progresivo que en la década pasada ya ocupaban la mayor franja de puestos de trabajo en estas profesiones.
Esto ha sido en buena medida lo que ha pasado con la participación de la mujer en el uso de las nuevas tecnologías e internet. Al inicio era muy baja y cuando se acercaban a las computadoras parecía que lo hacían con temor, cuando se masificó internet empezaron a usarla pero siempre buscando alguna brújula que las guiara en sus exploraciones, lo hacían con desconfianza pero pronto comenzaron a habitarla con soltura. Hoy la presencia de la mujer en internet es relevante, un ejemplo de ello lo tenemos en nuestro país en donde, según la consultora Select, el 47 por ciento de usuarios nacionales son mujeres. Algo similar sucede a escala internacional y la tendencia es que en menos de un lustro las mujeres sean las que dominen en el ciberespacio.

Libertad y sexualidad sobresalen
Próximos a celebrar el día internacional de la mujer, es bueno recordar que el tema de género, si bien es algo que conlleva aspectos éticos, de compromiso democrático o de igualdad, también tiene que ver con la sexualidad y la manera en que la mujer se ha apropiado de ella. Y en tal sentido la red ha sido un inmenso laboratorio psicosocial y psicosexual, porque en ella se ha demostrado hasta el cansancio que en los tiempos que corren las mujeres ayudadas por los bits han constatado que en materia se sexualidad no existen comportamientos estáticos, que ellos son históricos. Muchas mujeres encontraron en el ciberespacio buenos motivos para acabar con su tradicional comportamiento sexual, fracturar reglas y constatar que el placer sexual es independiente del sexo procreativo o bien que no existe edad para las preferencias sexuales.
De tal suerte que la red ha sido una oportunidad para que las lesbianas salgan del clóset y que por ello sitios como Marqueze (wwwmarqueze.net) sean ideales para que mujeres de nuestro país busquen una experiencia sexual con alguien de su mismo género. Muchos sitios testifican la cantidad nada despreciable de mujeres latinoamericanas que han usado la red para practicar el lesbianismo o bien para que a través de ella hagan realidad sus fantasías sexuales. No por algo en Inglaterra, según la BBC, gracias a internet las compras femeninas de gadgets sexuales en sexshops en línea se han incrementado, al grado que ocupan el 35 por ciento del total de adquisiciones.
Sin duda gracias a la abundancia informativa en materia de sexualidad, erotismo y pornografía que existe en la red las nuevas generaciones de féminas están prácticamente en mejor posición que sus antecesoras para vivir su sexualidad, pero ese volumen informativo no es tan neutral y en ocasiones son necesarias ciertas guías. Esa saturación de estímulos y de oferta sexual propuesta por internet estimulará sin duda alguna mucho más los valores de independencia y los permisos para el erotismo, que las niñas incorporan desde temprana edad, por lo que en el futuro no será nada extraño encontrar en chats, foros y servicios de mensajería instantánea a mujeres enredándose mucho más en pasiones eróticas y cibersexuales.
Publicado en diario Milenio, 6 de febrero 2005.
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La moda el sexo rápido

martes, 1 de marzo de 2005

Parece que las empresas telefónicas han cambiado de giro, en la actualidad su negocio más importante no está en la telefonía fija, sino en los servicios conexos surgidos con la revolución que se vive en las telecomunicaciones. De paso eso reafirma algo que estimularon esas compañías, sin proponérselo, desde su surgimiento: alentar pasiones amorosas y encuentros sexuales.
Hoy día uno de los negocios más importantes para las empresas telefónicas son los mensajes cortos o SMS, que gracias a la acelerada sustitución que se vive de la telefonía fija por la móvil, ha venido a generar nuevos hábitos y estilos de vida entre millones de personas en el mundo. El volumen de mensajes cortos que se intercambian actualmente, denotan un crecimiento espectacular de las comunicaciones, de que la gente está entusiasmada con lo sencillo y rápido que es enviar un mensaje para mantenerse comunicado con otras personas. Sus mayores usuarios son los adolescentes y jóvenes que han adoptado el SMS como un signo generacional genuino y una de las formas en que afianzan su identidad.
Según datos de The Economist, cada día se envían en el planeta más de mil millones de mensajes cortos, desde teléfonos celulares o internet, que forman parte de una industria en crecimiento que por ahora genera ingresos diarios por más de 100 millones de dólares. Dentro de ese intercambio de mensajes lo que causa furor entre jóvenes y solteros empedernidos es el envío de SMS anónimos a usuarios que tienen dispositivos bluetooth, con el objetivo de trabar amistad con desconocidos y, sobre todo, de tener una intensa y rápida relación sexual. La práctica se conoce como “Toothing” y despierta un interés desmedido entre los usuarios de la telefonía celular de Europa y Estados Unidos. Para los jóvenes esta vía de interacción es importante porque es apta para los encuentros sexuales rápidos y furtivos con personas que no conocen y que probablemente nunca más vuelvan a ver en su vida.

A ciegas pero satisfechos
Mientras por doquier se censuran y critican las citas a ciegas, los jóvenes parecen entusiasmados en condimentar su existencia a través de encuentros volátiles y efímeros que concretan armados de sus celulares en espacios públicos, restaurantes, bares, centros comerciales, autobuses, metro, etcétera. A pesar de las limitaciones de efectuar estos encuentros, porque el alcance de los dispositivos bluetooth tiene un radio muy limitado que no supera los 10 metros, se ha convertido en una forma novedosa de ligue que trae de cabeza a millones de usuarios de dispositivos móviles de comunicación como celulares, PDAs o computadoras portátiles. Tal es la fiebre que recientemente una encuesta efectuada en Italia, por el periódico La Repubblica, arrojó que el 70 por ciento de las personas que acaban de adquirir un teléfono celular lo hicieron para practicar el Toothing.
Por lo pronto no faltan psicólogos sociales y sociólogos que ubican a estas fiebre por lo furtivo como el más vivo ejemplo de apropiación que los jóvenes hacen de su tiempo y de las urbes, porque estos encuentros sexuales se concretan en autos estacionados en garajes o en las mismas calles; en baños de estaciones de metro, de autobuses o de supermercados; en casas abandonadas o en refugios improvisados al calor del deseo. Así tal parece que estos ligues forman parte del tránsito acelerado de la cultura de lo efímero, pero en donde curiosamente la trasgresión no está en los mismos actos sexuales volátiles sino en el rompimiento que hacen las personas de su vida diaria.
Artículo publicado en el periódico Milenio, 27 de febrero 2005.
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