Mitos y wikipedia

sábado, 7 de abril de 2007

Wikipedia (www.wikipedia.org) es una enciclopedia de culto entre lo usuarios de internet, en particular para todos los que creen que la red debe ser gratuita y libre. Su éxito se debe a que opera en línea y permiten a cada persona crear o modificar los artículos. Desde enero de 2001 inició operaciones y actualmente la versión inglesa contiene más de 1,5 millones de artículos y la versión en español más de 179 mil artículos. Desde su aparición se constituyó en una referencia, tal como lo son Google o Yahoo! Aunque no ha estado ausente de polémicas y ellas han dejado de ser ocasionales.
A pesar de que son raros los casos de difamar o afectar deliberadamente a otros, el cuestionamiento que se le hace a Wikipedia es que con cierto tipo de información histórica y política no se asumen posturas claras, por ejemplo se evita calificar a Castro de dictador y en muchos otros casos se mantienen posturas retro inspiradas en ideas sementeras y revolucionarias, pretendiendo imponer puntos de vista que han sido erosionados por la realidad social.
Esta situación ha hecho que algunos usuarios hayan tomando distancia del proyecto. Un caso destacado es Larry Sanger, cofundador de Wikipedia, quien lanzó el proyecto Citizendium (www.citizendium.org) con el objetivo de brindar un nivel de certificación de los contenidos por expertos reconocidos y conocedores del modelo de funcionamiento comunitario de Wikipedia. Para él se requieren equipos coordinados por expertos e imprimir un sentido de responsabilidad del cual carece Wikipedia.
Mientras que Wikipedia se apoya en “administradores” que se encargan de hacer respetar ciertos principios (neutralidad, fuentes de verificación…), Citizendium mantiene tres niveles de responsabilidad: “autores”, que pueden participar en la elaboración del sitio como sucede en Wikipedia; “redactores”, que son los responsables de cierta cantidad de temas en función de su dominio en determinados campos, y los “gendarmes”, encargados de hacer respetar las reglas imperantes en el sitio. Cualquier persona que participe en dicho proyecto debe identificarse por su nombre y apellido.
Por ahora es muy pronto para saber si la presencia de esos expertos permitirá no sólo contar con artículos de alto nivel, generar una enciclopedia científica y respaldada por una base académica, sino mantener una visión crítica de los acontecimientos y hechos históricos. Pero tal vez el primer reto de Citizendium esté en fracturar la idea de que los humanos somos animales de costumbres, ya que hasta en el ciberespacio adquirimos rutinas y actitudes que muy difícilmente nos hacen cambiar los sitios a los cuales nos hemos acostumbrado a visitar.

Nuevas tecnologías en Uruguay

Uruguay, con su clima cambiante y ambiente nostálgico se apresta a darle la bienvenida al verano y a miles de turistas que durante esa estación del año se acercan a disfrutar de las costas de ese país. Hoy la llegada de esa temporada se da en medio de una sorda batalla entre los gobiernos de esa nación y el argentino quienes montados en una espiral de declaraciones hacen de la construcción de unas fábricas de papel en territorio uruguayo algo más que una disputa ambiental, en la que los uruguayos apoyan a su gobierno en su objetivo de construir dichas fábricas más por la rivalidad histórica que tienen contra sus vecinos argentinos que por estar convencidos de dicho proyecto.
En la nada fácil ruta de convertirse en una nación de servicios Uruguay ha establecido el desarrollo de sus telecomunicaciones como un asunto estrictamente estatal, lo que se ha traducido en que los costos de telefonía celular sean de los más onerosos del continente, aunque la reciente apertura a otros prestadores de servicios ha llevado a que éstos empiecen a descender.
Con una población que apenas supera los tres millones de habitantes, esta nación del Cono Sur ha tenido un avance significativo en el campo de la conexión a internet, al grado que en Latinoamérica sólo es superada por Chile (20.9 por ciento) y su cerca de 21 por ciento de usuarios se ha traducido en ser una nación que goza de un estatus de maquilación importante.
Actualmente existen en este país más de 20 empresas dedicadas a exportar programas de computación o servicios conexos, lo que se refleja en una exportación de software al exterior superior a la efectuada por sus gigantes vecinos Brasil y Argentina. De tal magnitud es ese crecimiento que el destino de los programas de diversas empresas uruguayas ya alcanza también a naciones desarrolladas como Canadá, Estados Unidos o Alemania. Ojalá que el nuevo gobierno que recién inicia sus actividades en nuestro país tome en cuenta este tipo de experiencias y fomente la construcción de una nación tecnológica, la cual no pasa sólo por mejorar aspectos normativos para estimular la exportación de software, sino en generar sólidas políticas públicas que hagan de la creación de fábricas de programas y de la conexión a internet una prioridad nacional.

blogosexuales

Construcción de personalidades e ilusiones el ciberespacio no es raro que desemboque en comportamientos y experimentos sexuales. Pero la red también es una caja en donde la moda dicta comportamientos o los reproduce de manera estridente. Una de ellas es vincular las cuestiones sexuales y eróticas al uso de los aparatos y tecnología de punta. De esta manera se correlaciona lo chic y el atractivo sexual con el uso de un iPod, un teléfono celular de punta o un asistente personal de última generación.
Después de la muerte de la generación X adviene una generación que gusta de unir tecnología y placer, pero sobre todo que encuentra su realización camina de la mano de los aparatos y la moda tecnológica. Es un actitud ante todo lúdica y caracterizada ya menos por pensar en emancipaciones por las cuales lucharon las generaciones pasadas y en donde no no sabe si las personas están más interesadas por los aparatos que por las personas en si.
Esto es el reflejo de lo que tiempo atrás había advertido Lipovetsky en el sentido de que esta vinculación con lo tecnlógico es parte de la actitud posmoderna de los tiempos que corren, en donde se está menos preocupado por la emancipación seria sino por la construcción de fantasías. Ese es el secreto de esa actitud relajada y desenfada de los jóvenes que ralla en actitudes típicamente narcisistas, en donde hay una constante puja por ver quien porta las mejores máscaras y los atavíos emocionales más extravagantes.
Aquí tampoco ya estamos ante los típicos nerds que al ponderar la tecnología marginaban el cuidado de su cuerpo, aquí en cambio la tecnología es la que ornamenta y da significado a lo corporal, porque la correlación entre vestimenta y cuerpo es fundamental. No sólo se buscan aditamentos que potencien lo corporal, sino que él se redefine a partir de los mismos.
Un ejemplo de eso lo conforman la aparición del término blogosexual que sirve para encuadrar a los hombres y mujeres que armados de laptops, smartphone, CMS, RSS traladan el mundo de las apariencias que han aplicado en su cuerpo y personalidad, a la red misma y al cuidado de sus bitácoras. Aquí lo interesante es que se declaran amantes de la tecnología pero en muchos casos para la satisfacción sexual, por lo cual tambi´ñen son fanaticos de los juguetes sexuales y los gadgets eróticos, que se entretienen buena cantidad de tiempo buscando la última tecnología y artilugio para generar placer. Un individuo que se declaran modernos aunque más que hablar de una tribu consolidada aquí hablamos de un grupo social que marca y establece pautas, que termina por contagiar y afectar comportamientos de más personas y que al ser retraducidas por el mercado en marketing y demás cuestiones tienen amplias posibilidades de ser un factor dee mayor identificación.

Surgimiento del ciberespacio

Así, sin hacer ruido, como que era una más de las extravagancias de un puñado de orates se dio hace 37 años un suceso que vino a marcar definitivamente lo que es internet, algo que para muchos es el verdadero nacimiento de la red. Todo inició justo cuando el mundo estaba más deslumbrado por el arribo del Apolo 11 a la Luna o por la revolución que los Beatles desencadenaban en las costumbres y la música. Pocos realmente se dieron cuenta que al mismo tiempo que la Luna se alcanzaba y el rock se volvía el mayor factor de identidad entre los jóvenes a escala mundial, también estaba naciendo otro espacio, el ciberespacio, otra dimensión intangible, pero que ha venido a modificar de manera sustancial la vida cultural de un sinfín de naciones y ha dado vida a una verdadera revolución en el campo de la información, la música, el conocimiento y la cultura en general.
Fue en la mañana del 29 de octubre de 1969 cuando se dio la primera conexión y/o comunicación entre dos equipos de cómputo. Ese primer “diálogo” entre dos computadoras, que estaban separadas por 600 kms. de distancia, fue el inicio de una revolución en las comunicaciones que ahora se traduce en que el ciberespacio sea refugio para cantidades inmensas de terabytes (cada terabyte es igual a mil gigabytes), que albergue y transmita casi en tiempo real todo tipo de materiales: videos, textos y audio.
En ese entonces se podía decir que apenas se estaba en los balbuceos de un medio de comunicación, por lo cual el texto que se intercambió decía poco para el enorme significado que tuvo dicha acción. Es más el primer intento falló, apenas se habían transmitido las letras “l”, “o”, y “g”, cuando el enlace se vino abajo y la desilusión de inmediato afloró. Pero volvieron a intentarlo y entonces sí pasó nítidamente la palabra “login”, con lo cual se accedió directamente al sistema remoto con el cual se hacía la conexión y prueba.
Algunos cuestionan que esto sea el verdadero nacimiento de internet, otros en cambio dicen que lo es porque marca el inicio de las comunicaciones a distancia propias, pero no exclusivas de internet. Más allá de estas minucias que tampoco ha resuelto la historia de la tecnología, lo destacado en todo caso radica en que lo efectuado en ese momento por Leonard Kleinrock y los estudiantes de posgrado de su equipo de investigación que pertenecían a la Universidad de California vino a revolucionar el campo de las comunicaciones, e hizo posible el diálogo entre dos equipos remotos y dio vida a lo que ahora denominamos ciberespacio.

Teología y fanatismo

Teología feminista, los vínculos entre nacionalismo y fundamentalismo religioso, canonizaciones y masacres en nombre del paraíso, los vasos comunicantes entre lo secular y lo religioso, las nuevas formas en que ciencia y religión tejen relaciones, atrocidades de sectas como la famosa Luz del Mundo, etcétera, son algunos de los aspectos que aborda el número más reciente de la revista Replicante (www.revistareplicante.com).
La edición de dicha publicación no tiene desperdicio. A lo largo de sus más de 80 páginas se analizan un abanico de matices religiosos y fanatismos que acompañan a los tiempos que corren. Un artículo vinculado a internet, cortesía de Héctor Villarreal, comenta la infinidad de materiales expuestos en el sitio de Rick A. Ross (www.rickross.com), en donde el autor reúne un impresionante catálogo de materiales sobre cultos destructivos, ritos, alucines y flagelos que ponen en marcha las más diversas y estrambóticas sectas que pueblan el mundo contemporáneo.
Por eso no es descabellado decir que si algo define a los tiempos que corren es una especie de desmadre secular, en donde no sólo pululan las manifestaciones paganas, sino que abundan las creencias místicas aderezadas con un lenguaje científico, amén de la existencia de prácticas científicas que se desenvuelven cual si fueran rituales religiosos o místicos.
Si algo dibuja esta edición de Replicante es que la búsqueda de sentido no tiene límites, que para millones de personas en el planeta alcanzar ese objetivo es vital, por lo cual lo mismo le sirve cualquier fetiche, que manifestaciones místicas tan disímbolas que envueltas en aparentes secularismos se tornan en nuevas formas de prisión. Dotarse de certezas se ha vuelto una imperiosa necesidad y el periplo más fácil para alcanzarlas es adhiriéndose a cualquier culto religioso.
La paradoja es que entre más incrédulas son las sociedades, entre más se desacreditan con sus prácticas varios de los pilares fundamentales de la modernidad (la familia tradicional, la iglesia, los partidos políticos y la patria), más frágiles se vuelven los individuos, quienes son más fácilmente presa de los discursos y cultos promovidos por mercachifles y orates. Es decir, que a mayor pluralidad, autonomía individual y expansión de lo efímero, mayor interés y hambre presentan los humanos por dotarse de sentido y referentes místicos. Así lo que dibuja claramente este Replicante es que el repertorio de religiones que se gestan en la sociedad moderna es reflejo que ésta es contingente porque las conclusiones y los metarrelatos han dejado de tener sentido para el grueso de habitantes.

El plagio digital

El plagio se ha vuelto un terreno fértil desde que internet se volvió una tecnología de comunicación masiva. A la red acuden muchas personas a alimentar sus obras, A apoyarse en referencias y opiniones para nutrir sus notas periodísticas, ensayos y trabajos académicos. Pero muchos otros se sumergen en el ciberespacio para fusilarse frases, párrafos, ideas sin darle el correspondiente crédito al autor intelectual de las mismas. Sin el más mínimo recato hordas de plagiadores usan todos los días los buscadores para hacerse de notas y artículos que en algunos casos copian tal cual, sin siquiera cambiarles una coma.
Los alumnos de diversos niveles de escolaridad han convertido un deporte esa actividad de copiar y pegar, tornándola en una plaga que ha sido abordada por diversos estudiosos de la red y por sus detractores, quienes parece que ven este mal como genuino producto del ciberespacio cuando es tan viejo como la historia de la humanidad. Asimismo, el plagio alcanza diversos terrenos, como el científico, el periodístico, la academia, la literatura, etcétera.
Pero la red también sirve de caja de resonancia para denunciar los plagios, como fue el resonado caso de Lewis Perdue quien acusó a lo largo y ancho del ciberespacio a Dan Brown de plagiar su novela, The Da Vincy Legacy (www.davincilegacy.com) escrita a en 1983. Pero también en nuestras latitudes esto ha sucedido, como es el caso de Teófilo Huerta, que ha acusado al premio Nóbel Saramago de que en su novela Las intermitencias de la muerte (2005) copió descaradamente varias partes de su cuento ¡Últimas noticias! escrito en 1987.
Huerta (teohuerta.blogspot.com) desde hace tiempo ha usado la red para difundir lo que él considera un plagio de Saramago, ha dado diversos ejemplos de párrafos copiados de su obra, el año pasado acudió a la Dirección Jurídica del Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) con el fin de iniciar el largo y tedioso periplo para dirimir esta violación de derechos de autor.
Sobre este problema vale la pena leer la reciente edición de etcétera en donde Javier Darío Restrepo (“Secuestradores de palabras”) aborda ese fenómeno e indica a partir de un caso colombiano que se debe distinguir entre lo que conforma una idea y lo que es una obra, entre el mero plagio y el disfrazado, etcétera. El tema no es fácil de resolver y lo mejor es que deba ser esclarecido por peritos literarios, por lo que si Huerta tiene tiempo y dinero podría llegar hasta dicha etapa jurídica y entonces saber si le asiste la razón.

Tribus narcicistas

Fábrica de deseos e ilusiones la red se ha vuelto un recurso inagotable para quienes desean dar rienda suelta a sus afanes sexuales. Pero el ciberespacio es también una zona de reverberación en donde la moda dicta comportamientos o los reproduce de manera estridente. Una de ellas es vincular las cuestiones sexuales y eróticas con el uso de aparatos y tecnología de punta. De esta manera para un sinfín de tribus digitalizadas y gadgetizadas se correlaciona lo chic y el atractivo sexual con el uso de un iPod, un teléfono celular de punta o un asistente personal de última generación.
En estos casos uno no sabe si los individuos están más interesados por los aparatos que por las personas en sí. Después de la muerte de la tan afamada y contradictoria generación X, ha arribado una generación que gusta de unir tecnología y placer, pero sobre todo que encuentra su realización más de la mano de los aparatos y la moda tecnológica que en cualquier otro aspecto. Es una actitud ante todo lúdica y menos caracterizada por pensar en emancipaciones por las cuales lucharon las generaciones pasadas. Así la única cuestión que interesa es dar rienda suelta a su muy personal fantasía.
Es un carnaval de situaciones que más que marcar una revolución en las maneras de ver y situarse en el mundo es típicamente narcisista, con un desenfrenado interés por la egolatría en donde todos bailan a un ritmo tecno envueltos en máscaras, disfraces y atavíos que muestran, curiosamente, más de manera virtual que real.
Es una generación que con menos de 22 años es amante de la informalidad, de asumir en medio de sus frivolidades y desplantes actitudes independientes que combina de una manera paradójica los deseos de independencia individual, con un repliegue radical hacia sus gustos y su interior, el culto al cuerpo y a las relaciones efímeras, volátiles pero cargadas de adrenalina y placer. Y para lograr esto último caminan de la mano de la red, que se ha tornado en el gran supermercado de venta de ilusiones, realidades y placeres al por mayor.
La paradoja en todo este revuelo que causan las nuevas generaciones, llenas de gadgets y tecnología de punta, es que su antisolemnidad y su desparpajo por relacionarse y ver su entorno se lleva a cabo con tal énfasis que parece que lo hacen con una seriedad que envidiaría cualquier sofisticado en la búsqueda de la profesionalidad y el éxito laboral.

La república MySpace

Las comunidades virtuales han sido fundamentales desde que existían los famosos y hoy obsoletos BBS o boletines electrónicos. La pionera de la web fue la famosa The Well (www.well.org) en donde coexistieron una buena cuota de exponentes de la ola hippie y muchos de sus participantes vivían en la Bahía de San Francisco. Fue una comunidad que en sus mejores momentos estuvo conformada por treintañeros y cuarentones amantes de la red y la contracultura.
De allí para acá han evolucionado y cambiado tanto las comunidades virtuales que se han vuelto un inmenso laboratorio social, como es el caso de MySpace (myspace.com), la comunidad más in entre los chavos. El portal surgió como refugio de jóvenes que seguían a determinados camaradas en la escuela, con la finalidad de construir redes sociales y amistades extraviadas con el correr de los años.
Últimamente dicha comunidad ha ocupado mayor interés porque se ha vinculado a la protección del ambiente e incluso en los asuntos electorales y políticos, lo cual puede ser algo derivado de que se había constituido en una preocupación entre padres de familia que la veían con molestia y temor porque el sitio se asocia con depravaciones, violaciones sexuales y un sinfín de cuestiones sexuales y drogas. Pero lo que debemos tener en cuenta es que este sitio es el reflejo de cómo la red está afectando socialmente, ya que no sólo hablamos de las maneras en que muchos jóvenes se relacionan y coexisten en dicho sitio, sino cómo comparten muchas prácticas que no difieren de las que existen fuera de la red.
MySpace cuenta con más de 70 millones de visitantes mensuales, lo que la hace una auténtica república juvenil en donde coexiste un abanico de nacionalidades, gustos, tendencias y las más variopintas y disímbolas estructuras emocionales. En tal escenario no es raro que existan cuerdos y orates, amantes del alcohol y las drogas, afectos a la parafilia y el sadomasoquismo, lectores de libros como fanáticos de lo digital, etcétera. Como en cualquier país en esa república digital coexiste lo bueno y lo malo.
Pero tal vez lo que caracteriza a MySpace es que es se ha vuelto la mejor escuela para construir personalidades, es una fabrica de anonimatos que desemboca en actitudes desinhibidas y a exploraciones del uno mismo sin las consecuencias terribles que eso podría traer si ellas se trasladaran abruptamente al mundo real.

Leyenda hacker

A sus 23 años se ha tornado en una leyenda, a pesar de su juventud es un mito y su nombre se propaga de tecla en tecla entre los hackers, que lo veneran y le rinden culto cual si fuera una estrella pop. Producto genuino del underground digital el noruego Jon Lech Johansen, mejor conocido como DVD Jon, obtuvo su fama y apodo gracias a que cuando andaba todavía rondando la frontera de la posadolescencia se le ocurrió crear un programa de código abierto (QTFairUse) para romper las protecciones de los discos DVD y hacerlos legibles en cualquier computadora, desencandenando de alguna manera la creación de los reproductores multiregión y con ello propulsar un cambio en esta tecnología, al grado que hoy día los fabricantes de lectores DVD han optado por lanzar anualmente una buena cantidad de dichos aparatos.
Dicha invención llevó a Johansen a enfrentar una batalla judicial de la que salió exonerado en 2003, hecho que no impidió que siguiera ideando nuevas travesuras durante el último trimestre de dicho año, como el lanzamiento de QTFairUse, un programa de código abierto que permite franquear los candados del DRM (Gestión de Derechos Digitales), tecnología que posibilita la protección de archivos musicales distribuidos por iTunes de Apple. De esta manera este joven noruego ha logrado desbloquear el código que impide a los propietarios de iPods reproducir canciones que han descargado desde cualquier tienda en línea. Con esto, en los últimos años, Johansen no sólo ha venido demostrando que su capacidad y talento en el campo de la programación siguen vigentes, sino que también ha terminado por reivindicar una práctica que se encuentra actualmente desprestigiada.
Las grandes firmas han logrado de esta manera verse sometidas constantemente a invertir cuantiosas cantidades en la creación de tecnologías de protección que durarán por un corto lapso y funcionan más como un efecto disuasivo. Actualmente Johansen está enfrascado en romper los sistemas de protección AACS que se usarán para proteger a los futuros sucesores del DVD: el HD-DVD y el Blu-ray. Sin embargo, esto que puede ser celebrado por muchos usuarios de internet y ser considerado como un logro libertario, en realidad termina por desviar la atención: la solución a la legalización de la reproducción de la compra de música en línea no está en romper las tecnologías de protección, sino en que los derechos del consumidor sean respetados, en aplicar a estas tecnologías los derechos que poseían los usuarios con las anteriores y no esperar a que los hackers "ayuden" a retornarlos.

Hactivismo

Desde mediados del siglo pasado inició una actividad que desembocó en una revolución de la computación al dar paso a la hoy popular computadora de escritorio. Todo esto fue gracias al ingenio y talento de los hackers, que en sus “lejanos” inicios eran una especie de “recoge basura”, que hurgaban entre la mierda y los desperdicios tecnológicos para hacer sus propias calculadoras y productos inéditos. Así nació la verdadera popularización de la ingeniería inversa que hoy cuenta con cientos de sectas y tribus en internet.
De allí para acá los hackers han pasado por diversos territorios y matices políticos y comerciales al grado que su práctica se ha vuelto disímbola. Por un lado siguen los aferrados y obstinados en mantenerse en los márgenes, los que rechazan los reflectores, pero están los adictos a las ferias y congresos de hackers en donde en realidad exhiben sus habilidades a los head hunters que acuden a esos eventos para contratar a varios de ellos para las empresas que representan. En medio de esto está un variopinto espectro de grupos que difunden y adhieren al hacktivismo, que resulta de fundir las técnicas del hacking (práctica de análisis de la intrusión en sistemas de cómputo) con la activa participación política. En los ochenta el Culto de la Vaca Muerta (Cult of the Dead Cow: www.cultdeadcow.com), una especie de secta articulada alrededor de las prácticas digitales y amante del ciberespacio, destacó por su lucha contra los gobiernos totalitarios y ahora sirve, precisamente, de referente a los hacktivistas.
El hacktivista se parece más, de acuerdo con sus mismos practicantes, a un "híbrido" entre el hacker y el cracker (el que viola y destruye sistemas). Su objetivo es la protesta social, luchar políticamente de la mano de los bits y las nuevas tecnologías. En el país un ejemplo de esto lo tenemos con Mundos Posibles (possibleworlds.org), un sitio que tiene un servidor cooperativo y originado en un encuentro organizado por el hoy famélico neozapatismo con representantes de la sociedad civil.
¿Pero se puede combinar ética, derecho y protesta digital? Según esto es posible actuando con neutralidad y partiendo de que lo básico está en luchar a favor de los que menos tienen, como lo refieren los pertenecientes a Hacktivismo (www.hacktivismo.com), que lucha en favor de los derechos humanos mediante medios electrónicos. Otros dicen que se puede porque su lucha es en favor del código abierto, la defensa de la libre circulación de la información, unos más opinan que incluso paralizar servidores gubernamentales y hacer trizas sus contenidos es justificado si se hace en nombre de los marginados. Pero muchos de estos grupos han terminado, en los hechos, por dilapidar el prestigio de una práctica, hoy se mueven entre adulaciones mutuas creando repúblicas digitales soberanas e igualitarias, erigiéndose en mesías liberadores del ciberespacio.

El fin de gates

Todo lo que empieza tiene que acabar algún día y el predominio de la empresa Microsoft no es ajeno a esto. Hace algunas semanas Hill Gates ha anunciado la retirada de su compañía, la cual fundó y llevó hasta los cielos, marca el fin de una era en donde las grandes empresas de software eran las dominantes dentro del campo de las nuevas tecnologías. Hoy el software pierde peso y entra a una redefinición.
Gates fue uno de los talentos más destacados de los años setenta del siglo pasado, que erosionó el poder de la llamada big blue, la IBM, abriendo, junto con otra pléyade de rebeldes programadores, camino a la computación de escritorio misma que ha revolucionado el campo de la información. La sólida visión en el ámbito de los negocios de Gates le ha llevado a controlar el mercado de la programación, permitiéndole colocar su sistema operativo en más del 90 por ciento de equipos de cómputo de escritorio. Pero ese inmenso poder casi monopólico acumulado a lo largo de estos últimos 30 años por Gates empieza a verse afectado. Hoy ve cómo el mercado empieza a caminar en otra dirección, por derroteros para los cuales no está preparado.
No se puede regatear a Gates que con precarios derroches técnicos y gran olfato para los negocios creara en su adolescencia Microsoft y prontamente concretara contratos con IBM para desarrollar su sistema operativo (el famoso MS-DOS) e iniciara una rápida y sostenida carrera en el campo de la programación, aunque no exenta de duras batallas contra competidores a los que en ocasiones aplastó recurriendo a dudosas prácticas de mercado. Desde el inicio Bill Gates tuvo la idea de conformar un monopolio (el del sistema operativo) sobre el cual se apoyó para ganar el mercado del software de escritorio, navegadores de internet y una serie de herramientas, que en su gran mayoría sobresalieron por vulnerar la misma propiedad intelectual al plagiarse lo que hacía su competencia.
Quitándose rivales Gates hizo de Microsoft una empresa líder y “solitaria” en el campo del software, creando un imperio insaciable al que nadie podía hacer frente. Sin embargo, quien un día tuviera la acertada visión de que la computadora personal era el camino hacia el futuro, empezó a perder su capacidad de ver el devenir al no percatarse de que el campo de batalla estaba en Internet. Si bien impuso a su navegador como dominante, perdió la batalla por establecer los estándares en la red.
Actualmente es claro que Gates no ha sabido ver el mercado de internet, a pesar de la enorme inversión que hace en la misma. Mientras que Google ha ido construyendo su liderazgo con base en una filosofía totalmente opuesta a la de Gates, abierta, amiga de la negociación y transparente, con una buena tecnología y dándole la razón al consumidor. Hoy, si Gates quiere sobrevivir debe vencer a Google, algo que tal vez en su fuero interno él sabe que no logrará y por eso anuncia su retirada de Microsoft.

El punto sex de la discordia

Preciado y disputado por muchos años todavía sigue dando de que hablar y es probable que en torno a él sigan librándose las batallas más encarnizadas. Nos referimos al dominio .sex, que ha sido un factor de discordia y querellas jurídicas por ser una de las tajadas importantes de los negocios en línea, ya que representa más de tres mil millones de dólares anuales y con perspectivas de crecer de manera desmesurada en el devenir cercano.
El interés y apasionamiento económico que está detrás del dominio .sex es el reflejo de cómo las nuevas prácticas sexuales empiezan a ser vehiculadas por las nuevas tecnologías, principalmente en medios como el ciberespacio, porque el mismo se torna no sólo en uno de los motores básicos de crecimiento de la propia red, sino que es una avenida extraordinaria para hacer negocios.
El dominio .sex fue hurtado por Stephen Michael Cohen, quien a fines de 1990 se hizo del mismo de manera ilegal, al año siguiente se dio a la fuga y se refugió en la fronteriza Tijuana de donde fue extraditado en 2005 y se le condenó a 14 meses en prisión por desacato. Esta situación fue el resultado de las laxitudes que imperaban en el primer lustro de la década pasada, cuando los dominios punto com se otorgaban gratuitamente al primero que lo solicitaba y fue Gary Kremen quien se hizo del mismo.
Kremen vio a la red como una avenida ideal para hacer negocios con los contenidos sexuales y alcanzar a una infinidad de personas y sitios, pero en 1995 le comió la torta Cohen, quien con un buen historial de transa al ver el potencial de dicho dominio decidió hacerse del mismo, envió una carta al administrador de dominios .com, Network Solutions, en donde se presentaba como representante legal de la empresa Online Classifieds y pedía que el dominio .sex se le retirara a Kremen, quien había dejado de laborar en dicha empresa, solicitaba, solicitaba además, a nombre de Michael Cohen. Después de eso vino un largo litigio, que se solucionó cuatro años después cuando un tribunal estadunidense determinó que la famosa carta expedida por la empresa Online Classifieds era un vil fraude y se ordenaba que tras cuatro años de luchas jurídicas la página volviera a manos de Kremen.
Más allá de que actualmente Cohen viva una penosa o fingida situación existencial en la cárcel, que hubiera podido obtener millonarios ingresos por el uso indebido de dicho dominio, lo cierto es que paradójicamente el robo del dominio .sex fue en cierta medida un factor central en la legislación actual que protege el hurto de dominios.

La censura cubana

Ahora que están las elecciones intermedias en Estados Unidos ha sido curioso como nuevamente los republicanos volvierona a hacer circular en la red que debido a la generosidad de la millonaria Teresa Heinz-Kerry, esposa del demócrata John Kerry, es como Cuba pudo tener acceso a internet en 1991. Se habla de que emprendiendo un sofisticado rodeo a través de su Fundación Tides (www.tides.org), que subsidia a la conocida APC (Asociación para el Progreso en las Comunicaciones: www.apc.org), para apoyarse en Canadá y desde allí facilitar en dicho año el enlace a Cuba. La conexión no operaba en tiempo real ya que se efectuaba gracias a a la creación de un “túnel informático” y vía llamadas teléfonica diarias de larga distancia al Centro Cubano de Intercambio Automatizado (CENIAI), otrora proveedor de servicios de internet en la isla, se entregaban y recogían mensajes de Cuba. Pero estos datos son reciclados de una nota publicada tiempo atrás por Judi McLeod, de Canada Free Press Info-Search, que por cierto nunca se contrastó y quedó como una simple propaganda.
Más allá de esto lo curioso es que la conexión a internet en Cuba sea usada de manera disímbola por cada país. En un lado, Estados Unidos, los políticos republicanos se mueven de forma maniquea para descalificar a sus adversarios al indicar que ellos facilitaron la conexión a internet al enemigo y que de acuerdo con el Acta de Comercio con el Enemigo y las subsecuentes leyes Toricelli y Helms-Burton no podían efectuarlo y por ende violentaron el propio marco legal estadunidense. Del lado cubano se invoca a estas mismas leyes para indicar que los ciudadanos cubanos tienen los costos más caros de conexión en el planeta porque Estados Unidos les impide con dichos ordenamientos legales comprar equipos en dicha nación, estableciendo un bloqueo que les impide efectuar un tendido de cable de fibra óptica de la Florida a Cuba para que los precios de acceso a internet bajen drásticamente.
En todo caso lo cierto es que los servicios de conexión que el regimen cubano oferta en la isla están dominados por el control informativo, por la censura y que en tal política interna no tiene nada que ver Estados Unidos e incluso el argumento de la ausencia de infraestructura no se sostiene cuando la misma Unión Europea ha manifestado en diversos momentos estar dispuesta ofertar el servicio de conexión a internet pero sin las taxativas y controles que ahora se impone a través del único servidor que existe en la isla para conectarse a internet.
Pero independientemente de toda la polémica contra Teresa Heinz-Kerry y los republicanos, el hecho concreto es que allí está el último reporte emitido por Reporteros sin Fronteras (www.rsf.org) que ubica a Cuba en el lugar 165 de la clasificación de países con mayor censura en internet, el primero, y con menor censura es Finlandadia, y el 168, el de mayor con mayor censura, es Corea del Norte.

Convergencia

Convergencia es un término que desde la década pasada se usa para designar el inexorable destino en el que deben desembocar las telecomunicaciones, la redes digitales y el entretenimiento. De hecho en algunos países esto ya es una realidad, mientras que en nuestro entorno se ha tardado en parte porque nuestros entes reguladores y el mismo gobierno federal se quedaron pasmados y prácticamente decidieron dejarlo en manos de las grandes empresas de telecomunicación y entretenimiento, en particular Telmex, Televisa y Televisión Azteca.
En Europa esto viene siendo un asunto de interés público y de sus correspondientes políticas desde hace casi ocho años, mientras que en nuestro país el debate se anquilosa al pensar que la convergencia únicamente se reduce a ofrecer servicios de video, voz y datos a través de una misma infraestructura de telecomunicaciones.
En Europa la convergencia no se entiende sólo en sentido restrictivo, que las redes de televisión ofrezcan a sus abonados servicio de televisión, internet banda ancha, telefonía, música digital y una serie más de servicios digitales avanzados como video por demanda (VoD), video juegos y televisión digital de alta definición. No se trata únicamente de verlo como una convergencia de tecnologías para dar paso a servicios integrados, sino que separadamente pueden ofrecer posibilidades de contenidos y que las mismas tienen sentido no por contribuir a dar paso a un ente imbricado que oferta diversos servicios, sino por la posibilidad de ofrecer servicios diferenciados usando distintas plataformas para potenciar los aspectos culturales.
En México ya entró en franca carrera el control de las redes y la monopolización de la producción y distribución de contenidos como una de las formas que, de acuerdo con los vientos globalizadores, se erigen como pilar de la nueva economía. En nuestro país esto se lo “repartirán” Telmex, Televisa y Televisión Azteca mediante un acuerdo para ofrecer servicios similares y cada una usará la banda ancha para sus diferentes modelos de negocio e incluso “apoyándose” en sus distintos contenidos e infraestructura. Se repartirán el mercado y las televisoras podrán usar la infraestructura de Telmex para propagar sus contenidos, lo cual dará paso a un mercado acotado y dominado por estas tres empresas.
Lo que no puede soslayarse es que la “disputa” que se da alrededor del ancho de banda, de su uso, tiene que ver con que ésta es una infraestructura clave para el desarrollo de nuestro país, porque a través de la misma se articularán los nuevos desarrollos económicos, educativos y en gran medida sociales. Por eso es lamentable la ausencia de políticas públicas de la administración que está por concluir en esta materia, la falta de proyectos para que las mismas alcancen al grueso de la población y contribuyan a ser una robusta herramienta educativa y cultural.

Censura china

Sin duda alguna la economía china es una de las más robustas a escala mundial, esto lo demuestra su comportamiento a lo largo del año que corre, en donde ha tenido un promedio anual de crecimiento del 10.5 por ciento y según las autoridades en materia económica de ese país el año próximo crecerá a un ritmo más moderado, 9.5 por ciento, para continuar siendo de las economías más boyantes a escala mundial.
La invasión de los productos chinos en el planeta no es gratuita, ya que durante el primer semestre del año que corre el incremento del PIB superó con mucho a la cifra referida, ya que los chinos se han vuelto voraces exportadores de mercancías y replicadores imparables de los productos más inusitados que se producen en culturas tan disímbolas a ese país asiático. China ha logrado a lo largo de la presente década combinar altas tasas de crecimiento, un promedio de 9 por ciento anual, con una inflación controlada. Por eso no es gratuito que supere en volumen productivo a las economías del primer mundo como Gran Bretaña, Italia o Francia, e incluso ya no es descabellado pensar que de seguir con ese ritmo de crecimiento dentro de cuatro años supere a Alemania.
En materia de internet ese país asiático ha tenido un crecimiento explosivo pero desigual, como sucede en su economía. Tiene una población total que rebasa los 1,300 millones de habitantes, de los cuales apenas un 9.46 por ciento (123 millones) usan internet, e incluso más de la mitad de ellos acceden a servicios de conexión de banda ancha. Pero lo peor de todo es que a pesar de ese crecimiento de usuarios, el régimen comunista sigue intentando controlar los contenidos en la red, destacándose por ser uno de los más férreos en materia de censura en el planeta.
La censura en esa nación no sólo impone taxativas para que no se pongan cibercafés cerca de las universidades, sino que persigue ferozmente las apuestas en línea, los contenidos políticos, el consumo de pornografía y todo lo que el régimen considere como insano para el “estilo de vida” chino. Bajo esa excusa ha impuesto un control estricto a los usuarios y varios de ellos han ido a parar a la cárcel.
La actitud del gobierno chino por controlar lo que circula en la internet ha llegado a situaciones tan demenciales que algunas autoridades han señalado su deseo de diseñar su propia red, una especie de intranet, con el fin de controlar a su antojo todos los contenidos que circulan en el ciberespacio, cuestión que parece delinearse con las recientes declaraciones del gobierno chino que ha presentado de manera oficial su propia red, que además tiene la particularidad de que trabaja únicamente con el protocolo IPV6, es decir con la versión más actual y robusta del protocolo internet. Esto en realidad puede ser el laboratorio para que las autoridades chinas perfeccionen su idea de apuntalar la confección de una jaula de hierro para los usuarios de ese país y demostrar que los negocios y el crecimiento innegable de su economía muy difícilmente irán de la mano de la libre circulación de las ideas.

Censura e invenciones en la red

Su lucha y aspiración estaba desde el inicio condenada a fracasar, sin embargo lo intentó y debió al final poner fin a su objetivo. A fines de agosto el periodista cubano Guillermo Fariñas decidió dar por conluida la huelga de hambre que mantenía desde hacía siete meses en protesta por el bloqueo de internet impuesto por las autoridades cubanas a la población. Fariñas era ya prácticamente un guiñapo y a pesar de que tomaba suero, los médicos le advirtieron que de continuar sin ingerir alimentos podía pasar a mejor vida, hoy su gesto queda como un símbolo para quienes luchan en esa nación por la libertad de expresión.

Fariñas, de 42 años, dirige la pequeña agencia de noticias Cubanacán Press y tomó la decisión de acabar con la huelga de hambre iniciada desde marzo pasado a petición de algunos de sus colegas y miembros de algunas ONGs cubanas como la Asamblea para la Promoción de la Sociedad Civil. Por su parte Reporteros Sin Fronteras ha solicitado al gobierno cubano que haga efectivo el reclamo de Fariñas de que la población de esa isla caribeña tenga acceso irrestricto a internet.

Virtudes y contradicciones en los blogs

Los blogs además de sus virtudes como medio flexible de comunicación de bajo costo, también se han vuelto una de las formas más económicas de hacer spam, lo que se ha convertido en una manera de hacer splog [spam + blogs], que ya es un problema tratado recientemente por la revista Wired, que ha referido que más de la mitad de los blogs en lengua inglesa son simple y llanamente spam, por lo cual no se debe ir uno con la finta de su crecimiento explosivo, porque en el fondo muchos son creados con claros fines mercadotécnicos y coyunturales.

No obstante los blogs han sido una fuente de posiciones y actitudes políticas que han llevado a sus usuarios a asumir posiciones que los han puesto en la cuerda floja de la justicia o bien han sido un medio usado por periodistas para generar dudosas adhesiones o inflar en comentarios sus blogs pero que son efectuados por ellos mismos.

Como ejemplo del primer caso está el que se ventila en estos momentos en el Tribunal de San Francisco, en California, que acordó liberar al bloguer Joshua Wolf después de pagar su correspondiente fianza. Wolf pasó 30 días en prisión por negarse a entregar a un jurado federal una videograbación de una protesta filmada en 2005. El juez William Alsup acusó a Wolf de desacato a la justicia y ordenó su prisión a inicios de agosto.

Al concluir el referido mes dos jueces de la corte de apelaciones determinaron que podía dejar la prisión y continuar su caso fuera de la cárcel. Sin embargo, pronto la justicia deberá decidir sobre el rechazo de Wolf en entregar la videograbación, ya que de perder la apelación puede ir a prisión por lo menos 10 meses.

La cinta de Wolf documenta un enfrentamiento entre manifestantes y policías de San Francisco durante una protesta de anarquistas, en junio de 2005. El gran jurado investiga posibles actividades criminales durante la manifestación, incluyendo la sospecha de que los manifestantes habrían intentado quemar un vehículo de la policía. El bloguer, de 24 años, vendía imágenes de la protesta para algunas emisoras de televisión locales y también las había colocado en su sitio de internet (www.joshwolf.net/blog/).

Lee Siegel, editor de New Republic (www.tnr.com), fue suspendido de la revista después de ser descubierto que atacaba anónimamente a los lectores que criticaban sus posts. El internauta que accedía al blog encontraba un anuncio indicando que ya no serían publicadas las notas de Siegel y en donde se lamentaba que él hubiera engañado a sus lectores.

Franklin Foer, coeditor de la revista, afirmó que se percató de esto gracias a que un colega notó que un internauta con el nick "jhschwartz" había enviado un post al blog de Siegel con el fin de defender los artículos del mismo y atacar a quienes lo criticaban. Foer inició entonces una investigación y se dieron cuenta que Siegel era quien emitía los en defensa de sus posturas, por lo cual se decidió cerrar su blog. Este es sólo uno de los varios casos que se han dado a lo largo de la corta vida de la red.

Pero éstos son los costos que deben pagarse en un medio digital en donde se crean con relativa facilidad identidades imaginarias, haciendo comentarios anónimos, jugando con las ideas y pensamientos, inventando posturas y posiciones que no son más que invenciones digitales. Por eso vale la pena preguntarse cuál es el límite de esa libertad y sus aspectgos éticos, sobre todo cuando debe mediar una responsabilidad pública en lo que se opina y escribe.

Vigilancia orwelliana

Las nuevas tecnologías no son inocuas ya que el diseño original de varias de ellas era para usarlas contra los mismos humanos. Tiene razón Pierre Lévy al indicar que internet y la computación abren camino a un tipo diferente de espacio, el ciberespacio, que es una nueva dimensión donde se produce una redistribución del poder. Pero tampoco podemos soslayar que por lo mismo los gobiernos tratan siempre de socavar y erosionar tal capacidad.

Por eso no extraña que un grupo de universidades estadunidenses, bajo el patrocinio del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, desarrollen un software para monitorear opiniones negativas vertidas contra ese país o contra sus líderes políticos en periódicos, revistas extranjeras y sitios de internet en general. El objetivo del programa es identificar potenciales amenazas a dicha nación.


Investigadores de instituciones como Cornell, o las Universidades de Pittsburgh y Utah probarán su creación en un caudal de artículos publicados entre 2001 y 2002, buscando palabras claves como "eje del mal", “Bahía de Guantánamo”, etcétera. La investigación durará tres años y las universidades referidas recibirán 2.4 millones de dólares para efectuarla.

Las autoridades estadunidenses cuentan, desde tiempo atrás, con un caudal de recursos informativos a los cuales se anexará la traducción de artículos de publicaciones y agencias de noticias extranjeras. Con el nuevo software, el monitoreo será más rápido y ayudará a las áreas de inteligencia a identificar en diversas fuentes informativas patrones de pensamiento y actuación que podrían ser amenazas potenciales a dicha nación.

Por lo pronto la investigación ya levantó ámpulas entre periodistas extranjeros y grupos de defensa de la libertad de expresión. Diversas organizaciones de periodistas estadunidenses han manifestado su rechazo a ese proyecto. Más allá de que las mismas leyes federales de ese país prohíben que las instancias de inteligencia mantengan bancos de datos con informaciones de ciudadanos estadunidenses, la realidad es que poner en marcha esa pesadilla orwelliana es sumamente difícil.

En los años setenta y ochenta del siglo pasado se dio una apasionada discusión entre diversos teóricos de la computación sobre los límites y alcances de la lingüística computacional, pero lo cierto es que hasta hoy día los resultados han sido pobres ya que reflejar acciones delictivas de los individuos por lo escrito en la red tiene poco éxito y no por algo los grupos terroristas usan chats o correos electrónicos para acordar sus fechorías. El mismo Joe Kielman, coordinador de ese proyecto y Director de Vulnerabilidad y Análisis de Amenaza del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reconoce que implementar el sistema de monitoreo puede llevar varios años.

Censura y fundamentalismo

Nada nuevos son la censura y el control de contenidos en la red, e incluso el mismo país que inventó ese medio de comunicación, Estados Unidos, y que se ha jactado de difundir que su mayor valor como sociedad es preservar dicha libertad, a partir de 2001 empezó con un proceso de control de contenidos de la red echando por tierra muchas de las posiciones que en esa materia sostienen sus representantes en distintos foros internacionales.

No obstante las palmas en ese terreno se las llevan las dictaduras, un caso sobresaliente es el régimen islámico-militar de Sudán, que se ha destacado por el genocidio efectuado en Darfur, que se ha sacado recientemente de la manga una nueva modalidad de violación de los derechos civiles de quienes visitan esa nación. Cualquier persona que ingrese a la misma con computadora portátil debe entregarla por lo menos 24 horas a las autoridades locales con el fin de revisarla y verificar si no cuenta con material “dudoso” o que afecte la seguridad interna del país.

El argumento es que con ello se evitará que se propale material pornográfico, fotos y películas particularmente, con lo cual se violentan no sólo los derechos de las personas, sino que se vulnera su privacidad al obtener de sus equipos información privada de diversa índole. La moralidad teocrática impuesta por ese gobierno militar es similar al efectuado por otras dictaduras que inventan pretextos para entorpecer el uso de internet, impedir la circulación de determinados contenidos por la misma y violentar los más elementales derechos de las personas.

La actitud de los militares e integristas que gobiernan Sudán de la mano de Alá, no se molestan en informarles a quienes son afectados y les incautan y borran información de su disco duro sin dar explicación alguna. Ellos deciden actuar como les viene en gana y en nombre de la purificación de las costumbres destruyendo equipos e incluso deteniendo a quienes portan dichos equipos.

Realmente esta nueva restricción de los derechos humanos y la libertad de expresión no sorprende en una nación en donde eso es pecata minuta comparado con los asesinatos masivos perpetrados en Darfur o los cometidos durante la guerra civil contra cristianos. Los fanatizados en nombre de la purificación envían a la pira a quien osa ofender al “señor”. El chiste es que no importa si los fanatizados son mormones, como Bush, o musulmanes, ya que lo único que les interesa es controlar la información que circula en la red e impedir uno de los derechos elementales del que debe gozar cualquier ser humano: la libertad de expresión.

 
Creada por laeulalia basada en la denim de blogger.