Negar a estas alturas la presencia del erotismo y la sexualidad en línea es absurdo, sobre todo porque millones de usuarios se vuelcan con desenfreno todos los días a practicar los intercambios eróticos. Millones de usuarios frecuentan de manera cotidiana los múltiples hoteles de tránsito que se amontonan en cada esquina de un chat o en los servicios de mensajería instantánea. La fauna es diversa y los gustos lo son de igual manera, de suerte que no sólo los heterosexuales usan la red para vivir sus aventuras sexuales, sino también homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y travestis que se han apropiado de las salas del chat en México y Latinoamérica.
En nuestro entorno la revista electrónica Adonis (www,adonis.com) es un reflejo de cómo la red se ha convertido en una oportunidad para abordar la problemática homosexual y la sexualidad en su conjunto, pero reflejando como en los últimos 10 años una buena parte de la población mundial ha tenido que cambiar una buena parte de sus hábitos personales. La comercialización y masificación de internet trastocó prácticas eróticas y afectivas de infinidad de personas.
Lo curioso es que ante la avalancha de contenidos sexuales que se multiplican en la red, todavía no podamos tener un dominio exclusivamente para tales contenidos, en donde lo mismo podrían caber sitios dedicados a promocionar desinteresadamente las más disímbolas prácticas sexuales que quienes se dedican a la comercialización y explotación de las imágenes sexuales.
Es absurdo que la Corporación para la Asignación de Nombres de Dominio (ICANN), presionada por el gobierno estadunidense retrocediera en la conformación de un dominio XXX que no sólo permitiría a quienes están interesados en consumir tales contenidos hacerlo de manera mucho más fácil, sino que padres de familia y enemigos de la pornografía pudieran evitar el acceder a dichos materiales.
La ICANN no sólo hace que con tales decisiones su papel sea cuestionado, que su supuesta neutralidad en la administración de la red se vea cuestionada, sino que se pasa por el arco del triunfo una realidad: que más de la mitad de las personas que diariamente acceden a la red para usar los servicios de mensajería instantánea o los servicios de tertulia digital como los chats, se vuelcan a la red no sólo para conocer amigos, sino para trasladar a lo digital todas sus fantasías sexuales y eróticas.
En nuestro entorno la revista electrónica Adonis (www,adonis.com) es un reflejo de cómo la red se ha convertido en una oportunidad para abordar la problemática homosexual y la sexualidad en su conjunto, pero reflejando como en los últimos 10 años una buena parte de la población mundial ha tenido que cambiar una buena parte de sus hábitos personales. La comercialización y masificación de internet trastocó prácticas eróticas y afectivas de infinidad de personas.
Lo curioso es que ante la avalancha de contenidos sexuales que se multiplican en la red, todavía no podamos tener un dominio exclusivamente para tales contenidos, en donde lo mismo podrían caber sitios dedicados a promocionar desinteresadamente las más disímbolas prácticas sexuales que quienes se dedican a la comercialización y explotación de las imágenes sexuales.
Es absurdo que la Corporación para la Asignación de Nombres de Dominio (ICANN), presionada por el gobierno estadunidense retrocediera en la conformación de un dominio XXX que no sólo permitiría a quienes están interesados en consumir tales contenidos hacerlo de manera mucho más fácil, sino que padres de familia y enemigos de la pornografía pudieran evitar el acceder a dichos materiales.
La ICANN no sólo hace que con tales decisiones su papel sea cuestionado, que su supuesta neutralidad en la administración de la red se vea cuestionada, sino que se pasa por el arco del triunfo una realidad: que más de la mitad de las personas que diariamente acceden a la red para usar los servicios de mensajería instantánea o los servicios de tertulia digital como los chats, se vuelcan a la red no sólo para conocer amigos, sino para trasladar a lo digital todas sus fantasías sexuales y eróticas.
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