Es sabido que Mac no es sólo una computadora, es una auténtica cultura que sus usuarios cultivan con fervor e intensidad todos los días. En algunos casos se puede decir que los amantes de los equipos de Apple llegan a extremos que envidiaría cualquier líder de alguna secta. El blog American Digest, acaba de publicar un viejo texto que fue parte de una publicidad de Apple y que con el correr del año, cuando algunos de sus productos se han masificado, se ve que el tiempo erosiona cualquier sentido pseudointelectual que se le asoció a sus inventos.
Recién retornó Steve Jobs a Apple a mediados de 1997 hizo una campaña de relanzamiento con el eslogan “Think different” (piense diferente). En un bello anuncio de televisión aparecían imágenes de Bob Dylan, Albert Einstein y Pablo Picasso quienes desfilaban por la pantalla mientras el actor Richard Dreyfuss leía:
“Esto es para los locos. Los que no se encuadran; los rebeldes; los que causan problemas. Los tornillos redondos en agujeros cuadrados. Aquellos que ven las cosas diferente. Ellos no gustan de reglas y no tiene ningún respeto por el status quo. Usted puede idolatrarlos, discrepar, citarlos, no creerles, glorificarlos u odiarlos. La única cosa que no puede hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian el mundo. Inventan. Imaginan. Curan. Exploran. Crean. Inspiran. Impulsan a la humanidad.
Tal vez tengan algo de locos. ¿De otra manera como podrían colocarse frente a una pantalla en blanco y ver una obra de arte? ¿O sentarse en silencio y escuchar una música que aún no ha sido escrita? ¿O ver un planeta rojo o ver en él un laboratorio sobre ruedas?
Nosotros hacemos herramientas para este tipo de personas. En donde alguno ven locos nosotros vemos genios. Porque las personas que piensa que están locas y piensan que pueden cambiar el mundo son las personas que lo cambian".
Arriba de todo este rollo está la ilustración, como lo hacemos también acá mismo, de George W. Bush en bicicleta con su flamante iPod. Así de fascinante son los productos Apple, como lo somos también a veces quienes nos declaramos enemigos de los monopolios y escribimos nuestras más feroces consignas desde una computadora personal con sistema operativo Windows.
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Recién retornó Steve Jobs a Apple a mediados de 1997 hizo una campaña de relanzamiento con el eslogan “Think different” (piense diferente). En un bello anuncio de televisión aparecían imágenes de Bob Dylan, Albert Einstein y Pablo Picasso quienes desfilaban por la pantalla mientras el actor Richard Dreyfuss leía:
“Esto es para los locos. Los que no se encuadran; los rebeldes; los que causan problemas. Los tornillos redondos en agujeros cuadrados. Aquellos que ven las cosas diferente. Ellos no gustan de reglas y no tiene ningún respeto por el status quo. Usted puede idolatrarlos, discrepar, citarlos, no creerles, glorificarlos u odiarlos. La única cosa que no puede hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian el mundo. Inventan. Imaginan. Curan. Exploran. Crean. Inspiran. Impulsan a la humanidad.
Tal vez tengan algo de locos. ¿De otra manera como podrían colocarse frente a una pantalla en blanco y ver una obra de arte? ¿O sentarse en silencio y escuchar una música que aún no ha sido escrita? ¿O ver un planeta rojo o ver en él un laboratorio sobre ruedas?
Nosotros hacemos herramientas para este tipo de personas. En donde alguno ven locos nosotros vemos genios. Porque las personas que piensa que están locas y piensan que pueden cambiar el mundo son las personas que lo cambian".
Arriba de todo este rollo está la ilustración, como lo hacemos también acá mismo, de George W. Bush en bicicleta con su flamante iPod. Así de fascinante son los productos Apple, como lo somos también a veces quienes nos declaramos enemigos de los monopolios y escribimos nuestras más feroces consignas desde una computadora personal con sistema operativo Windows.
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