Se hace oficial lo que ya en cierta manera todos sabíamos desde tiempo atrás: no se ha encontrado ninguna arma de destrucción masiva en Irak. De acuerdo con la transcripción del pasado 12 enerdo del portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, no se ha hallado ningún armamento de destrucción masiva ni tampoco armamento químico, pero a pesar de ello ya se ha llegado a una escandalosa cifra de muertos: 100 mil civiles iraquíes y 1,517 militares de la coalición.
De hecho Paul Wolfowitz, Secretario adjunto de Defensa, en una entrevista que concedió a Vanity Fair en la edición del 28 de mayo de 2003, ya lo asumía no sin cierto dejo de soberbia que por razones burocráticas se acudió a lo de las armas de destrucción masiva para justificar la invasión a Irak, porque era la única manera que se podía obtener el consenso para atacar a Irak.
Ahora que Bush inicia su segundo y último periodo presidencial seguirán apareciendo este tipo de señalamientos y los integrantes de su administración jugarán con ello y con una cuestionable aceptación ética, hasta es probable que si les es conveniente asuman que cometieron errores y, por lo tanto, habrá que prepararse para una show mediático.
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La invención de las armas de destrucción masiva
viernes, 14 de enero de 2005
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