Para algunos es algo pasajero y sin importancia, para otros es el punto de partida para nuevos cambios en la participación social. En todo caso lo que es un hecho es que no se puede negar que el flash mob es una de las más genuinas maneras en que se despliega la cibercultura. Esto viene a colación porque en el número que está circulando de la revista Nexos he publicado una artículo la respecto. Para mi es claro que es algo destacable, pero considero que como fiel reflejo de la estridencia pop que caracteriza a los fenómenos que cocinan al calor de internet, tendrá una vida pasajera.
Enlace permanente
Enlace permanente
0 comentarios:
Publicar un comentario