Los descalabros de twitter

Se dijo que fue un ataque de DDoS (Ataque de Denegación de Servicio Distribuido), que consiste en la embestida sistemática y coordinada de varios equipos (cientos, miles o cientos de miles) hacia un determinado servidor, lo que dejó a Twitter sin aliento el pasado 6 de agosto, y lo dejó fuera de combate por unas horas. De acuerdo con las informaciones de diversas empresas que miden la evolución del tráfico en línea, todo se originó cuando un grupo de hackers, de procedencia rusa enfocaron sus baterías hacia Georgy Jajaia, joven profesor de economía radicado en la región separatista georgiana de Abjazia, Sujumi. La idea era dejarlo sin comunicación para que no siguiera emitiendo sus posturas críticas hacia el régimen de Putin.

Sin embargo, a pesar de que los administradores de Twitter dijeron que el servicio había vuelto a la normalidad, lo cierto es que quienes usamos dicho servicio vimos que no se reponía del golpe que le habían ocasionado, seguía teniendo problemas y en ciertos horarios se volvía muy lento el envío de mensajes.

El sitio informó que para evitar problemas decidió aislar el tráfico de la región de Georgia y con ello impedir que los usuarios de otras partes del planeta fueran afectados. La cuestión es que el 12 de agosto Twitter volvió a quedar fuera de servicio varios minutos. Desde el blog oficial de la compañía se puso un informe que decía: “Estamos trabajando para recuperarnos de un corte de luz y actualizaremos el servicio tan pronto como sepamos más”, pero 30 minutos más tarde confirmaban lo que los usuarios ya sabíamos, que se trataba de un ataque, aunque no se dieron más detalles sobre el mismo.

A medida que se multiplican por millones los usuarios de Twitter, se vuelve más común que enfrente ofensivas para ponerle traspiés o que los descalabros de sus servidores sean más seguidos. Pero lo que sucede con Twitter es el resultado lógico de su éxito. En la medida que un servicio concita tráfico se vuelve más apetitoso y no faltan hackers e interesados en someterlo a un ataque que desnude sus debilidades. Lo peor es que Twitter todavía no ha consolidado aún su plataforma y ya es puesto a duras pruebas; hoy tiene que hacer adecuaciones y robustecimientos de su servicio que dejarán ver de qué está hecho dicho servicio.

Publicado en Milenio.