El imparable spam

domingo, 2 de agosto de 2009

Se le llama spam y todos los usuarios de internet sabemos que es vil basura, que tales mensajes, que se propagan por millones a escala mundial, se han convertido en una plaga que promueven empresas, organizaciones civiles e individuos con el fin de publicitar servicios y/o productos, difundir una causa, etcétera. Para colmo muchos usuarios parece que ven al spam como un producto reciclable y se dedican a enviar a sus contactos cuanto mensaje bazofia llega a sus buzones.

Hoy el spam y el spamming son moneda corriente, sin embargo no se sabe en realidad quién fue el primero en lanzar la primer bazofia digital, aunque sí es sabido que en 1994 un oscuro abogado que representaba al despacho Canter and Siegel publicó en Usenet un anuncio de su despacho, el cual envió compulsivamente por medio de correos electrónicos a los usuarios de un sitio de noticias en donde participaba con el fin de autopromocionarse. Poco después su ejemplo fue imitado por muchos otros.

Sin embargo, quien en realidad le sacó jugó al correo basura fue la industria pornográfica que enviaba toneladas de mensajes que tenían gran resonancia ya que a mediados de los años noventa tales contenidos eran apetecidos por los usuarios que en ese entonces articulaban con relativa facilidad su libido con los contenidos erótico-pornográficos que empezaban a multiplicarse.

A partir de entonces el mismo comercio electrónico, que recién nacía, no tuvo tampoco rubor alguno en usar el spamming e incluso muchos de sus promotores y teóricos del marketing viral se atrevieron a calificarlo como la quintaesencia de la publicidad. Hoy, sin embargo, parece que nada escapa ya de esta plaga, al grado que blogs, teléfonos celulares vía mensajes SMS, wikis, etcétera, están saturados de este tipo de contenidos que terminan por hacer perder tiempo a los usuarios de tales medios.

Hoy el volumen de estos contenidos ha crecido a una escala que era impensable a mediados de los años noventa, al grado de que una gran cantidad del tráfico que deben soportar los servidores y redes electrónicas son basura, absurdas promociones de todo tipo y en los últimos años hasta los mismos políticos no han dudado en multiplicar el contenido basura para propagar sus candidaturas.

Apenas cuatro años atrás, Bill Gates decía con optimismo profundo que en 2006 el spam quedaría en el olvido, que existiría la tecnología suficiente para frenarlo, pero lo cierto es que su predicción ha sido arrollada por los hechos: casi el 90 por ciento de los correos electrónicos son vil correo basura y, por si fuera poco, hasta los mismos exponentes del arte no dudan en promocionar la literatura basura y el netart spam.

Publicado en el diario Milenio

0 comentarios:

 
Creada por laeulalia basada en la denim de blogger.