Lula, Gates y México

Desde hace algunos meses México se ha embarcado en la puesta en marcha de un incierto programa de conexión a internet conocido como e-México y en una revolución educativa basada en un impreciso y millonario programa conocido como Enciclomedia, que combina las buenas intenciones con la ausencia de un sólido programa que maneje tiempos y metodologías precisas para lograr lo que supuestamente desea efectuar.

Pero mientras esto acontece en el país, el gobierno brasileño ha implementado el programa “PC conectado” que facilita la compra de equipos de cómputo y acceso a internet a las familias de bajos recursos. Esto forma parte de un programa más amplio que tiene por objetivo no depender del software propietario y ahorrarse millones de dólares en la compra de licencias de los mismos, por lo cual la administración, las universidades públicas y todas las empresas gubernamentales han adoptado la plataforma Linux.
Para el gobierno brasileño educación y desarrollo no pueden ser factibles si no se efectúan políticas públicas que acaben con la dependencia del monopolio en el campo del software. Al mismo tiempo, se crearán en Río de Janeiro unos mil centros comunitarios en los barrios con mayores carencias para ofrecer conexión gratuita a internet, amén de una política de conexión de costos muy bajos que no superarán los 2.5 dólares mensuales y ventas de equipos a pagos mucho menores que los ofrecidos aquí en el país por Telmex.

Contra las patentes
Cuando se aplican este tipo de políticas en los países del tercer mundo de inmediato Microsoft (MS) pone en marcha una estrategia de donación de licencias y de baja de costos de su equipo, pero en este caso ni siquiera la reunión de Gates con Lula da Silva sirvió para que el presidente brasileño diera el brazo a torcer. Algunos congresistas brasileños han atacado este plan, porque consideran que decidir el tipo de programas con los cuales operarán los equipos es antidemocrático, pero en muchas de esas críticas se soslaya que los programas generados por MS son caros, deficitarios, inseguros y problemáticos.
Ya en otros momentos el gobierno brasileño ha dado muestras de arrebatos de lucidez como con su posición ante las patentes en el campo de la medicina, en donde con el fin de atenuar los efectos del sida desafió dicho esquema y creó antiretrovirales que han beneficiado a millones de personas. Sobre este aspecto y otras políticas relevantes que ese país ha tomado con el fin de paliar el sida, se puede consultar el excelente texto de Alexander Irwin, Joyce Millen y Dorothy Fallows, Sida global: verdades y mentiras (Paidós).
Y recientemente el ministerio de medio ambiente decidió poner a disposición, en internet, de cualquier interesado su base de datos que compila todos los microorganismos descubiertos en Brasil, con lo cual de paso se protege dicha información de la biopiratería que precisamente practican las grandes empresas extranjeras que recolectan ese material para su explotación comercial, no sin previo bloqueo del usufructo del mismo vía patentes.
En todo caso lo llevado a cabo por el gobierno brasileño en materia de conexión a internet y el uso de Linux en el sector público tiene el objetivo de ofrecer una educación mucho más abierta y de calidad, en donde no se dependa exclusivamente de esquemas de programación propietarios que imponen marcos culturales específicos. Un proceso que no le vendría mal a países como el nuestro en donde la actual administración ha dejado mucho que desear con su proyecto de conectividad.
Publicado en Milenio diario, 3 de abril 2005.