La más reciente revolución tecnológica se dio en setenta del siglo pasado entre garajes, sótanos y de la mano del entusiasmo de jóvenes emprendedores que transformaron de manera radical el mundo de la información.
Para muchos jóvenes científicos, la nueva gran revolución tecnológica está de nuevo en los garajes y sótanos de los hogares aunque ahora vinculada a la biología, como lo testimonian los aprendices de brujo que practican el biohacking.
En la red se habla de que la biología va a conocer el equivalente de la revolución computacional y a mediano plazo se propagará a la opinión pública como la computación e internet.
Los fanáticos por la biología de garaje, del underground genético y biotecnológico, difunden sus prácticas en sitios como Biopunk (biopunk.org), DIYbio (“hechas por usted”: www.diybio.org) o Biohacking (biohack.sourceforge.net), que son el ejemplo de esta corriente de amantes de la biotecnología que con herramientas propias para una cocina se disponen a revolucionar el mundo de la genética.
Exponentes del biohacking piensan que es momento de prepararse para el gran salto científico que se avecina.
Desde su óptica, los precios para secuenciar o sintetizar el ADN van a bajar y cualquier aficionado podrá tener al alcance todas las herramientas para montar un laboratorio y sintetizar el ADN por un costo cercano a los 60 euros.
Todo eso es alentado por propuestas como las del astrofísico Freeman Dyson, quien sostiene que la creación de organismos vivos inéditos podría muy bien devenir en el entretenimiento de los infantes del futuro y sostiene que: “Concebir genomas se volverá una actividad personal, una nueva forma de arte como la pintura o la escultura […]. La etapa final en la domesticación de la biotecnología será la creación de juegos biotech, concebidos como juegos de video para los niños a partir del kínder […]. El ganador será el niño que creará las semillas que generarán el cactus más espinoso, o el huevo que dará nacimiento al dinosaurio más agradable”.
Los biopunks dicen que como la biotecnología será algo accesible para todos, es bueno meter las manos con el fin de avanzar en la manipulación de la materia viva. Los nuevos “biólogos” inician su exploración del ADN y dicen que en pocos años esta práctica se extenderá a escala planetaria.
Publicado en Milenio.
Para muchos jóvenes científicos, la nueva gran revolución tecnológica está de nuevo en los garajes y sótanos de los hogares aunque ahora vinculada a la biología, como lo testimonian los aprendices de brujo que practican el biohacking.
En la red se habla de que la biología va a conocer el equivalente de la revolución computacional y a mediano plazo se propagará a la opinión pública como la computación e internet.
Los fanáticos por la biología de garaje, del underground genético y biotecnológico, difunden sus prácticas en sitios como Biopunk (biopunk.org), DIYbio (“hechas por usted”: www.diybio.org) o Biohacking (biohack.sourceforge.net), que son el ejemplo de esta corriente de amantes de la biotecnología que con herramientas propias para una cocina se disponen a revolucionar el mundo de la genética.
Exponentes del biohacking piensan que es momento de prepararse para el gran salto científico que se avecina.
Desde su óptica, los precios para secuenciar o sintetizar el ADN van a bajar y cualquier aficionado podrá tener al alcance todas las herramientas para montar un laboratorio y sintetizar el ADN por un costo cercano a los 60 euros.
Todo eso es alentado por propuestas como las del astrofísico Freeman Dyson, quien sostiene que la creación de organismos vivos inéditos podría muy bien devenir en el entretenimiento de los infantes del futuro y sostiene que: “Concebir genomas se volverá una actividad personal, una nueva forma de arte como la pintura o la escultura […]. La etapa final en la domesticación de la biotecnología será la creación de juegos biotech, concebidos como juegos de video para los niños a partir del kínder […]. El ganador será el niño que creará las semillas que generarán el cactus más espinoso, o el huevo que dará nacimiento al dinosaurio más agradable”.
Los biopunks dicen que como la biotecnología será algo accesible para todos, es bueno meter las manos con el fin de avanzar en la manipulación de la materia viva. Los nuevos “biólogos” inician su exploración del ADN y dicen que en pocos años esta práctica se extenderá a escala planetaria.
Publicado en Milenio.
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