Max Weber menciona que el siglo XVIII es portador del Iluminismo, pero también da paso a una reorganización en las maneras de construir el conocimiento. Para el sociólogo alemán en ese periodo no sólo surge la racionalidad como factor indispensable para construir el saber, sino que éste marcó el declive de la Iglesia como institución determinante del desarrollo del conocimiento. El proceso da paso a subsistemas racionales (científico, económico, político, estético...) caracterizados porque los especialistas determinan el valor de los mismos, de suerte que cada uno de ellos conlleva un proceso secular, estableciendo una separación tajante entre ciencia y teología, entre conocimiento y religión.
Para Weber reconciliar ciencia y fe es imposible, son incompatibles, conforman paradigmas distintos, son dos formas radicalmente opuestas de ver el mundo. Pero hoy día se lleva a cabo un debate en Estados Unidos que va en sentido contrario de lo adoptado desde el siglo XVIII. La comunidad científica de esa nación está enfrascada en una batalla contra el “diseño inteligente”, que se opone al evolucionismo darwinista y postula que la vida en el planeta es obra de una inteligencia superior. Desde que Darwin publicó El origen de las especies en 1859, su teoría evolucionista ha sido la dominante, pero ahora es cuestionada por algunos biólogos y personas provenientes de grupos cristianos, quienes opinan que el evolucionismo ofrece una respuesta insatisfactoria sobre el origen de la vida, que existen algunas que fueron diseñadas por una inteligencia superior.
Red y resonancias
Pero mientras consejos de educación en Kansas y Texas discuten la validez del diseño inteligente, ella ya está presente en internet y muchas aulas de escuelas conservadoras. Dicha “teoría” fue popularizada por Phillip E. Johnson quien en 1991 la suscribió en su obra Proceso a Darwin, en donde argumentó que el modelo científico de la evolución por selección natural es insuficiente para explicar el origen, la complejidad y la diversidad de la vida. Sitios como el Instituto de Investigación sobre la Evolución Humana o la Coordinadora Creacionista son sólo dos ejemplos de que dicha teoría cuenta con adeptos en la red.
Pero en medio del revuelo generado por ese debate ahora surgen seguidores del inglés Samuel Birley Rowbotham, quien en el siglo XIX publicó “Astronomía Zetética...” en donde postula que la Tierra es plana, lo que derivó en la conformación de la Sociedad Internacional de la Tierra Plana (SITP). Los seguidores de esa teoría son personas que no comparten el hecho de que el mundo es redondo ya que eso niega la divinidad de Cristo. Defienden que el mundo es plano porque es la única manera de justificar que Cristo resucitó y subió al cielo. Pero por absurdo que suene, la SITP se ha fortalecido con la discusión sobre el diseño inteligente, por lo que sus seguidores se concentran alrededor de sitios como The Flat Earth society, que reúne buena parte de los boletines editados por Charles Johnson, último presidente de la SITP, que vuelve a tener adeptos.
El diseño inteligente no cuestiona tanto el evolucionismo o el mismo método científico sino el mismo proceso de secularización, pero además es reflejo de que en Estados Unidos no existe ninguna ley que proteja de manera directa la práctica científica, para que no se vea expuesta a los vaivenes electorales e ideológicos y a que dudosos órganos ciudadanos sin nada que ver con la ciencia decidan la enseñanza de la misma.
Publicado en el diario Milenio, 29 de mayo 2005.
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La bancarrota de Darwin
miércoles, 1 de junio de 2005
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2 comentarios:
En una clase de Filosofía el profesor nos incentivó a recorrer el mundo en línea mas o menos recta para percatarnos por nosotros mismos de que si se parte de un punto y se realiza el trazo eventualmente se llegará a él de nuevo si verdaderamente la tierra es redonda. Bonita alegoría que intenta borrar un rato toda la cientificidad lograda culturalmente hasta el momento.
Ahora que si Darwin tenía razón o no. ¿Pues los dinosaurios qué dicen? ¿Y los fósiles? Creo que la memoria no sólo reconfigura recuerdos, también nos crea una identidad y un pasado, Darwin lo sabía, los científicos lo saben, ahora ¿Para qué se hacen pendejos con sus habladurías de "espontaneidades' y diseños inteligentes? Gringos al fin.
Pero claro que la teoria de Darwin no explica el origen de la vida en la tierra!
La teoria de Darwin explica como esa vida, que el ni siquiera intenta explicar como surgio, ha progresado desde sus inicios simples hasta las formas actuales, en un proceso que duro miles de millones de años.
Lamentablemente, los que tanto critican a Darwin, son los que menos lo han leido.
Por cierto, el problema del origen de la vida es un problema bioquimico, y como tal se esta abordando
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