Ayer estuve con Fabián Dávila en Aldea Digital, un evento interesante porque me permitió ver cómo la red, y las nuevas tecnologías, articulan identidades que gracias a los gustos por las tecnologías y las prácticas compartidas hacen que los chavos se sientan como miembros de una colectividad.
La inmensa mayoría de los asistentes, que durmieron en las instalaciones del Palacio de los Deportes y que estuvieron parcial o totalmente lo que duró este evento, fueron chavos que oscilaban entre los 15 y los 25 años. Ellos son nativos digitales, que nacieron en los años ochenta y que internet y sus servicios o tecnologías ya son parte destacada de su vida diaria. Son quienes a través del uso que hacen de la tecnología demuestran una nueva manera de vivir el planeta, pero sobre todo cuestionan muchos concepciones de la educación formal de nuestros tiempos.
A pesar de que la inmensa mayoría de los chavos se dedicaron a bajar programas, música o películas porque nunca han tenido en su casa o escuela un ancho de banda como el que tuvieron en Aldea Digital, lo interesante fue como lo asumieron como una fiesta para ellos, como parte fundamental de su vida. ´
En prácticas se rompen esquemas y eso abundó claramente entre los aldeanos, aunque el grito y práctica geek no estuvo tan presente, lo cierto es que fue interesante ver cómo los chavos articulados alrededor de la comunidad de Tequil@Valey es una espacio en donde gracias a redes sociales como Twitter ha podido reunir a interesados por el desarrollo del software y sus intereses van más allá de los meramente lúdico o anecdótico para convertirse en verdadero epicentro de esta generación nativa del ciberespacio y que ha abandonado los cartabones de lo virtual para hacer lo digital una dimensión más de su realidad diaria.
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