La semana pasada hablamos aquí de las virtudes de la red, de los blogs particularmente, para convertirse en una ventana de expresión sin censuras para una buena cantidad de usuarios. Sin embargo, como para ser desmentidos hace unos días se dio en Europa un acto de censura que refleja que la misma puede ir de la mano de criterios comerciales puestos en marcha por los mismos administradores de la red.
Lo que nos ocupa es el cortometraje Fitna (www.fitnathemovie.com) al que se le impidió operar el sitio con el mismo nombre. Fitna es una producción del líder y diputado del Partido Liberal holandés Geert Wilders, quien plasma en dicho cortometraje su postura crítica sobre el Islam y en particular del Corán. No es nuevo que Wilders asuma una posición dura y sostenida contra el Islam, ya que en diferentes momentos se ha pronunciado por poner un fuerte freno a la inmigración de musulmanes a Holanda por considerar que son un peligro potencial para la sociedad holandesa y Europa en general.
Más allá de que uno esté o no de acuerdo con las polémicas posturas de Wilders, es de destacar que el control de la circulación de contenidos en cualquier sociedad se ve sujeto a diversos y disímbolos intereses. En este caso el impedimento para que el sitio funcionara corrió a cargo de la empresa Network Solutions, que desactivó la página de Wilders, incluso lo hizo antes de que éste pudiera poner el filme en circulación y sin que hasta el momento haya dado un argumento convincente de por qué lo hizo, sólo ha aducido que colocarlo viola las normas de hospedaje establecidos por ellos amén de que les llegaron quejas de personas por el filme.
Esta actitud es una secuela del derrumbe de las Torres Gemelas de 2001, ya que dicha empresa con el fin de evitar cualquier problema terrorista en territorio estadunidense, se pasa por el arco del triunfo la libertad de expresión y decide censurar contenidos cuando considera que pueden molestar al gobierno de su país, pero eso sí pide que en Cuba, por ejemplo, se respete la libertad de expresión.
Aquí el problema es que el pánico al Islam y al terrorismo han afectado a diversos países y las mismas políticas empresariales se modificaron. Sin embargo, eso no ha impedido que otros sitios retomen el filme e incluso que esté doblado al español. Pero en todo caso lo cierto es que el temor a actos terroristas ha llevado a una autocensura. Un ejemplo lo tenemos en Liveleak (liveleak.com), un espacio que nació con la idea de dar cabida a todo tipo de contenidos y que para no meterse en broncas excluyó a Fitna.
La censura del temor se impone y por miedo a ser perseguidos por las hordas de fanáticos y fundamentalistas y diversas empresas de comunicación y entretenimiento no aceptan colocar en sus sitios contenidos que puedan herir los sentimientos de los musulmanes. Lo peor es que los mismos medios emprendan hoy día un feroz ataque contra Wilders por osar externar su opinión sobre el Corán, mientras que por otro lado abogan por la libertad de expresión.
Lo que nos ocupa es el cortometraje Fitna (www.fitnathemovie.com) al que se le impidió operar el sitio con el mismo nombre. Fitna es una producción del líder y diputado del Partido Liberal holandés Geert Wilders, quien plasma en dicho cortometraje su postura crítica sobre el Islam y en particular del Corán. No es nuevo que Wilders asuma una posición dura y sostenida contra el Islam, ya que en diferentes momentos se ha pronunciado por poner un fuerte freno a la inmigración de musulmanes a Holanda por considerar que son un peligro potencial para la sociedad holandesa y Europa en general.
Más allá de que uno esté o no de acuerdo con las polémicas posturas de Wilders, es de destacar que el control de la circulación de contenidos en cualquier sociedad se ve sujeto a diversos y disímbolos intereses. En este caso el impedimento para que el sitio funcionara corrió a cargo de la empresa Network Solutions, que desactivó la página de Wilders, incluso lo hizo antes de que éste pudiera poner el filme en circulación y sin que hasta el momento haya dado un argumento convincente de por qué lo hizo, sólo ha aducido que colocarlo viola las normas de hospedaje establecidos por ellos amén de que les llegaron quejas de personas por el filme.
Esta actitud es una secuela del derrumbe de las Torres Gemelas de 2001, ya que dicha empresa con el fin de evitar cualquier problema terrorista en territorio estadunidense, se pasa por el arco del triunfo la libertad de expresión y decide censurar contenidos cuando considera que pueden molestar al gobierno de su país, pero eso sí pide que en Cuba, por ejemplo, se respete la libertad de expresión.
Aquí el problema es que el pánico al Islam y al terrorismo han afectado a diversos países y las mismas políticas empresariales se modificaron. Sin embargo, eso no ha impedido que otros sitios retomen el filme e incluso que esté doblado al español. Pero en todo caso lo cierto es que el temor a actos terroristas ha llevado a una autocensura. Un ejemplo lo tenemos en Liveleak (liveleak.com), un espacio que nació con la idea de dar cabida a todo tipo de contenidos y que para no meterse en broncas excluyó a Fitna.
La censura del temor se impone y por miedo a ser perseguidos por las hordas de fanáticos y fundamentalistas y diversas empresas de comunicación y entretenimiento no aceptan colocar en sus sitios contenidos que puedan herir los sentimientos de los musulmanes. Lo peor es que los mismos medios emprendan hoy día un feroz ataque contra Wilders por osar externar su opinión sobre el Corán, mientras que por otro lado abogan por la libertad de expresión.
Publicadoa en Milenio
1 comentarios:
¿Ya vieron la respuesta árabe a la película anti-islámica Fitna del holandés Wilders?
http://cynega.blogspot.com/2008/04/la-respuesta-de-un-bloguer-saud.html
Blog: www.cynega.com.ar
¡Saludos!
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