Fue el 4 agosto de 1991 que se anunció el lanzamiento de la primera versión del sistema operativo Linux, su creador fue el finlandés Linus Torvalds quien a partir de ese momento se tornó en un suceso y saltó a la fama pasando a ser considerado uno de los mejores programadores del orbe. La Wikipedia define a Linux como “un sistema operativo tipo Unix […] Es uno de los paradigmas más prominentes del software libre y del desarrollo del código abierto, cuyo código fuente está disponible públicamente, para que cualquier persona pueda libremente usarlo, estudiarlo, redistribuirlo y, con los conocimientos informáticos adecuados, modificarlo…”
Al inicio el sistema operativo era algo que estaba solo reservado para unos cuantos, para programadores o para usuarios diestros ya que para hacer uso del mismo se requería recabar de la red todos los archivos y programas necesarios, instalarlos en el sistema y configurarlo, lo que era realmente una tarea complicadísima y apta sólo para un puñado de usuarios. Pero más adelante surgieron las llamadas distribuciones de Linux, provenientes de empresas y organizaciones que compilaban programas y archivos preparados para instalarse automáticamente, lo que facilitó su instalación y que pudiera alcanzar un mayor espectro de usuarios.
Pero, al mismo tiempo, esa solución prometedora causó un problema para la expansión de Linux, ya que 16 años después de haber surgido únicamente cubre a 3.5 por ciento de usuarios en el planeta, mientras que Windows sigue siendo el sistema operativo que ocupa el 90 por ciento de usuarios. Y es que la variedad de distribuciones de Linux (Madriva, Ubuntu, Suse, Redhat, Debian, etcétera) ha terminado por confundir a los usuarios, quienes ante tantas opciones optan por no seleccionar ninguna e irse por lo conocido.
Hoy es un hecho que Linux no se ha popularizado y es que la compatibilidad y en ocasiones la poca flexibilidad hace que no se vuelva tan atractivo y como evidencia de eso tenemos que el 92 por ciento de usuarios de Linux son hombres, lo que refleja en buena medida lo que es dicho sistema. Linux llega a este nuevo aniversario enfrentando dificultades y Gartner incluso estima que el año venidero sólo estará en el 2 por ciento de todas las PCs del mundo, disminuyendo significativamente su presencia y anunciando que malos tiempos vienen para dicho sistema operativo.
En realidad no es que la gratuidad de Linux deje de ser una ventaja para afianzarse, sino que dos aspectos combinados han impedido su desarrollo. Por un lado no ha logrado generar una interfaz que dé confianza a los usuarios, que tengan la sensación de flexibilidad que les genera Windows, es decir por más que varias distribuciones de Linux intenten emular al sistema operativo de la empresa de las ventanas, en realidad no lo han logrado. Y en segundo lugar, y esto es probablemente lo que obstaculiza su penetración, no ha conseguido afianzarse en buena medida debido a la “gratuidad” del sistema operativo Windows, ya que el 80 por ciento de los usuarios de éste sistema operativo a escala mundial poseen copias piratas adquiridas a precios simbólicos.
Publicado en Milenio, 6 de octubre, 2007.
Al inicio el sistema operativo era algo que estaba solo reservado para unos cuantos, para programadores o para usuarios diestros ya que para hacer uso del mismo se requería recabar de la red todos los archivos y programas necesarios, instalarlos en el sistema y configurarlo, lo que era realmente una tarea complicadísima y apta sólo para un puñado de usuarios. Pero más adelante surgieron las llamadas distribuciones de Linux, provenientes de empresas y organizaciones que compilaban programas y archivos preparados para instalarse automáticamente, lo que facilitó su instalación y que pudiera alcanzar un mayor espectro de usuarios.
Pero, al mismo tiempo, esa solución prometedora causó un problema para la expansión de Linux, ya que 16 años después de haber surgido únicamente cubre a 3.5 por ciento de usuarios en el planeta, mientras que Windows sigue siendo el sistema operativo que ocupa el 90 por ciento de usuarios. Y es que la variedad de distribuciones de Linux (Madriva, Ubuntu, Suse, Redhat, Debian, etcétera) ha terminado por confundir a los usuarios, quienes ante tantas opciones optan por no seleccionar ninguna e irse por lo conocido.
Hoy es un hecho que Linux no se ha popularizado y es que la compatibilidad y en ocasiones la poca flexibilidad hace que no se vuelva tan atractivo y como evidencia de eso tenemos que el 92 por ciento de usuarios de Linux son hombres, lo que refleja en buena medida lo que es dicho sistema. Linux llega a este nuevo aniversario enfrentando dificultades y Gartner incluso estima que el año venidero sólo estará en el 2 por ciento de todas las PCs del mundo, disminuyendo significativamente su presencia y anunciando que malos tiempos vienen para dicho sistema operativo.
En realidad no es que la gratuidad de Linux deje de ser una ventaja para afianzarse, sino que dos aspectos combinados han impedido su desarrollo. Por un lado no ha logrado generar una interfaz que dé confianza a los usuarios, que tengan la sensación de flexibilidad que les genera Windows, es decir por más que varias distribuciones de Linux intenten emular al sistema operativo de la empresa de las ventanas, en realidad no lo han logrado. Y en segundo lugar, y esto es probablemente lo que obstaculiza su penetración, no ha conseguido afianzarse en buena medida debido a la “gratuidad” del sistema operativo Windows, ya que el 80 por ciento de los usuarios de éste sistema operativo a escala mundial poseen copias piratas adquiridas a precios simbólicos.
Publicado en Milenio, 6 de octubre, 2007.
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