La linea

martes, 10 de mayo de 2005

textoalternativoDesde el surgimiento de la prensa en el siglo XIX, el oficio de informar ha sufrido metamorfosis. La evolución de los medios en los últimos 50 años refleja la crisis del periodismo impreso.
Después de la prensa diaria, los semanarios, las revistas de espectáculos, la radio y la televisión, apareció Internet como un medio vigoroso y también difuso. La red se convirtió en un medio prometedor en el campo de las comunicaciones, pero no tiene un rostro preciso; sigue siendo cuna de experimentaciones, de tendencias, y parece más un laboratorio donde convergen lo pragmático y alucinante, la improvisación y la invención.

Aportes y desatinos
Nadie duda que en Internet existen valiosos aportes, con creaciones colectivas, como los blogs, que son una refrescante y alternativa manera de hacer periodismo. Sin embargo, eso no es su esencia en línea, es sólo una de sus vertientes. El grueso de medios digitales en Estados Unidos mantienen la tónica conservadora de la prensa tradicional, no se explotan todos los recursos de la red.
No obstante, la investigación muestra que los creadores de publicaciones electrónicas dan a conocer una noticia y luego corroboran su veracidad, que en muchos casos la hacen los mismos usuarios. Esto que para muchos es el reflejo de la riqueza del medio, de "investigación participativa" que lo caracteriza y que sería la envidia de algunos sociólogos, en realidad es un proceso que anula ciertos preceptos que debe reunir el ejercicio periodístico. En el afán de ser el primero en dar una información se destierra del quehacer la contrastación y la verificación de lo reportado. Sin soslayar que el lanzamiento de rumores, que se propagan a la velocidad de la luz por el planeta Internet, terminan por manipular a la opinión pública debido a que el grueso de usuarios de dichos sistemas de comunicación son sólo lectores.
Pero esa situación no es exclusiva de tales medios, los convencionales también la reproducen. La competencia les hace difícil respetar los mínimos preceptos éticos en la generación de información. Al calor de los sucesos que conmocionan a la sociedad, la tentación por ganar exclusivas y captar audiencias es notoria. Pocos medios se rehúsan a publicar una apetitosa noticia exclusiva y en el afán de dar "golpes informativos" se olvidan de verificar.
Se puede decir que los medios en línea tienen varias carencias: piensan que no es indispensable contar con un equipo de redacción competente, que jerarquice la información, trabaje las notas con rigor, etcétera. No obstante, a pesar de sus incongruencias si algo ha evidenciado ese periodismo es que el modelo nacido en el siglo XIX ha entrado en una crisis irreversible, porque el periodismo como información de masas está en vías de desaparecer. Hoy se gesta un periodismo de nichos.
A pesar de que es notorio el afianzamiento del periodismo electrónico dedicado a sectores específicos, en realidad muchos de esos servicios se nutren del rumor y sólo buscan ganar importancia para hacerse de publicidad. Pero lo peor no es este confuso panorama, sino que en países como el nuestro, por ejemplo, las instituciones educativas universitarias permanecen al margen de lo que sucede en la red, y quienes educan en su gran mayoría en las carreras de periodismo y comunicación son profesores formados a la vieja usanza y con un profundo desconocimiento de este medio, por lo que no son la mejor vía para orientar y educar a las nuevas generaciones en lo que debe ser el periodismo en línea.
Publicado en revista etcétera, abril 2005.
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