Musica y premios

En los recientes premios Grammy la compositora de jazz Maria Schneider recibió uno por su álbum 'Concert in the Garden'. Lo extraordinario es que ella no vendió su disco en ninguna tienda convencional, ya que lo lanzó en ArtistShare, un sitio de ventas de música en línea.
Son estos pequeños actos, esas "simples" variaciones las que indican que internet trastoca los hábitos de consumo, altera la manera de cultivar el gusto por la música, pero que en realidad es el reflejo que vivimos una redefinición en nuestros gustos y la reorganización de nuestra vida diaria producto de estas nuevas tecnologías.
Está claro que la venta de una obra bajo tal modalidad reporta ingresos considerables para la artista, ya que no reparte los beneficios de las ventas con el distribuidor, la tienda de discos y la compañía discográfica, pero si esa tendencia se generalizara se pasaría al desaparecimiento de todos los eslabones de la tradicional cadena de suministro musical, lo que acabará con empleos directa e indirectamente relacionados con la música. Sin embargo, este reacomodo en el campo económico no está claro y qué debería hacerse para recuperar los empleos perdidos por dicho proceso, y hasta lo más probable es que muchos de ellos se pierdan de manera definitiva.
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