Anoche pasó lo que ya no es nuevo en el país, que se volvió mucho más terrible que en otros momentos que ha acontecido porque los medios de comunicación, sobre todo la televisión, estuvieron en el lugar de los hechos. Anoche una turba de habitantes de Tláhuac acabaron con la vida de dos personas, dos policías, me sentí mal y con mucha vergueza de ser mexicano, pensé que estábamos en Faluya.
Esa horda de irracionales golperaron hasta la saciedad a tres policías que estaban vestidos de civil, pero no confome con destrozarlos físícamente terminaroan por quemar a dos de ellos. Me faltan las palabras para expresar lo que siento, pero solo atino a decir que este país es bárbaro, hoy nos hemos ganado los espacios de los noticieros de otros países y hemos sido retratados como salvajes y sanguinarios.
Se dice que el pueblo no se equivoca, que es la voz de Dios, cuando lo cierto es que es lo contrario, las turbas son enemigas de la vida en convivencia, nuestra sociedad es linchadora y a cualquier oportunidad busca los revanchismos. A pesar de eso existen adoradores de los usos y costumbres, que creeen que todas las comunidades indígenes y tradicionales tienen prácticas respetuosas del otro, cuando es lo contrario: no existe nada más opresivo que esas sociedades tradicionales que amparados en sus esquemas de usos y costumbres violentan cualquier derecho humano, acaban y mutilan la vida de otros ciudadanos y unos cuantos minutos se erigen en jueces y linchan a cualquier persona. Allí están para recordarnos la clase del país que somos los seis linchamientos que se han dado en el país de 2002 al presente, sin que exista hasta ahora ninguna persona detenida por tales barabaridades.
Además, corroboramos, que tenemos una policía mediocre, timorata, cobarde, que no le importa que integrantes de sus cuerpos policiacos sean masacrados, es una nulidad y ni siquiera es capaz de brindar la mínima solidaridad a su misma gente.
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Esa horda de irracionales golperaron hasta la saciedad a tres policías que estaban vestidos de civil, pero no confome con destrozarlos físícamente terminaroan por quemar a dos de ellos. Me faltan las palabras para expresar lo que siento, pero solo atino a decir que este país es bárbaro, hoy nos hemos ganado los espacios de los noticieros de otros países y hemos sido retratados como salvajes y sanguinarios.
Se dice que el pueblo no se equivoca, que es la voz de Dios, cuando lo cierto es que es lo contrario, las turbas son enemigas de la vida en convivencia, nuestra sociedad es linchadora y a cualquier oportunidad busca los revanchismos. A pesar de eso existen adoradores de los usos y costumbres, que creeen que todas las comunidades indígenes y tradicionales tienen prácticas respetuosas del otro, cuando es lo contrario: no existe nada más opresivo que esas sociedades tradicionales que amparados en sus esquemas de usos y costumbres violentan cualquier derecho humano, acaban y mutilan la vida de otros ciudadanos y unos cuantos minutos se erigen en jueces y linchan a cualquier persona. Allí están para recordarnos la clase del país que somos los seis linchamientos que se han dado en el país de 2002 al presente, sin que exista hasta ahora ninguna persona detenida por tales barabaridades.
Además, corroboramos, que tenemos una policía mediocre, timorata, cobarde, que no le importa que integrantes de sus cuerpos policiacos sean masacrados, es una nulidad y ni siquiera es capaz de brindar la mínima solidaridad a su misma gente.
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