Sustentándose en información del propio instituto, etcétera dio a conocer que el IFAI pagó al Centro Geo 528 mil pesos por la "conceptualización, diseño e implementación" de su portal. Si es increíble el costo de la elaboración del portal, lo es más porque quien lo elaboró no es especialista en tal terreno. El Centro Geo no se dedica a elaborar páginas Web. Es una institución que forma parte del sistema de centros públicos del Conacyt orientado a la ciencia e investigación aplicada a los campos de la geomática y la geografía.
¿Deslindes?
Cuestionado al respecto por quien esto escribe, el investigador del Centro Geo, Amilcar Morales Gamas dijo: "Nuestra función no es producir discos compactos ni páginas de Internet, aunque cuando se han generado han sido resultado de proyectos en los cuales hemos participado."
Incluso el encargado del sitio Web, Josu Rodríguez Aldabe, reitera: "Normalmente no hacemos ese tipo de trabajos. Sé que colaboramos de alguna manera, por lo que tengo entendido es que no cobramos esa cantidad porque es mucho dinero."
La directora del Centro Geo nos remitió con su asesor, Alejandro Mohar, quien dijo que esa información no se puede proporcionar y la única manera para hacerlo es por el mismo IFAI, trámite que ya hicimos, pero vale la pena reflexionar que los datos del IFAI no son claros, y llama la atención el derroche que hace al pagar fuertes cantidades por servicios que valen mucho menos.
Costos injustificables
El gasto es absurdo no sólo porque el sitio no sobresale precisamente por lograr un equilibro entre agilidad y exploración, carece de flexibilidad y en materia de diseño es uno más. Además, los costos por el diseño de un sitio con cierta complejidad pueden alcanzar los seis mil dólares, pero eso incluye servicios como recolección y preparación de materiales, redacción de nuevos documentos y supervisión.
El costo del sitio del IFAI no se justifica y esto va más allá de que sus asesores o quienes estén al frente del área que toma las decisiones en este renglón no sepan de la situación y el declive que guarda el mercado de diseño en la Web; en esto existió derroche y poco tino. En el IFAI parece que viven en otro momento y dilapidan el erario público en fuegos artificiales que al final el contribuyente termina por cargar con ellos.
Publicado en etcétera, agosto 2004.
0 comentarios:
Publicar un comentario