El auge Twitter

domingo, 12 de julio de 2009


Surgida a principios de 2006, a inicios la red social Twitter no pasaba de ser un servicio usado internamente por los empleados de la empresa Obvious, LLC; pero en el último trimestre de ese año fue lanzada al público en general y, poco después, se multiplicaron los adeptos por dicho servicio. Sin embargo, desde el año pasado esta red social devino en auténtico furor entre los jóvenes, quienes son los que la usan de manera mayoritaria.

A pesar de que sólo pueden emitirse 140 caracteres, que son auténticamente microentradas y conocidas como tweets, el envío de mensajes es constante, se puede decir que a lo largo del día una persona puede rebasar los cientos de envíos de tweets. La ventaja de Twitter es que hace converger diferentes medios y tecnologías, de manera que lo mismo se puede enviar un mensaje desde la página web de Twitter, que desde los teléfonos celulares o desde otras redes sociales como Facebook.

Todavía es una red con pocos usuarios si se compara con quienes usan Facebook o el mismo MySpace, porque en Estados Unidos, donde se encuentra más del 70 por ciento de usuarios, alcanza cerca de los 15 millones de adeptos. En un momento en que las tecnologías se han sofisticado, en donde los recursos incluso han llegado a incorporar interfaces para que los individuos se clonen y se repliquen con virtudes y defectos corporales, Twitter parece un rudimento, una tecnología que nos retrotrae a las épocas de los BBS, cuando en dichos tablones electrónicos se admitían unas cuantas líneas para dejar unas cuantas frases. Lo curioso es que esa dimensión retro es lo que precisamente le ha permitido ganar adeptos, porque está a tono con la tendencia por lo escueto y simple en el campo de la comunicación e interacción que buscan los jóvenes en la actualidad.

Twitter es la apuesta por la ligereza de las expresiones y los intercambios, de manera que en 140 efímeros y volátiles caracteres las personas deben ser capaces de sintetizar egos y pasiones particulares, también ha afianzado vínculos que se consolidan y refuerzan a través de tales intercambios de mensajes. Aquí no existe tiempo para el pensamiento denso, sino para los estados de ánimo volátiles que continúan con esa tendencia que expresa Paula Sibilia en el sentido de que la intimidad se convierte cada vez más en espectáculo, pero que es fiel reflejo de lo que gusta a los jóvenes y que advierten de paso que a este ritmo de renovación y de auge retro no será raro que mueran los correos electrónicos y se pongan de moda Carlos Marx y los BBS.

Publicado en el diario Milenio.

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