Amores digitales

domingo, 20 de julio de 2008

Buscar la media naranja en la red ya no es un tabú. Ese fenómeno alcanza a todas las edades, quienes gracias a la red conforman relaciones durables, simples aventuras o hasta son timados. A unos cuantos años de masificación de internet el fenómeno de los encuentros amorosos y los ligues en línea, han alcanzado una popularidad increíble. Cualquiera conoce hoy día a alguien que tiene algún amigo por internet, que anda en busca de amor o que de plano ya lo encontró. Se ha derrumbado el tabú de la necesidad de la presencia y del cuerpo para enamorarse. Muchas personas que mantienen una relación amorosa por la red no se conocen físicamente. Muchos otras, en cambio, están convencidas de que encontrarán a su complemento en alguna esquina de internet.
El enamoramiento por internet ya alcanza a una población amplia, ya no es como cinco años atrás cuando sólo las mujeres de entre 30 y 45 años usaban internet para encontrar alguna pareja. Hoy la usan para tal fin adolescentes, jóvenes y hasta adultos mayores. Tiempo atrás cuando uno ingresaba a los chats se encontraba sobre todo con hombres, en particular especialistas en computación, con tímidos o con exhibicionistas. Hoy, en cambio, se puede decir sin temor a exagerar que toda la sociedad está representada en la red.

Cambios de postura
También disminuye el número de usuarios que al primer contacto deciden entablar relaciones amorosas, aunque por otro lado se incrementan los usuarios que usan la red para mantener únicamente relaciones sexuales. Lo testimonian infinidad de sitios que abundan en la red dedicados a promover tales relaciones. En lo que respecta a los orientados a unir corazones, uno de los preferidos, Match.com, indica que del total de matrimonios que se dan a escala mundial ellos contribuyen con 200 mensuales.
Además, las páginas dedicadas a hacerla de “alcahuetes” sigue siendo un sector que se comporta de maravilla, ya que después del advenimiento del crack de la nueva economía a fines de la década pasada no ha frenado su crecimiento. Por lo mismo la abundante oferta de sitios promotores de los encuentros amorosos, da la sensación de que estamos ante un supermercado de relaciones amorosas.
Sin embargo, el problema es cómo encontrar el amor entre millones de perfiles, qué criterios usar para seleccionar y moverse en ese mar de oferta de necesitados de amor. Aunque algunos de los preferidos han sido los que privilegian las fotos, como es el caso de HotOrNot.com que permiten listar las fotos de los miembros por región. Si dos personas se seleccionan mutuamente, se establece el contacto. Esa fórmula tiene gran éxito en Estados Unidos, pero en la era photoshop la sinceridad de las imágenes deja mucho que desear.
Para la generación Google, habituada a las búsquedas en línea, sabe que solo bastan con algunas palabras claves para obtener un ramillete de posibilidades. Pero esa desbocada manera de precipitarse a los sitios de encuentros amorosos a colocar datos personales, apenas es el inicio de una tendencia que en el futuro se volverá mucho más masiva de lo que ya es. Al menos esa será la tónica en los países desarrollados y en los sectores medios de países como el nuestro, que usarán la red para establecer encuentros eróticos, amigables o amorosos. Por ahora lejos de aislar o uniformar a los individuos, la red ayuda a socializar. Ha auxiliado a encontrar pareja sobre todo a madres solteras que no tienen la posibilidad de salir de su casa, a persona tímidas y a separados. La red es artífice de una revolución relacional, da vida a una nueva era en los contactos y ligues.


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