Las contradicciones del e-México

sábado, 13 de noviembre de 2004

Difícil ha sido contar con datos confiables sobre el número de usuarios de Internet que existen en el país. De acuerdo con las fuentes varían los números demográficos y hasta ahora no contamos con un organismo confiable para saber con exactitud el número de personas que usan Internet a escala local. Si uno acude al sitio de la Cofetel (www.cofetel.gob.mx) se encuentra con que hay más de diez millones de usuarios, datos retomados de la consultora Select IDC. Información sorprendente porque la misma Cofetel indicaba en febrero del año que corre una cifra de 4.7 millones.

Hace unas cuantas semanas el llamado Consejo Mundial de Defensa al Consumidor (GCAB) de AMD dio a conocer un estudio, Charting and Bridging Digital Divides (Registro y eliminación de las divisiones digitales: www.amdgcab.org), donde por vez primera se incluyó a nuestro país.

Usar un solo tipo de medición (encuestas en línea o telefónicas, número de computadoras de escritorio vendidas o de cuentas existentes en los proveedores de servicio de Internet, que actualmente superan los dos millones) no brinda datos confiables. Lo mejor es utilizar dos o más criterios para medir con mayor precisión el número de usuarios. Pero en el caso que nos ocupa lo lamentable es que la Cofetel no explique cómo se duplicó el número de usuarios de Internet en un lapso tan corto, que sólo reproduzca por conveniencia los datos del último estudio efectuado por la consultora Select IDC.

Algo que no extraña en la actual administración, que habla de superar la brecha digital y ofrecer la conexión a Internet al mayor número de personas, es que no proporciona estimaciones fiables para saber qué ha logrado hacer el e-México. La Cofetel sólo se encarga de regurgitar los datos que obtiene de terceros. El gobierno debe ser consecuente y efectuar directamente mediciones periódicas y confiables sobre los usuarios en Internet, con metodologías claras y precisas, para no depender de datos de consultoras con muestreos poco fiables y que se respaldan en metodologías imprecisas.


e-México y Enciclomedia

Los datos en que se apoya la Cofetel han servido para justificar su promocionado programa e-México, aunque es sabido que los centros comunitarios digitales (CCD) caminan de la mano de la improvisación y la libre iniciativa de los encargados de los mismos.

Esto lo hemos comprobado recientemente en un recorrido que hicimos por algunos de estos centros en Querétaro, Hidalgo y Morelos, donde nos percatamos que los CCD caminan de la mano del azar y los encargados de los mismos no saben muy bien en qué consiste el e-México. En otros casos como Tequisquiapan se cobra por el acceso, a pesar de ser gratuitos según lo estipulado por el e-México.

Uno de los aspectos más interesantes que tiene el sitio del e-México es su rubro de e-economía, donde pueden contar con información variada sobre financiamiento y posibilidades para el desarrollo de negocios. Sin embargo, eso sirve de poco cuando los encargados de los CCD no saben que dicha información está disponible en el sitio de e-México y por ende no auxilian a quienes acuden a solicitarla.

Como nos los hace saber Luis F. Sierra Sosa, quien nos comenta en un correo electrónico que en marzo de 2001, cuando recién se había conformado el e-México, fue recibido por Julio César Margaín, coordinador general del mismo, a quien le expuso su proyecto designado como Plan Maestro (mywebpage.netscape.com/planmaestro/indexa.html), un modelo de capacitación y conexión inalámbrica de educación para el desarrollo de los municipios y para el fomento de la pequeña empresa.

Margaín le expresó que habría libre competencia para capacitar e incluso ofrecer modelos alternativos de conexión como la inalámbrica, pero en junio de 2003; cuando fue relanzado el e-México quedó en claro que el proyecto estaba pensado únicamente para proporcionar conexión, que la única capacitación requerida era para quienes estuvieran al frente de los CCD y eso correría a cargo de la empresa Microsoft. Pero por lo visto eso no se llevó a cabo o se hizo de mala manera.

Esto ha quedado demostrado de nuevo en el famoso proyecto Enciclomedia que tiene presupuestada una inversión total de mil millones de dólares y su objetivo es llevar las nuevas tecnologías de información y comunicación a las escuelas primarias del país. Enciclomedia es un programa de computación sobre los diversos temas que abordan los libros de texto.

Se dice que el programa Enciclo-media es efectuado por mexicanos, con el fin de evitar el pago de licencias o regalías, pero el problema es que sólo se tomó en consideración un modelo multimedia, diseñado de tal manera que la única forma de optimizar los materiales educativos es usando la enciclopedia Encarta. De tal manera que Enciclomedia ha terminado por servir, al igual que el e-México, sólo a las grandes empresas de nuevas tecnologías que tienen garantizada la expansión de sus plataformas.

Publicado en etcétera, diciembre 2003.

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